El Partido Socialista Obrero Español se fundó en Madrid el 2 de mayo de 1879 por el tipógrafo ferrolano Pablo Iglesias Posse,[27] constituyendo uno de los partidos obreros más antiguos de Europa, solo superado por el Partido Socialdemócrata de Alemania. Desde sus inicios, aspiraba a agrupar al proletariado industrial español bajo la ideología marxista. No obstante, su implementación fue muy irregular: sus principales núcleos se desarrollaron en Madrid, Asturias y el País Vasco, disponiendo de poca presencia en Cataluña, el mayor foco industrial de España. El atraso de la sociedad española y el frágil desarrollo industrial, así como la fuerza del anarquismo y el anarcosindicalismo entre los sectores obreros barceloneses, explican la poca relevancia que el PSOE alcanzó en los primeros años tras su fundación, al contrario que sus homólogos europeos.[cita requerida]
El PSOE celebró su primer congreso en Barcelona en 1888, aunque no logró representación parlamentaria hasta el 8 de mayo de 1910, cuando la Conjunción Republicano-Socialista permitió a Pablo Iglesias obtener 40 899 sufragios y el acta de diputado a Cortes.[28] Fue reelegido en 1914, en vísperas del asesinato de Jean Jaurès, con 21 956 sufragios, esta vez presentándose por Oviedo.
A partir de la alianza con los republicanos y la entrada en el parlamento, su presencia y su importancia en la sociedad española fue en aumento, tanto por su propia actividad como partido como por la fuerza de la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato socialista fundado por Pablo Iglesias en 1888 en la ciudad de Barcelona e íntimamente ligado al PSOE, ya que hasta la década de 1980 la sindicación a UGT suponía la afiliación al PSOE y viceversa.
Aunque históricamente la lucha contra el clericalismo no les había parecido a los dirigentes e ideólogos socialistas que fuese la causa del movimiento obrero, el contacto con la cultura política republicana junto con el crecimiento de los sindicatos católicos «amarillos», le hizo adoptar una postura anticlerical como se pudo comprobar en el programa de 1918 en el que, además de propugnar la «supresión del presupuesto del clero y confiscación de sus bienes» y la enseñanza «gratuita y laica» (reivindicaciones que aparecían en el programa de 1888), se defendía «la disolución de todas las órdenes religiosas» (la máxima reivindicación anticlerical del republicanismo). Precisamente cuando la oleada anticlerical de la primera década del siglo XX remitió, los socialistas se convirtieron en «los mejores custodios de la tradición laicista de la izquierda española».[29]
El 9 de abril de 1916, Pablo Iglesias repitió escaño con 18 054 sufragios. Debido al papel activo que tuvieron durante la huelga general de 1917, los futuros líderes socialistas Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro fueron detenidos, juzgados y encarcelados con una condena a cadena perpetua, aunque eso no impidió que en las elecciones generales españolas de febrero de 1918 todos fueran elegidos diputados. En 1919, Pablo Iglesias empezó a abandonar sus obligaciones políticas debido a problemas de salud, falleciendo en 1925.
Colaboración con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)
La dictadura de Miguel Primo de Rivera, que había sustituido al gobierno turnista en 1923, adoptó medidas represivas contra organizaciones obreras como la CNT, pero toleró los movimientos de la UGT, que se convirtió en la primera central sindical de España. Promovió también una extensa legislación social, parte de la cual se recogió en el Código del Trabajo (1926), en cuyo éxito fue clave la colaboración entre el régimen, el PSOE y la UGT.
La colaboración socialista con la dictadura fue muy criticada por los anarquistas, y considerada por el historiador Javier Tusell como «difícil de entender desde la óptica actual». La propaganda de Primo de Rivera insistía en que el PSOE era el único partido honesto de la etapa anterior, y llegó a afirmar que pretendía crear un nuevo sistema turnista con el PSOE y la Unión Patriótica. Francisco Largo Caballero llegó a tomar posesión de un cargo de consejero de Estado el 25 de octubre de 1924; a ello se opusieron Fernando de los Ríos e Indalecio Prieto.[31]
En 1929, en pleno declive de la dictadura, que estaba ya dispuesta a aceptar en la Asamblea a cinco representantes de la UGT elegidos libremente, el PSOE rompió con la misma y se declaró a favor de la república.[32] Aunque a título personal, una figura del partido participó en el Pacto de San Sebastián para proclamar la II República.
En febrero de 1931, Besteiro presentó su dimisión irrevocable como presidente del PSOE y de la UGT.[30]
Segunda República (1931-1936) y Guerra Civil (1936-1939)
Cuando cayó el régimen primorriverista, el PSOE era el partido político más extendido y mejor organizado del país. En abril de 1931 se había elegido a Remigio Cabello como presidente de la formación, cargo en el que le sucedería el propio Francisco Largo Caballero con la nueva ejecutiva formada tras el Congreso de octubre de 1932.[33][34] El PSOE se convirtió en el partido mayoritario de las Cortes republicanas de 1931 al obtener 131 diputados.
Poco después de la proclamación de la República el partido ya contaba con varios periódicos, como El Sur en Córdoba,[35] Democracia en Jaén,[36] La Tribuna Socialista en Barcelona,[37] La Lucha de Clases de Bilbao,[38] etc. En Madrid sobresalía el órgano histórico El Socialista, bajo la dirección de Julián Zugazagoitia.[39] Además de estas publicaciones, los diarios El Liberal de Bilbao y Claridad de Madrid —órganos respectivos de Indalecio Prieto y Largo Caballero— también se mantuvieron cercanos al partido.[40]
Las elecciones de 1933 supusieron un fuerte varapalo a las izquierdas republicanas, y consolidaron a la Confederación Española de Derechas Autónomas como principal partido en el Parlamento. A lo largo de este bienio, la situación social sufrió un proceso de radicalización y confrontación ideológica del que no se salvó el PSOE, progresivamente escindido entre los sectores más centristas y demócratas, representados por Indalecio Prieto y Julián Besteiro; y el ala más radical encabezada por Francisco Largo Caballero, cada vez más escorada hacia el rechazo de las instituciones republicanas y la defensa de una revolución proletaria al estilo soviético.
Esta deriva radical culminó en la Revolución de 1934, en la que el PSOE y la UGT (con la única oposición de los sectores centristas minoritarios de Besteiro) abanderaron un violento movimiento insurreccional que sólo triunfó en Asturias, donde contó con la colaboración de la CNT y de los comunistas y se estableció un orden revolucionario precario; y en Cataluña, donde la revolución tuvo un marcado carácter nacionalista.
En 1935, el PSOE participó en el Frente Popular, que aglutinaba a fuerzas republicanas de izquierdas, socialistas, comunistas y nacionalistas. Esta obtuvo un ajustado triunfo en las elecciones de 1936, pero su gobierno se vio interrumpido por el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 y la posterior guerra civil. Durante el transcurso de esta, el PSOE constituyó uno de los cimientos de los sucesivos gobiernos republicanos. Francisco Largo Caballero y Juan Negrín, ambos dirigentes socialistas, ocuparon la presidencia del gobierno en esa etapa.
Clandestinidad durante el franquismo (1939-1977)
Tras el triunfo de los rebeldes y el establecimiento de la dictadura franquista, el PSOE fue ilegalizado junto con el resto de partidos y organizaciones democráticas. Sus dirigentes se vieron obligados a exiliarse y sus militantes en el interior fueron ejecutados, encarcelados o represaliados durante la represión de la posguerra, dejando prácticamente descabezada la organización. De hecho, en los años del franquismo la actividad del Partido Socialista Obrero Español fue muy limitada. El peso de la resistencia antifranquista recayó básicamente sobre el maquis y el Partido Comunista de España.
En los últimos años de la dictadura, el PSOE acometió una contundente renovación generacional e ideológica que permitió tomar el mando a una nueva generación de socialistas ajenos al exilio. Esta renovación se hizo efectiva en el Congreso de Suresnes de 1974, cuando el histórico Rodolfo Llopis dio paso a Felipe González al frente de la Secretaría General del partido.
Alternancia en el poder (1978-presente)
Tras la reinstauración de la monarquía parlamentaria en España, el PSOE se convirtió en uno de los dos grandes partidos del panorama político. En el comienzo de este periodo el PSOE se reforzó con la incorporación del Partido Socialista Popular dirigido por Enrique Tierno Galván.[42]
Ha ganado en diecisiete convocatorias electorales a nivel nacional (frente a las siete del PP y las tres de la UCD), cuenta con un cuerpo electoral que ronda el 30 % de la población y ha permanecido en el poder veintiún años. Posee el récord en número de votos obtenidos en unas elecciones generales en España: 11 288 698 votos (43,87 %) en las elecciones generales de 2008 y el récord en porcentaje de voto y un 48,11 % (10 127 392 votos) en las elecciones generales de 1982, así como el récord de diputados (202), obtenido también en 1982. El partido ha sido criticado, después de la Transición, por formar parte de un sistema bipartidista en el país junto al Partido Popular, llegándose a conocer esta realidad dual e «inamovible» de la política española de forma informal como «PPSOE».[43] El partido se ha visto implicado en varios casos de corrupción durante este periodo.
En las elecciones generales de 1982, el PSOE obtuvo una contundente mayoría en el Congreso de los Diputados, consiguiendo 202 diputados con el respaldo de más de diez millones de votos (48,11 % de los votos). Se acometió entonces una notable transformación del país en diversos ámbitos. En el plano económico, se decantó por el pragmatismo liberal, acometiendo una reconversión industrial y estableciendo la reducción de la inflación como prioridad, mientras que en el social se asistió a la extensión del estado del bienestar. Cabe destacar igualmente la reforma del Ejército, iniciada ya durante la etapa ucedista, y más tarde conducida por el ministro de Defensa socialista Narcís Serra, que fue clave para la promoción del apoliticismo y la profesionalización de los mandos.
Con la moderación del PSOE en su llegada al poder, los gobiernos socialistas no llegaron a tomar ninguna gran medida reformadora sin el consentimiento de tres importantes poderes fácticos: la banca, la Iglesia y el Ejército.[44] En las elecciones de 1986 el PSOE mantuvo la mayoría absoluta con 184 diputados. Ese año España se integró en la Comunidad Económica Europea, mientras se asistía a una fase de crecimiento expansivo y de entrada masiva de capitales extranjeros, atraídos por los altos tipos de interés. Sin embargo el descontento de los sindicatos fue creciendo y el 14 de diciembre de 1988 organizaron una huelga general. Durante estos últimos años existió una trama de financiación ilegal del partido, que se destaparía años más tarde, conocida como caso Filesa, a través de una sentencia del Tribunal Supremo en 1997.[45]
Aunque el partido se había opuesto inicialmente a la OTAN, el gobierno de González organizó y ganó un referéndum sobre la cuestión en 1986, pidiendo un voto favorable. El gobierno fue criticado por evitar los nombres oficiales de la organización utilizando términos como 'Alianza Atlántica' no oficiales. Un símbolo de este cambio de opinión fue Javier Solana, que hizo campaña contra la OTAN, pero terminó años más tarde como su secretario general.
En las elecciones de 1989, el PSOE se quedó a un diputado de la mayoría absoluta, con 175 escaños (la mitad exacta del Congreso). Ya en los comicios de 1993 el desgaste se hizo notar en los resultados electorales: aunque Felipe González volvió a ganar las elecciones, esta vez la victoria fue con menos respaldo (159 escaños) y con la presencia del Partido Popular más reforzado (con 141 escaños). El desgaste se debió mayoritariamente a la aparición de numerosos casos de corrupción y al encausamiento de altos cargos del PSOE, algunos condenados posteriormente por los tribunales, como responsables de la financiación y dirección del terrorismo de Estado de los Grupos Antiterroristas de Liberación. También se produjo la dimisión de Alfonso Guerra, a causa de un caso de corrupción en el que se vio involucrado su hermano, conocido como caso Guerra.[46]
En estos años también empezó el proceso de privatización del tejido productivo público, como Telefónica, Endesa, Repsol, Argentaria o Tabacalera. Finalmente en las elecciones generales de 1996 el PSOE perdió 18 diputados y resultó vencedor el Partido Popular. La renuncia de Felipe González a la secretaría general en 1997 llevó al PSOE a una grave crisis en la dirección.
Crisis y liderazgo de Joaquín Almunia (1997-2000)
El partido eligió a Joaquín Almunia como secretario general y celebró por primera vez elecciones primarias para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno. En ellas los militantes eligieron a Josep Borrell en contra del aparato del partido, que apoyaba a Joaquín Almunia. Finalmente, Borrell se vio obligado a renunciar, evidenciando el fracaso de dichas primarias. Joaquín Almunia fue el candidato socialista a las elecciones de 2000, en las cuales el PSOE fue derrotado con contundencia por el PP de José María Aznar, por lo que presentó su dimisión.
Bajo la dirección de Zapatero, el PSOE recuperó terreno electoral frente al PP, superándolo en las elecciones autonómicas y municipales de 2003 y ganando las elecciones generales de 2004 con mayoría simple, así como las europeas del mismo año. Las citadas elecciones generales coincidieron con los días sucesivos a los atentados del 11 de marzo y la criticada gestión del PP de los mismos.[48] En el 2005, se aprueba el Matrimonio entre personas del mismo sexo, cumpliendo el compromiso electoral, siendo el cuarto país del mundo en aprobarlo.[49]
En las elecciones generales de 2008 el Partido Socialista Obrero Español volvió a ganar los comicios, obteniendo 169 diputados, cinco más que en 2004 y un 43,87 % de los votos.[50] En diciembre, el PSOE creó su propio think tank, la Fundación Ideas para el Progreso. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, reveló que en noviembre de 2009 se estaban tramitando un total de 264 causas contra cargos públicos del PSOE por corrupción.[51][52] En 2011 se destapó el caso ERE.[53]
Alfredo Pérez Rubalcaba (2012-2014)
En las elecciones generales de España de 2011, el PSOE, que presentaba a Pérez Rubalcaba como candidato, obtuvo 110 escaños (59 menos que 2008) y un 28,76 % de los votos. Tampoco en las municipales de 2011 obtuvo buenos resultados, llegando a perder la segunda ciudad más poblada del país, Barcelona, la cual gobernaba desde las primeras elecciones democráticas. Obtuvo el gobierno, en cambio, en diez capitales de provincia, siete en solitario (Cuenca, Lérida, Lugo, Orense, Tarragona, Toledo, Zaragoza) y una con apoyos (Segovia). Respecto a autonomías, solo gobernaba en Andalucía (junto con Izquierda Unida), Asturias (en minoría, con apoyo parlamentario de IU y UPyD) y Canarias (junto a CC).
En las elecciones primarias del partido celebradas el 13 de julio de 2014, Pedro Sánchez obtuvo un 49 % de los votos, frente a un 36 % de Madina y un 15 % de Pérez Tapias, convirtiéndose en el nuevo secretario general.[55] Afronta el reto de recuperar la unidad del partido y la confianza de los antiguos votantes del PSOE,[56] un 25 % de los cuales según una encuesta del CIS de octubre de 2014 se decantaría por un nuevo partido, Podemos.[57] A partir de noviembre de 2014, el PSOE ha optado, en cambio, por la estrategia de dejar de llamarles populistas para presentarles en cambio como situados en la extrema izquierda, intentando conservar así la hegemonía del centro izquierda.[58][59]
Exceptuando las elecciones andaluzas de 2015, la mayoría de comicios celebrados durante la primera etapa de Sánchez arrojaron resultados negativos para el PSOE.[65] Añadido a esto, la política de pactos llevada a cabo por Sánchez tras las elecciones generales de 2016, basada en la negativa rotunda a facilitar un gobierno del Partido Popular, fue disputada por varios dirigentes de la formación. Se gestó en el seno del partido una corriente crítica con Sánchez, encabezada por Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía.
El 28 de septiembre de 2016, el secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, presentó en la sede del partido la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal para que el partido pase a estar dirigido por una gestora y presionar a Pedro Sánchez a dimitir como Secretario general. La Ejecutiva, compuesta por 35 miembros (38 en su origen), perdió por dimisión a dos ejecutivos, que se sumaron a los 17 haciendo un total de 19, la mitad más uno de la misma. Entre ellos se encontraban la presidenta del partido, Micaela Navarro, la exministra Carme Chacón o los presidentes de la Comunidad Valenciana Ximo Puig y de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page.[66]
En la tarde del 1 de octubre de 2016, tras la celebración de un tenso Comité Federal, Pedro Sánchez presentó su dimisión como secretario general del partido. Esa misma noche se notificó que le sucedería una gestora provisional, al frente de la cual estará el presidente del Consejo de Gobierno del Principado de Asturias, Javier Fernández Fernández.[67]
Vuelta de Pedro Sánchez y llegada al Gobierno (2017-presente)
Tras ser forzado a abandonar la secretaría general del partido y renunciar a su escaño en el Congreso de los Diputados para evitar abstenerse en la votación de investidura de Mariano Rajoy,[68] Sánchez inició una campaña para ganar la confianza de las bases en su camino para recuperar la secretaría general.[69] Finalmente, se llevaron a cabo primarias en el partido en el XXXIX Congreso del PSOE (junio de 2017) consiguiendo el apoyo mayoritario de la militancia y recuperando su cargo orgánico en el partido.[70][71]
Tras su victoria, Sánchez seleccionó una nueva ejecutiva federal compuesta mayoritariamente por personas de su entorno[72] y llevó a cabo reformas estructurales del partido entre las que destacaban cambios estatutarios que reducían el poder del Comité Federal del PSOE (órgano que previamente lo obligó a dimitir) y dando mayor importancia en la toma de decisiones a la militancia.[73]
Los años 2017 y principios del 2018 fueron años tranquilos dentro del partido, con un Sánchez al frente del mismo, con un liderazgo reforzado, pero obligado a permanecer en un segundo plano en la política nacional debido a su carencia de escaño en el Congreso de los Diputados.
No fue hasta finales de mayo de 2018, cuando Sánchez regresó a la primera línea política anunciando una moción de censura contra el presidente Rajoy tras la sentencia del caso Gürtel, que condenaba al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, a empresarios afines y al propio partido como «partícipe a título lucrativo».
La moción de censura consiguió el apoyo mayoritario de la Cámara (180 votos a favor, 169 en contra y 1 abstención), obligando al Gobierno de Rajoy a dimitir e invistiendo automáticamente a Pedro Sánchez como séptimo presidente del Gobierno de la democracia[74] y, en consecuencia, el PSOE volvía al Gobierno 6 años y medio después, siendo Sánchez el tercer presidente socialista tras Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
Tras verse incapaz de aprobar los presupuestos generales del estado debido a estar gobernando en minoría, Sánchez convocó elecciones generales en abril de 2019, en las que a pesar de salir victorioso con 123 escaños no logra formar gobierno y produce la que sería la cuarta convocatoria a elecciones generales en menos de 4 años. En noviembre de 2019 vuelve a ganar las elecciones, obteniendo 120 escaños, tres menos respecto a los anteriores comicios. Es investido presidente en enero de 2020, formando el primero gobierno de coalición de la historia de la democracia española, con Unidas Podemos.[75]
En marzo de 2021 el Congreso aprobó la Ley de eutanasia a iniciativa del PSOE, convirtiéndose en el quinto país del mundo en aplicarla.[76]
Entre los días 15 y 17 de octubre de 2021 se celebró en Valencia el XL Congreso del PSOE, llamado de la reunificación. El momento más emotivo del mismo fue el abrazo entre Pedro Sánchez y Felipe.[77]
En julio de 2022 el Tribunal Supremo ratifica la condena por el Caso ERE a José Antonio Griñán y a ocho ex altos cargos de la Junta de Andalucía a varios años de prisión.[78] Ex altos cargos del partido como Alfonso Guerra, Susana Díaz, o los expresidentes del Gobierno Rodríguez Zapatero y Felipe González; periodistas, como Iñaki Gabilondo; deportistas, como Vicente del Bosque y otros políticos como Antonio Maíllo, Josep Antoni Durán i Lleida o José Julio Rodríguez Fernández, firmaron una petición de indulto con más de 4000 firmantes.[79]
En las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023 el PSOE pierde gran parte de las comunidades autónomas donde gobernaba frente al Partido Popular.[26][80][81] Debido a los malos resultados Pedro Sánchez anuncia el 29 de mayo la convocatoria de elecciones generales anticipadas para el 23 de julio de 2023.[82]
En estas elecciones, el PSOE quedó en segunda posición con 121 escaños, por detrás del PP con 137. Esto supuso un avance de los Socialistas en 1 escaños y más de un millón de votos con respecto a 2019 y su mejor resultado desde 2008. Pese a haber quedado en segunda fuerza, Pedro Sánchez logró formar un gobierno con el apoyo de 179 escaños contra 171 en su contra.
La ideología del Partido Socialista Obrero Español ha ido evolucionado a lo largo del tiempo:
Modelo de Estado
En contraste con el centralismo que le habría caracterizado en fechas anteriores, con la llegada de la Transición el PSOE habría virado a una posición más federalista respecto a la organización del Estado.[83] En el Congreso de Suresnes de 1974, representado por Felipe González y Alfonso Guerra, el partido defendía el derecho de autodeterminación de los pueblos formantes del Estado español.[84][85] En la actualidad, el PSOE propugna un federalismo asimétrico,[86][87] posicionándose en contra del proceso soberanista de Cataluña.[88] Durante los gobiernos de Felipe González el partido se caracterizó por su posición europeísta, al considerar clave esta integración en Europa para la modernización económica del país.[89]
En su 40.º Congreso, celebrado en Valencia el 17 de octubre de 2021 y representado por Pedro Sánchez, se dejó claro que, si bien no se posicionan a favor de una república, se posicionan a favor de la transparencia, la democracia y al pago de impuestos por parte de todas las instituciones.[100]
En 1979 el partido abandonó definitivamente las tesis marxistas, de la mano de su entonces secretario general Felipe González, no sin antes superar grandes tensiones y dos Congresos, el primero de ellos favorable a mantener el marxismo. Ante esta situación, miembros destacados del interior como Pablo Castellano o Luis Gómez Llorente fundaron la corriente ideológica interna Izquierda Socialista, agrupando a los militantes que apostaban por mantener mayor continuidad con la tradición del partido, en contra de la postura más «flexible» ideológicamente por la que apostaron González y Guerra en los primeros años de la Democracia.[103]
La política de los períodos de gobierno de Felipe González ha sido definida como socioliberal por Julio Aróstegui.[104] Fernando Aguiar comparte este punto de vista.[105] José María Martín Arce ha apuntado que las políticas aplicadas por los dos primeros gobiernos de un PSOE «centrista» encabezado por Felipe González podrían ser calificadas como «liberal-progresistas».[106] Otra serie de autores ha respaldado la caracterización crítica de «neoliberal» de la política económica de varios gobiernos de Felipe González.[n 5]
Varias fuentes han adscrito al partido a la socialdemocracia.[15][107][108][109] Sin embargo, desde 1982 al menos tres ministros de economía en gobiernos del PSOE se han autocalificado como liberales: Miguel Boyer,[110] Carlos Solchaga[111] y Pedro Solbes.[112] El primero de ellos terminó recalando en la Fundación FAES,[113] declarando tras la decisión el peso de su discurso económico en su toma. La política económica actual del PSOE ha sido definida como neoliberal por Vicenç Navarro.[114][115][116][117] Algunos miembros del PSOE se han manifestado al respecto: José Antonio Pérez Tapias, excandidato a la secretaría general afirmó en 2014 que el PSOE tenía que quitarse de encima décadas de «contaminación neoliberal»[118][119] y Patxi López afirmó en 2013, después de perder las elecciones generales de 2011 que «La izquierda ha (había) abandonado su responsabilidad ante el neoliberalismo».[120]
Política social
Apostó por un modelo laico de Estado en la década de 1980, además de defender el aborto en los supuestos de peligro para la vida de la madre, malformación fetal y violación.[121] En los últimos años el partido se ha posicionado a favor del matrimonio homosexual y de una ley del aborto de plazos.
Desde el Congreso Extraordinario de 1979, el PSOE se estructura de manera federal. El máximo órgano del partido es el Congreso Federal, asamblea de delegados que escoge al secretario general y a la Comisión Ejecutiva Federal, marca las líneas programáticas, los grandes objetivos y las directrices políticas que regirán la actividad del partido hasta el siguiente Congreso.
En el Congreso se dan cita los representantes de las distintas federaciones, una por comunidad autónoma (salvo en el caso de Cataluña, en la que el PSC es un partido federado y no estrictamente una federación); más las agrupaciones de Ceuta, Melilla, la federación de Europa (PSOE Europa) y las agrupaciones territoriales de América. También participan las Organizaciones Sectoriales del PSOE, las Juventudes Socialistas como organización juvenil del partido, la corriente federal Izquierda Socialista o la Federación de Mujeres Progresistas.
Comisión Ejecutiva Federal y Comité Federal
El máximo órgano federal entre Congresos es el Comité Federal, parlamento interno que dirige la política del partido, controla la gestión de la Comisión Ejecutiva Federal (CEF), aprueba las listas electorales nacionales, y tiene potestad para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, convocar Congresos Federales, Conferencias Políticas o elecciones para designar candidatos (elecciones primarias). El Comité Federal se reúne tres veces al año.
La Comisión Ejecutiva Federal es la dirección federal del partido. Está formada por el presidente, el secretario general (verdadero líder del partido), el secretario de organización (cargo creado en el XXIV Congreso y que ha atesorado desde entonces un gran poder sobre las estructuras del partido), once secretarías de área y dieciocho secretarías ejecutivas. Entre sus tareas destaca la concreción de la estrategia y la acción política a desarrollar por el partido y la coordinación entre las diferentes estructuras (grupos parlamentarios, organismos del partido o federaciones, entre otras) del PSOE. La CEF se reúne quincenalmente.
Tras el XL Congreso Federal del PSOE celebrado el 15, 16 y 17 de octubre de 2021, la composición de la Comisión Ejecutiva Federal es la siguiente:[123]
Secretaría General de Juventudes Socialistas de España: Víctor Camino Miñana (PSPV-PSOE)
Grupo Socialista en el Senado
Portavocía del Grupo Socialista en el Senado: Juan Espadas Cejas (PSOE-A)
Secretaría general del Grupo Socialista en el Senado: Alfonso Gil Invernón (PSE-EE-PSOE)
Portavocía adjunta y Coordinación territorial del Grupo Socialista en el Senado: María Teresa Macías Mateos (PSOE-Extremadura)
Portavocía adjunta y Coordinación Política del Grupo Socialista en el Senado: César Alejandro Mogo Zaro (PSdeG-PSOE)
Portavocía adjunta y Dirección del Área de Bienestar e Igualdad del Grupo Socialista en el Senado: María Fernández Álvarez (FSA-PSOE)
Portavocía adjunta y Dirección del Área de Transiciones Justas y Empleo del Grupo Socialista en el Senado: Inmaculada Sánchez Roca (PSRM-PSOE)
Portavocía adjunta y Dirección del Área de Derechos y Libertades del Grupo Socialista en el Senado: María Amparo Marco Igual (PSPV-PSOE)
Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados
Portavocía del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados: Patxi López Álvarez (PSE-EE-PSOE)
Secretaria general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados y Portavoz Sustituta Primera: Montserrat Mínguez García (PSC-PSOE)
Secretaria adjunta al Secretario general y Portavoz Sustituta Segunda: Begoña Nasarre Oliva (PSOE-Aragón)
Secretario adjunta al Secretario general y Portavoz Sustituto Tercero: Javier Alfonso Cendón (PSOE-CyL)
Secretaria adjunta al Secretario general y Portavoz Sustituta Cuarta: Milagros Tolón Jaime (PSCM-PSOE)
Secretaria adjunta al Secretario general y Portavoz Sustituta Quinta: Patricia Blanquer Alcaraz (PSPV-PSOE)
Secretaria adjunta al Secretario general y Portavoz Sustituta Sexta: María Isabel García López (PSOE-Extremadura)
Secretario adjunto al Secretario general y Portavoz Sustituto Séptimo: Santos Cerdán León
Secretaría general adjunta de la Delegación Socialista Española: Javier López Fernández (PSC)
Secretaría general adjunta de la Delegación Socialista Española: Lina Gálvez Muñoz (PSOE-A)
A día de hoy, el PSOE Ceuta y el PSOE Europa son las únicas federaciones que no tienen a ningún afiliado en la Comisión Ejecutiva Federal.
También existe un Consejo de Política Federal que integra al secretario general del PSOE, a todos los secretarios generales autonómicos, al portavoz en el Senado, a los secretarios del Área Institucional y Grandes Ciudades y de Organización, al secretario general de las JSE, a los presidentes autonómicos y al miembro del PSOE con mayor rango dentro de la FEMP. Actualmente está presidido por Juan Espadas Cejas (PSOE-A).
Federaciones del partido
Cada federación del PSOE opera de manera autónoma, con una presencia en cada comunidad y ciudad autónoma, y en el extranjero, una federación regional abarca todo el continente europeo para los ciudadanos españoles residentes en esa área geográfica. Durante los Congresos regionales, se selecciona la dirección de la federación, conocida como Comisión Ejecutiva, Comisión Ejecutiva Regional o Comisión Ejecutiva Federal, dependiendo del ámbito territorial.
Un esquema similar se aplica a las agrupaciones provinciales o de ámbito territorial más reducido, como las comarcales, municipales y locales. Aunque, en condiciones normales, no debería haber interferencias explícitas de la dirección federal en la vida de las federaciones regionales y agrupaciones locales, en la práctica, aspectos que van desde la elección de los líderes territoriales hasta el desarrollo de políticas propias suelen depender, en general, de la aprobación de los líderes nacionales del partido.
En situaciones de conflicto, la Comisión Ejecutiva Federal tiene la facultad de destituir a la dirección de una federación y designar una gestora. Finalmente, el control federal en los procesos de elaboración de listas electorales cerradas y bloqueadas refuerza la autoridad de la Comisión Ejecutiva Federal sobre las diversas federaciones socialistas.
En este esquema, hay que considerar aparte al Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), en el sentido de que, al no ser una federación sino un partido asociado, no está formalmente sometido a la autoridad del secretario general, elabora sus propias listas y elige una dirección autónoma respecto a la federal del PSOE. En la práctica, la lógica obliga a una cierta coordinación entre ambos partidos que, salvo en casos de crisis o grandes divergencias, permite armonizar satisfactoriamente las estrategias socialistas a todos los niveles.
Las denominaciones de las 18 federaciones autonómicas más el partido asociado catalán y la federación exterior de Europa son:
Dichas denominaciones son las que aparecen en los respectivos logotipos de las federaciones.
Fundaciones
Como la mayoría de grandes partidos españoles, el PSOE cuenta con diversas fundaciones y organizaciones afines que desarrollan tareas de investigación teórica, cooperación internacional, documentación y análisis, entre otras:
Fundación Jaime Vera. Creada en 1984, su actividad se dirigía a la formación de adultos y la investigación en el terreno de la sociología, la política y la economía. Desde el 1 de enero de 2010 estaba integrada en la Fundación IDEAS que cerró el 1 de enero de 2014.
Fundación Ramón Rubial. Presidida por Eider Gardiazábal Rubial, nieta del histórico dirigente socialista, está centrada en el apoyo y defensa de los españoles en el exterior, así como la realización de estudios sobre su situación.
Fundación Sistema. Regida por José Félix Tezanos, publica revistas de análisis y pensamiento político, como Sistema (especializada en sociología) o Temas para el Debate (de análisis y opinión política). También se centra en la investigación y publicación de estudios y monográficos sobre diferentes temas de actualidad.
Solidaridad Internacional. Dirigida por Benjamín Respaldiza Fernández, es una ONG que centra su actividad en las regiones de Hispanoamérica, el Mediterráneo y África, principalmente.
El 9 de abril de 1921, se escinde un grupo de militantes del PSOE, partidarios de la entrada en la III Internacional, fundándose el Partido Comunista Obrero Español. Este partido se fusiona con el Partido Comunista Español, dando lugar al Partido Comunista de España.
En 2018 se produce el nacimiento del Partido Socialista Libre Federación, por la unión de escisiones locales del PSOE con la militancia de Alternativa Socialista. Se considera heredero del Partido Socialista Federal. El anteriormente primer secretario de Alternativa Socialista, Carlos Martínez, será también el secretario general del nuevo partido.
Simbología
El logotipo actual del PSOE data del año 2001. Contiene el puño y la rosa, ambos símbolos de la socialdemocracia y del Partido Socialista Francés, cuyo emblema se tomó como modelo cuando se diseñó el imagotipo original en 1977. Dicho imagotipo es obra del diseñador gráfico José María Cruz Novillo.
Probablemente a partir de la década de 1920,[130] el PSOE comenzó a usar como símbolo oficial un dibujo compuesto por un yunque con un libro y un tintero con una pluma sobre él; pero se desechó en diciembre de 1977, cuando fueron adoptados el puño y la rosa.[131] El símbolo antiguo representaría la unión de «Trabajo e inteligencia».[130]
El 3 de octubre de 1998, el PSOE lanzó un cambio de imagen obra del estudio de diseño Rafael Celda y Asociados.[132] Este rediseño no cuajó y recibió el adjetivo de «alcachofa» debido a su diseño más abstracto y menos similar al de la rosa de Cruz Novillo, con lo que se retiró progresivamente, siendo usado durante la campaña de Joaquín Almunia y en el Congreso del PSOE del 2000.[133]
Desde julio de 2001 se metió al imagotipo en un cuadrado rojo a la derecha, y a la izquierda se colocaron las siglas del partido en otro cuadrado, con la tipografía Interstate, revisión hecha por el diseñador gráfico Claret Serrahima. Anteriormente el logotipo se basó en el imagotipo y las siglas en el tipo Helvética bajo el mismo.[134]
En 2013 el partido realizó un proceso de renovación de la identidad corporativa en el que se intentó reemplazar el logotipo actual en favor de otro más desenfadado, simple y amable, que elimina el puño y añade la rosa a la palabra «socialistas». Este proceso se inició con la Conferencia Política del PSOE de noviembre de 2013; sin embargo, dejó de ser utilizado en los años posteriores, particularmente en 2015, cuando el logotipo original retomó protagonismo en la propaganda del partido.[135]
Logotipo del PSOE entre los años 20 y 70.
El logotipo del Partido Laborista de los Países Bajos fue usado provisionalmente por el PSOE entre 1976 y 1977.
Logotipo del PSOE desde 1977 hasta 2001 (coexistiendo con el siguiente logo desde 1998).
Logotipo usado desde el 2001 alternadamente con sus posteriores variantes.
Logotipo del PSOE desde 2013 hasta 2015
Variante de la marca PSOE en 2015
Variante de la marca PSOE en 2017
Variante de la marca usada a partir de 2019.
Logotipo utilizado a partir de 2023, manteniendo parte de la variante de la marca de 2019.
El Partido Socialista Obrero Español, al igual que otros partidos políticos, se ha visto involucrado en diversos casos de corrupción, de entre los que destaca el Caso ERE de Andalucía.
Algunos términos utilizados en relación con el PSOE
Barón. Se refiere a los líderes regionales. Entre los barones se encuentran Adrián Barbón (presidente de Asturias) y Emiliano García-Page (presidente de Castilla-La Mancha). El término «barón» es más coloquial que oficial, y representa la trascendencia que tienen estas personas dentro del partido.
Izquierda Socialista. Izquierda Socialista es una corriente organizada del PSOE, fundada en 1979. Históricamente ha representado el ala más radical del PSOE, y en su origen aglutinó a los partidarios de mantener el carácter marxista del Partido durante el XXVIII Congreso. Entre los portavoces de Izquierda Socialista, cabe destacar a Pablo Castellano (hasta 1987) y Antonio García-Santesmases.
Guerristas y renovadores. El «guerrismo» agrupaba a los partidarios, dentro del Partido, del histórico dirigente Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE durante la dirección de Felipe González y vicepresidente del Gobierno entre 1982 y 1991. Entre ellos se contaban figuras tan reconocidas como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Acosta Cubero o Matilde Fernández. En general, se situaban en el ala izquierdista del partido, en contraposición a los planteamientos más centrados de los «renovadores», partidarios de Felipe González. Las corrientes «guerrista» y «renovadora» tuvieron su mayor protagonismo durante el enfrentamiento soterrado entre González y Guerra por el control del partido, que ganó virulencia a raíz de la salida de Guerra del Gobierno en 1991 y culminó en el XXXIII Congreso Federal (1994) con el triunfo de los «renovadores» liderados por González.
Terceristas. Se denominaba «terceristas» a los socialistas partidarios de que el partido abandonara la II Internacional (socialista) para ingresar en la III Internacional tras el triunfo de la Revolución rusa y el nacimiento del Komintern. A lo largo de los tres Congresos Extraordinarios que el PSOE celebró para tomar una decisión al respecto (1919, 1920 y 1921), los terceristas consiguieron la mayoría en 1920, aunque el año siguiente el partido rechazó nítidamente el ingreso en la órbita comunista. Distintos sectores terceristas protagonizaron, ante la moderación de los dirigentes del PSOE, diferentes escisiones del partido, que culminaron en la fundación, en 1921, del Partido Comunista de España.
Sanchistas y susanistas. Con la fractura del PSOE en la crisis de 2016, se definieron dos grandes bandos dentro del partido, uno que apoyaba al exsecretario general Pedro Sánchez y otro que apoyaba a la entonces presidenta de la Junta de Andalucía y candidata del aparato del partido, Susana Díaz. Esta división se subsanó en las primarias socialistas de 2017, cuando Pedro Sánchez ganó contundentemente las elecciones con el 50,2 % de los votos.[136]
↑La candidatura a la presidencia del Gobierno de Josep Borrell supuso una situación de «bicefalia» en el PSOE, oponiéndose a este primero, que tenía un escaso apoyo en la estructura interna del partido,[47] el secretario general del partido y que, tras la renuncia del primero, fue finalmente el candidato a las elecciones generales de 2000, Joaquín Almunia.
↑Investido en primera votación durante el primer debate de investidura con el apoyo de IU (5), ERC (8), CC (3), BNG (2), y CHA (1), que suman 183 escaños.
↑Entre el 30 de mayo y el 1 de junio de 2018, se produjo una moción de censura exitosa que desalojó al gobierno de Mariano Rajoy (PP) e invistió a Pedro Sánchez (PSOE) como presidente del gobierno con 180 votos a favor, 169 en contra, y 1 abstención.
↑Investido en segunda votación durante el primer debate de investidura por mayoría simple de 167 adhesiones sobre 165 votos en contra y 18 abstenciones.
↑Nordsieck, Wolfram (2019). «Spain». Parties and Elections in Europe. Archivado desde el original el 26 de enero de 2016. Consultado el 28 de abril de 2019.
↑ ab«Wayback Machine». web.archive.org. 3 de marzo de 2016. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 17 de octubre de 2021.
↑Field y Botti, 2013, p. 23. «Aznar's PP government, which arrived at the Moncloa executive palace for the first time since the country's return to democracy, inagurating the alternation between the center-left PSOE and center-right PP»
↑Juliá, Santos (1997). Los socialistas en la política española, 1879-1982. Madrid: Taurus. pp. 507-508. ISBN84-306-0010-8. «En condiciones de semilegalidad e impregnados todavía del lenguaje de lucha antifranquista o de conquista de las libertades, los socialistas [en el 27 Congreso de 1976] ratificaron una vez más la validez del programa fundacional del PSOE por el "extraordinario rigor científico con que fue elaborado". Hay que tener en cuenta, había dicho Alfonso Guerra, "que la única declaración fundacional de un partido en la que participó Karl Marx fue en la declaración del PSOE". Razón de más para que el partido se definiera, casi cien años después, en el primer congreso que celebraba en España tras el largo exilio, como un "partido de clase y, por lo tanto, de masas, marxista y democrático". (...) El PSOE de 1976 se definía, pues, desde su base a la cima, como partido marxista y nadie parecía estar a disgusto con esa identidad aunque no todos estuvieran de acuerdo en lo que significaba o implicaba. La identificación como marxista del partido socialista era la pieza central de un entramado ideológico y de una perspectiva estratégica cimentada sobre una teoría de la transición al socialismo».
↑De la Cueva Merino, Julio (2002). «Hacia la República laica: proyectos secularizadores para el Estado republicano». En Julio de la Cueva y Feliciano Montero (eds.), ed. Laicismo y catolicismo. El conflicto político-religioso en la Segunda República. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá. p. 31. ISBN978-84-8138-848-0. «Fue también por iniciativa socialista que cuajó la principal iniciativa de defensa del laicismo en vísperas de la República: la Liga Nacional Laica, fundada en marzo de 1930».
↑«Detalle de Elecciones». web.archive.org. 9 de febrero de 2009. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2009. Consultado el 17 de octubre de 2021.
↑Amoretti y Bermeo, 2004, p. 142. «while the Conservatives (PP) sought to defend the constitution in its current state, the Socialists (PSOE) sought to reform the constitution along a federalist path»
Por todas estas razones, el Partido Socialista Obrero español declara que su aspiración es:
Abolición de clases, o sea emancipación completa de los trabajadores. — Transformación de la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera. — Posesión del Poder político por la clase trabajadora. Y como medio de acercarnos a la realización de este ideal, los siguientes: Libertades políticas. — Derecho de coalición o legalidad de las huelgas. — Reducción de las horas de trabajo. — Prohibición del trabajo de los niños menores de nueve años, y de todo trabajo poco higiénico o contrario a las buenas costumbres para las mujeres. — Leyes protectoras de la vida y de la salud de los trabajadores y creación de Comisiones de vigilancia, elegidas por los obreros, que visitarán las habitaciones en que éstos viven, las minas, las fábricas y los talleres. — Protección a las Cajas de socorros mutuos y pensiones a inválidos del trabajo. — Reglamentación del trabajo de las prisiones. — Creación de escuelas gratuitas para la primera enseñanza y de escuelas profesionales, en cuyos establecimientos la instrucción y la educación serán laicas. — Justicia gratuita y Jurado para todos los delitos. — Servicio de las armas obligatorio y universal y milicia popular. — Reforma de las leyes de enjuiciamiento y desahucio y de todas aquellas que tiendan directamente a lesionar los intereses de la clase trabajadora. — Adquisición por el Estado de todos los medios de transporte y circulación, así como de las minas, bosques, etc., etc. y concesión de los servicios de estas propiedades a todas las Asociaciones obreras constituidas o que se constituyan al efecto. — Y todos aquellos medios que el Partido Socialista Obrero español acuerde, según las necesidades de los tiempos.
↑Diamandouros, P. Nikiforos; Gunther, Richard; Gunther, Professor Department of Political Science Richard; Staff, Social Science Research Council; Staff, American Council of Learned Societies (11 de junio de 2001). Parties, Politics, and Democracy in the New Southern Europe(en inglés). JHU Press. ISBN978-0-8018-6518-3. Consultado el 17 de octubre de 2021.
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