Lírica cancioneril españolaSe denomina habitualmente lírica cancioneril a la compuesta durante los siglos XIII a XVI y recopilada en antologías elaboradas por algún coleccionista de poemas denominadas cancioneros. Restrictivamente, el marbete «lírica cancioneril» designa en particular al tipo de lírica que se dio en Castilla durante el siglo XV principalmente. DefiniciónLos cancioneros son florilegios poéticos que reflejaban los gustos estéticos de los coleccionistas que los formaban. Algunas de esas colecciones llegaron a ser divulgadas por la imprenta, pero otras se han conservado en copias manuscritas. Clases de cancionerosLos cancioneros podían elaborarse sobre un género literario, sobre un autor o sobre una temática determinada. A veces, incluso, reflejaban la producción de un círculo poético concreto, de una escuela o corriente estética o de una ciudad. Algunos poseen la transcripción de la partitura musical que solía acompañar las canciones; otros no. Sea como fuere, son fuentes muy importantes para conocer no solo la lírica cortesana de esos siglos, sino también la popular y la tradicional Los primeros cancioneros conocidos son antologías de poesía gallego portuguesa, de la que debió haber un gran caudal en los siglos XIII y XIV. A esta época pertenecen los tres más famosos e importantes:
A ellos se puede añadir el Cancionero de Martín Codax, conocido también como Las siete canciones de amor, (editado por Vindel en Madrid, 1914). Todos estos cancioneros muestran dos direcciones estéticas:
La primera tiene un valor fundamentalmente técnico y a ella responde principalmente el contenido del Cancionero de Ajuda y la obra de Pero Barroso, Alfonso X el Sabio, Fernán Gonçalves o Men Rodríguez Tenorio. Al segundo tipo de inspiración pertenece la lírica popular representada por poetas como Joan Zorro, Pero Meogo, Ayras o Airas Nunes, el rey don Dionis, Martín Codax, Payo Gómez Chariño, Meendiño y Nuño Fernandes Torneol. Cancioneros castellanosCancioneros generales
Cancioneros particularesSe llaman así por estar consagrados a un solo poeta. Entre los muchos conservados, destacaremos los de Gómez Manrique, fray Ambrosio de Montesino, Garci Sánchez de Badajoz y Juan del Encina. Cancioneros musicalesTienen la particularidad de que en ellos se conservan tanto la música como la letra de las composiciones antologadas. De entre ellos, reseñaremos el Cancionero de Palacio, el de la Colombina, y el Cancionero de Juan del Encina, ya citados, el Cancionero de Upsala (editado por R. Mitjana, Upsala, 1909), el de Elvas, el Cancionero de Segovia, y el del Duque de Medinaceli; el Libro de música de Luis Millán, el Libro de música de Diego Pisador, el Libro de música intitulado Orphenica lyra, de Miguel de Fuenllana, la Silva de Sirenas, de Enríquez de Valderrábano, el Delfín de música de Luis de Narváez o el Cancionero poético-musical del siglo XVII recogido por Claudio de la Sablorara. A partir de mediados del siglo XVI se hicieron también cancioneros de romances que se conocen con nombre de Romanceros. Fuentes
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