Ele aprendeu com suas antepassadas a língua que era utilizada pelos Chanás, sendo chamado de Tató Oyendén (homem depositário da memória ancestral). Ele reside com sua mulher na cidade de Paraná e se dedica a ensinar e divulgar a sua língua e sua cultura. A lanték chañá era considerada uma língua extinta antes de Agó ser entrevistado pelo linguista argentino José Pedro Viegas Barros,[1][2][3][4][5] com quem ele escreveu em parceria o livro "La Lengua Chaná: Patrimonio Cultural de Entre Ríos". O livro foi publicado pela editora do governo provincial de Entre Ríos, como reconhecimento pelos esforços para a declaração oficial do lanték como Patromónio Cultural da Província de Entre Ríos.[6]
↑Rosa, Juan Justino da (2013). «Historiografía lingüística del Río de la Plata: las lenguas indígenas de la Banda Oriental». Boletín de filología (em espanhol). 48 (2): 131–171. ISSN0718-9303. doi:10.4067/S0718-93032013000200007. En los primeros años del siglo xxi, la noticia que divulga el periodista entrerriano Daniel Tirso Fiorotto (2005) sobre la existencia de un hablante chaná de 71 años, empleado de vialidad, radicado en Nogoyá (Entre Ríos), da oportunidad a que José Pedro Viegas Barros haga contacto inmediato con el hablante mencionado, llamado Blas Wilfredo Omar Jaime, e inicie una secuencia de entrevistas para estudiar los vestigios de una lengua que se consideraba extinguida dos siglos antes. En el término de cuatro años, Viegas pudo hacer un inventario de más de 250 voces y expresiones, cotejar la información obtenida con la del Compendio del idioma de la nación chaná, de Larrañaga (1815)...