La inmigración húngara en Chile tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX, aunque no fue una corriente migratoria numerosa como otras de origen europeo. A su vez, Chile fue un importante punto de paso para los húngaros hacia países anglosajones como Estados Unidos, Canadá y Australia. Según algunos datos, en la actualidad viven 1.306 ciudadanos húngaros en Chile,[3] pero no existe un registro del número de personas de ascendencia húngara que viven en el país, el que se estima de 2.000 personas aproximadamente, siendo el quinto más grande de América Latina, tras Brasil, Argentina, Venezuela, y Uruguay.[4]
Corrientes migratorias
La inmigración húngara hacia América Latina ha sido objeto de diversas investigaciones, centradas en las relaciones históricas entre Hungría y América Latina. En particular, se han identificado tres corrientes migratorias de húngaros hacia América Latina:[5]
Actividad de los jesuitas húngaros en América Latina en el siglo XVIII.
En el siglo XVIII, un pequeño número de húngaros emigraron a América Latina como misioneros jesuitas. Además de predicar la fe, su contribución era valiosa en otros campos como la medicina, la arquitectura y la geografía, y varios enseñaban en colegios y universidades.
En 1870, el Imperio austrohúngaro firmó tratados de amistad, comercio y navegación con Uruguay, Argentina, Chile y Perú, lo que garantizó la igualdad ante la ley de sus ciudadanos emigrantes y marcó un hito importante en el desarrollo de la emigración húngara a la región.
Uno de los primeros húngaros en establecer vínculos con Chile fue Alberto Liptay (1859-1922), un médico y lingüista que ingresó a la Armada de Chile por recomendación de Federico Puga Borne, médico, profesor y político chileno. Liptay ejerció como cirujano a bordo del buque Angamos durante la Guerra del Pacífico.[8]
Además de Liptay y Gáspár, se sabe de algunos otros húngaros que llegaron a Chile durante la primera ola de inmigración, como Ábel József, Pál András Tuza, János Damján, Miksa Neumann, Jakab Jung, Dezső Schmidt, Dr. András König y Emerich Kovács.
En particular, en Chile, la inmigración húngara se concentró en las décadas de 1930 y 1940, con un segundo pico en la década de 1950 tras la Revolución húngara. Aunque el número total de inmigrantes húngaros en Chile nunca fue muy alto, su presencia tuvo un impacto significativo en la cultura y sociedad chilena, especialmente en las áreas de las artes y la ciencia.
Los húngaros en Chile: Una huella duradera en la historia
János Holota (1890-1958) fue un abogado y político húngaro. Desempeñó un papel importante en la política de Checoslovaquia como representante de la minoría húngara en la Asamblea Nacional.
Miklós Hidas (1902-1956) fue un ingeniero eléctrico y activista político húngaro. Durante la Segunda Guerra Mundial, participó en la fundación de la «Sociedad Cultural y Deportiva Concordia» y se unió al Partido Comunista de Chile. Tras la prohibición del partido en el país, Hidas se convirtió en uno de los líderes del movimiento comunista clandestino.
Esteban Kemény (1908-1992) fue un médico húngaro. Quien fundó el 6 de mayo de 1939 la Escuela de Dietistas, hoy Escuela de Nutrición y Dietética.[15][16]
Lola Botka (1910-2006) fue una bailarina húngara. Junto a Ernst Uthoff, fue invitada a formar la primera escuela de danza y el primer ballet profesional en la Universidad de Chile, el Ballet Nacional Chileno. Durante los primeros años se desempeñó como maestra e intérprete, ejecutando los papeles centrales de los primeros ballets de Uthoff.[17]
Károly Zsedényi (1910-2002) fue un maestro de ballet, coreógrafo y pianista húngaro. Llegó a Chile en 1952 como refugiado. Además, fue fundador del Ballet Experimental en el año 1954.[19]
En la actualidad, la comunidad húngara en Chile sigue siendo pequeña pero activa, y ha logrado mantener sus tradiciones y cultura a través de diversas actividades y organizaciones. Además, los descendientes de los inmigrantes húngaros han logrado destacar en diversos ámbitos, como la política, la academia y la cultura.
Chilenos de ascendencia húngara
Edith Fischer (1935-) es una pianista chilena. Se destaca por sus interpretaciones del ciclo completo de las Sonatas para piano de Beethoven.[22]
Susana Wald (1937-) es una artista plástica nacida en Hungría y posteriormente nacionalizada chilena y canadiense. Ha gestionado exposiciones surrealistas y editado numerosas revistas y catálogos de artistas y poetas surrealistas.[23]
Mariann Maár (1941-) es una reconocida fotógrafa de origen húngaro.[24]
Julia Unger Kremer, conocida artísticamente como Yaël Unger (1941-) es una actriz chilena de origen uruguayo, con una larga trayectoria en teatro y televisión.
Attila Csendes (1941-) es un médico cirujano chileno-húngaro. Conocido como el «padre de la cirugía digestiva” en Chile».[25][26]
Edgar Fischer (1942-) es un chelista, músico orquestal y profesor de chelo chileno.[27]
Jozsef Ambrus (1944-) es un geólogo y montañista chileno-húngaro. Considerado uno de los precursores del andinismo moderno, algunas de sus primeras ascensiones de los años 60 se han convertido en rutas clásicas de la escalada extrema en los Andes Centrales.[28][29]
«Rendir homenaje a Hungría con motivo de que en 1996 se cumplen mil 100 años del establecimiento de los húngaros en su suelo patrio, y de que, además, este mes se cumplen 40 años de la Revolución de 1956 donde por primera vez un país entero se atrevió a levantarse en armas en contra del dominio de la hoy ex Unión Soviética, constituye, sin lugar a dudas, motivo de especial orgullo y honor. Orgullo no sólo por descender de esa nación, sino por encontrar más semejanzas que elementos que nos diferencian entre el pueblo chileno y el húngaro.
[...] Cómo no recordar la acción de húngaros en Chile: al que ofrendó su vida en el Combate Naval de Iquique; a quien también la sacrificó buscando un camino en Aisén, desde Cochrane hacia el Pacífico. Cómo no rendir un homenaje a tanto artista, científico, empresario, profesional y personas que, como chilenos, se han adentrado en el alma nacional».
Discurso del Senador Antonio Horvath en homenaje a Hungría en el Congreso Nacional, 9 de octubre de 1996[30]
Carlos Caszely (1950-) es un periodista deportivo y exfutbolista chileno que jugaba de delantero.
La comunidad húngara en Chile siempre ha sido pequeña, con un estimado de 150 personas en 1920, 300 personas en 1930 y 600 personas en 1936. Actualmente, se estima que hay entre 2.000 y 2.500 personas, organizadas en alrededor de 800 familias. La mayoría de los emigrantes húngaros llegaron a Chile por motivos políticos. Por lo tanto, este resumen se divide en dos partes para reflejar esta realidad: la primera se centrará en la historia de la comunidad antes de 1989 y la segunda se centrará en la vida de la comunidad después de 1989.[31]
Desafortunadamente, en un incendio, el Salón Húngaro fue destruido, pero la colonia italiana brindó su ayuda al prestar un lugar para que los húngaros pudieran continuar con sus actividades. En 1936, el círculo alquiló un departamento céntrico de cuatro ambientes para alojar a una colonia de unos 600 miembros.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, parte de los emigrantes húngaros dejó su país debido a persecuciones por sus ideas políticas o por leyes religiosas discriminatorias que entraron en vigor. Algunos miembros de la colonia húngara no estaban dispuestos a aceptar la postura neutral del «Círculo Húngaro y Sociedad de Socorros Mutuos de Chile», por lo que fundaron otras dos asociaciones: la «Sociedad Cultural y Deportiva Concordia», formada en su mayoría por socios de ideas de izquierda, y la «Sociedad Filantrópica M.A.s.Z.E.», fundada por un grupo de judíos húngaros de Chile que se separaron debido a disidencias religiosas.[32][33] Durante la guerra, estas tres agrupaciones a veces colaboraban en acciones comunes.
Sociedad Cultural y de Socorros San Esteban y otros
Actualmente podemos mencionar a tres instituciones húngaras:[35]
Asociación Chileno-Húngara de Cultura: Fundada en 1989, esta asociación busca congregar a los húngaros y sus descendientes residentes en Chile, sin distinción de creencias religiosas o inclinaciones políticas. Su principal labor recae en la organización de celebraciones patrias, conmemoraciones, eventos culturales y cursos de idioma húngaro de distintos niveles.
Cámara Chileno-Húngara de Comercio: Establecida en 1990, tiene como objetivo fortalecer las relaciones comerciales y económicas bilaterales entre Chile y Hungría. Desde 2016, es parte de la Cámara Nacional de Comercio, y en 2018 se afilió a la Eurocámara, reforzando así su papel en el ámbito comercial binacional.
Asociación Artística Folclórica Húngara Duna: Fundada en 2016 y reconocida legalmente el 8 de agosto de 2019, esta asociación sin fines de lucro se dedica a promover la cultura folclórica y tradiciones húngaras, tanto entre los miembros de la comunidad magiar en Chile como entre los chilenos interesados en la cultura húngara.
Este trío de instituciones desempeña un papel crucial en la preservación y difusión de la identidad húngara en Chile, además de fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países.
De Orth a Puskás: El paso húngaro en el fútbol chileno
Los orígenes de la presencia húngara en el fútbol chileno se remontan a la olas migratorias húngaras desde el final de la I Guerra Mundial hasta la revolución de 1956. Fue así como en Chile se notó una gran influencia en las décadas de 1930 y 1960 de los técnicos húngaros en la selección nacional y en algunos clubes de fútbol, principalmente capitalinos. Destacaría en estos años Colo-Colo por ser uno de los equipos más emblemáticos del país y por haber tenido como entrenadores a György Orth, Máximo Garay, Ferenc Platko y János Schwanner, y en la segunda mitad de 1970, al legendario Ferenc Puskás.[36]
El primero en conseguirlo fue Ferenc Platko, siendo tres veces campeón con Colo-Colo. El primer campeonato sería en 1939, luego repetiría el hito en 1941 de forma invicta y en 1953. Esa década cerró con otro húngaro mandando en el fútbol chileno. En 1957, Audax Italiano consiguió el último torneo de su historia bajo la conducción técnica de Lászlo Pákozdi.[38]
Manual práctico para entrenadores e instructores de fútbol
Durante su carrera, Máximo Garay dirigió varios clubes en Argentina y Chile, donde demostró su habilidad y experiencia en la formación de equipos. Además, Garay es reconocido por su contribución al fútbol como autor del libro «Manual práctico para entrenadores e instructores de fútbol», publicado en 1971 por Impresos Planet en Santiago de Chile.[41]
Relaciones literarias
La vuelta a la Tierra
«La vuelta a la Tierra» es un extenso cuaderno de viaje escrito por el médico húngaro Ferenc Gáspár a principios del siglo XX, que relata sus viajes por Chile y otros países. La obra consta de seis gruesos volúmenes con cubiertas decorativas, y fue publicada en Budapest entre 1906 y 1908 gracias al apoyo del Instituto Literario Singer y Wolfner Rt. La obra, que contiene alrededor de 1.200 ilustraciones y supera las 3.100 páginas impresas, no fue reimpresa ni publicada en formato electrónico hasta el año 2020.
«La vuelta a la Tierra» es una obra relevante en la relación literaria entre Chile y Hungría, ya que es un testimonio de primera mano de un húngaro sobre la cultura, la gente y los paisajes de Chile. La obra también es un ejemplo temprano de la literatura de viajes en Sudamérica.
Selección de las joyas de la poesía hispanoamericana
Antes de ser galardonados con el premio Nobel, Pablo Neruda y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, realizan en 1965 un viaje a Hungría y como resultado de esta visita nace el libro que lleva por título «Comiendo en Hungría». Se trata de un libro de viaje que es a la vez gastronómico, donde los autores dedican poemas y artículos breves a los vinos húngaros y a la comida húngara, entre ellos a la sopa de pescado y al gulash.[42]
El nombre de la montaña se debe a un aventurero húngaro que exploró la Patagonia chilena. Durante una expedición en busca de un camino que conectara Cochrane con el Pacífico sur, desapareció sin dejar rastro. La montaña es un homenaje a su valentía y espíritu explorador.
Torbágyi, P. (2008). Magyar vándormozgalmak és szórványközösségek Latin-Amerikában a második világháború kitöréséig. Szegedi Tudományegyetem. Történeti Doktori Iskola, 166–171.[1]
En español
Thomázy, G. (2020). Lola Botka, la fundadora húngara del Ballet Nacional Chileno. Acta Hispanica, 25, 53–64.[2]