La escolopendra (en griego Σκολοπένδρα, Skolopéndra, esto es, «milpiés»), era un monstruo marino citado tan sólo por Eliano. El autor no indica quiénes fueron los progenitores de la criatura y la especie no ha podido ser identificada a día de hoy:
«Observando y analizando durante mucho tiempo y con todo el interés de que soy capaz estos temas y lo referente a ellos, he llegado a la conclusión de que la escolopendra es un monstruo marino y que, de los monstruos marinos, éste es el mayor y que uno no se atrevería a contemplarlo varado en la playa. Dicen algunos meticulosos observadores de las cosas del mar que las han visto flotando y que todo lo que es cabeza sobresalía de la superficie. Además según ellos, muestran larguísimos pelos saliendo de sus narices y la cola es plana y semejante a la cola de la langosta. El resto de su cuerpo se ve flotando sobre las olas y su tamaño es comparable a un trirreme grande. Nadan con muchas patas dispuestas en línea a uno y otro lado, como si dichas patas estuviesen encajadas en clavijas cual remos (aunque la expresión es un tanto atrevida) empujándose a sí mismas. Así pues, los entendidos en tales materias dicen que el oleaje emite, como un eco, un suave murmullo y lo que dicen me convence».[1]
Eliano también se refiere, en otro relato, al ciempiés (scolopendra morsitans).[2]
Véase también
Referencias
- ↑ Eliano: Historia de los animales (De Natura Animalium) XIII, 23
- ↑ De Natura Animalium, X I 19, 28; XV 26