La arquidiócesis tiene 5676 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en la mitad de los condados de Galway y de Mayo, además de una pequeña parte del condado de Roscommon. Abarca desde el río Shannon al oeste hasta el mar y por extensión es la circunscripción eclesiástica católica más grande de Irlanda.
En 2020 en la arquidiócesis existían 56 parroquias agrupadas en 8 decanatos.
Historia
La diócesis de Tuam fue erigida en el primer cuarto del siglo VI, después de que Patricio hubiera evangelizado el territorio en el siglo anterior. Originalmente, la diócesis comprendía solo una parte de la diócesis actual y era una jurisdicción monástica, como las otras diócesis irlandesas de la época.
En 1111 el Sínodo de Ráth Breasail marcó la transición a una jurisdicción diocesana siguiendo el modelo del continente europeo, sin embargo, el legado de la jurisdicción monástica sobrevivió en este rincón de Irlanda incluso en el siguiente Sínodo de Kells en 1152, en el que se elevó la diócesis de Tuam al rango de arquidiócesis metropolitana, debido principalmente a la importancia política de la ciudad como sede del rey de ConnachtRuaidrí Ua Conchobair que impuso su supremacía sobre toda Irlanda. El Sínodo de Kells suprimió la diócesis de Cong, cuyo territorio se incorporó a la arquidiócesis de Tuam.
La diócesis de Enachdune (hoy Annaghdown) no mencionada en el Sínodo de Ráth Breasail, fue reconocida en cambio por el Sínodo de Kells. De 1253 a 1306 se suprimió la sede y se unió su territorio con la arquidiócesis de Tuam. En 1306 el deán y el Capítulo de Enachdune eligieron al obispo Gilbert sin obtener el permiso previo del rey y a pesar de que la sede fue suprimida. El arzobispo de Tuam apeló a la Santa Sede, pero el obispo Gilbert, ya consagrado, permaneció en el cargo. Los arzobispos de Tuam intentaron durante unos 250 años imponer su jurisdicción sobre la abadía de Annaghdown y sobre las parroquias en cuestión, chocando con los abades que intentaban mantener su independencia. En 1484 las reclamaciones de los abades encontraron un resultado con la erección de la custodia de Galway, una jurisdicción cuasi-episcopal, que fue abolida en 1830 a favor de la erección de la diócesis de Galway (hoy diócesis de Galway y Kilmacduagh).
Entre los siglos XII y XIII los arzobispos de Tuam rechazaron las pretensiones de los arzobispos de Armagh sobre las iglesias fundadas por san Patricio en la arquidiócesis de Tuam, en una disputa que terminó en 1211. A su vez, los arzobispos de Tuam reclamaron el poder metropolitano sobre las diócesis de Ardagh y Kilmore, pero en 1235 el papaGregorio IX resolvió la disputa a favor de Armagh.
En la segunda mitad del siglo XIII la sede del obispado fue durante algún tiempo la ciudad de Athlone.
En el momento de la Reforma protestante de 1534 buscada por Enrique VIII de Inglaterra la arquidiócesis estaba encabezada por Christopher Bodykin, quien mantuvo una actitud prudente y no fue perseguido por las autoridades. En efecto, en 1558 pudo realizar una visita pastoral, cuyas actas proporcionan preciosos indicios históricos. Sus sucesores, Nicholas Skerret y Miler O'Higgens, se vieron obligados a exiliarse: el primero murió en Lisboa y el segundo en Amberes.
En 1631 la diócesis de Mayo, que ya había sido formalmente suprimida en 1202, pero cuyos obispos habían sido nombrados durante siglos, fue definitivamente suprimida y unida a la arquidiócesis de Tuam. A su vez, la diócesis de Mayo incluía la antigua sede monástica de Aghagower, que no había sobrevivido a la reorganización de las diócesis irlandesas del siglo XII.
En el siglo XVII destaca por su patriotismo la figura del arzobispo Malachy O'Queely, que quiso encabezar el ejército durante las rebeliones irlandesas de 1642-1645, encontrando su muerte en batalla.
Esta parte de Irlanda fue la que más sufrió durante la Gran hambruna irlandesa de la década de 1840. Durante este período, los protestantes intentaron convertir a los católicos ofreciendo alimentos a las familias que enviaban a sus hijos a sus escuelas. A pesar de la gran pobreza, muchos católicos rechazaron la oferta para mantener su fe. En general, durante el siglo XIX la arquidiócesis logró dotarse de nuevas iglesias y nuevas escuelas y al mismo tiempo se dedicó a combatir algunos flagelos sociales, como el alcoholismo y la delincuencia.
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2021 la arquidiócesis tenía a fines de 2020 un total de 143 786 fieles bautizados.
(en inglés) Henry Cotton, The Succession of the Prelates and Members of the Cathedral Bodies of Ireland. Fasti ecclesiae Hiberniae, Vol. 4, The Province of Connaught, Dublín, Hodges and Smith, 1850, pp. 1-12