José Vilches
José Vilches Gómez (Málaga, c. 1810-Saigón, 1890) fue un escultor y diplomático español. BiografíaNació a comienzos del siglo XIX.[nota 1] Natural de Málaga, muy joven aún se dio a conocer en Andalucía por sus grupos de costumbres, algunos de los cuales se conservaban en el Real Palacio de Madrid.[2] Fueron obra suya trece medallones colosales representando a Jesucristo y los doce Apóstoles.[2] Después de estudiar en Roma durante algunos años regresó a España, trabajando en varios puntos de Andalucía y en Madrid diferentes obras, como los relieves que ofreció a la reina María Cristina; Una Magdalena, y los bustos en mármol de Juan Enríquez, Antonio María Esquivel y otros.[2] Nuevamente regresó a Roma algún tiempo después y fijó su residencia en dicha ciudad, y la Academia de Nobles Artes de San Fernando, que le había nombrado académico supernumerario en 16 de agosto de 1840, le nombró director de los pensionados en Roma.[2] Sus obras principales fueron la estatuas colosales de Homero y Andrómaca;[nota 2] por las que fue premiado en la Exposición de 1856 con una medalla de segunda clase y pertenecientes a la colección del Museo nacional; la del cardenal Cisneros, que figuraba en el mismo museo;[nota 3] las estatuas, también colosales, de los Reyes Católicos;[nota 4] las de Isabel II y Francisco de Asís de Borbón;[nota 5] un bajorrelieve en mármol representando a Alejandro domando a Bucéfalo; un busto de la reina Isabel II regalado al papa Pío IX en 1863 cuando visitó el estudio de este artista; un busto colosal de Julián Romea, en barro, y una estatua de El amor casto.[2] Falleció en Saigón en 1890.[7] Notas
Referencias
Bibliografía
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