La diócesis tiene 1917 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en parte de la región de Lombardía (sigue la estructura administrativa prenapoleónica), comprendiendo:
En 2021 en la diócesis existían 222 parroquias agrupadas en 5 zonas pastorales numeradas del 1 al 5.
Historia
Situada en un contexto estratégico en las vías de comunicación del norte de Italia, Cremona pronto tuvo que acoger a los misioneros cristianos, aunque ahora está históricamente establecido que la fundación de la comunidad cristiana por san Bernabé en el siglo I es sólo el resultado de leyendas medievales. Los primeros testimonios de la expansión del cristianismo en Cremona están vinculados a la figura de san Eusebio, discípulo de san Jerónimo, entre los siglos IV y V.[1]
A esta misma época se remonta la erección de la diócesis. El primer obispo históricamente documentado es Giovanni, que participó en el concilio provincial milanés de 451, lo que indica que Cremona era originalmente sufragánea de la arquidiócesis de Milán. Hay poca información sobre la diócesis en los siglos siguientes, en los que sólo se conocen otros dos obispos, Eustachio (501) y Desiderio (680). Sólo a partir de Stefano, a finales del siglo VIII, la serie episcopal cremonesa se mantuvo casi ininterrumpida hasta nuestros días.[2]
El renacimiento de la diócesis coincide con el fin de la dominación lombarda y el comienzo del período carolingio. A partir del siglo VIII y a lo largo de los siglos IX y X, los obispos cremoneses obtuvieron del emperador diversos privilegios y exenciones. El emperador Lotario I confirmó al obispo Pancoardo (mediados del siglo IX) todos los privilegios y posesiones de la Iglesia cremonesa, que también se extendía al sur de la línea del río Po.[3]
Liutprando, en la segunda mitad del siglo X, fue probablemente el obispo más famoso de la época medieval. Fue un famoso diplomático y cronista y emprendió una difícil misión en Constantinopla. Fue el responsable de haber importado a Cremona el culto a san Himerio, obispo de Amelia, quien fue el santo patrón de la ciudad durante mucho tiempo, antes de que se estableciera el culto a san Homobono.[2]
El obispo Sicardo participó en las cruzadas a principios del siglo XIII. Fue también un ferviente promotor del culto a san Homobono, que murió en Cremona el 15 de noviembre de 1197, y recibió la aprobación del culto de la Santa Sede ya el 12 de enero de 1198 con la bulaQuia pietas del papaInocencio III.[4] Sicardo también dejó una crónica para la posteridad.[5]
El obispo Sicardo obtuvo en 1212 que las parroquias de Crema (tanto en la ciudad como en el campo) fueran devueltas a la diócesis después de que el papa Alejandro III las hubiera confiado a la diócesis de Plasencia, pero debido a la presión de la comuna de Crema en 1284 la división de las mismas entre las dos diócesis de Cremona y Plasencia, con la ciudad de Crema dividida dentro de sus propios muros entre las dos jurisdicciones episcopales, situación que se mantendría así hasta finales del siglo XVI.[6]
El primer sínodo diocesano documentado por fuentes contemporáneas se celebró en 1298 durante el episcopado de Rainerio.[2] A finales del siglo XIV el territorio de la diócesis estaba dividido en 30 parroquias, con la presencia de al menos 60 monasterios, tanto masculinos como femeninos, de los cuales 40 sólo en la ciudad episcopal.[5]
En la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo siguiente, Cremona estuvo plagada de guerras. En el período de dominación veneciana fue entregada al obispo Gerolamo Trevisan, quien tuvo que abandonar la ciudad cuando fue reconquistada por los franceses tras la victoria de Agnadello.[7]
El siglo XVI fue un siglo de fuertes contrastes. Cremona fue la ciudad natal, en 1502, de san Antonio María Zaccaría, fundador de la orden de Clérigos Regulares de San Pablo, llamados barnabitas, entre los protagonistas de la Contrarreforma del siglo XVI. Al mismo tiempo también fue el centro de un movimiento a favor de la Reforma luterana. Para contrarrestar esta presencia, fue precisamente en Cremona donde se publicó una de las primeras obras apologéticas antiluteranas, la Revocatio Martini Lutherii del dominicoIsidoro Isolani, publicada en 1519 con una segunda edición ya al año siguiente. Entre los principales partidarios de la aplicación de los decretos tridentinos se encontraba el obispo Niccolò Sfondrati, que convocó sínodos diocesanos, realizó la visita pastoral y fundó el seminario en 1566; esta actividad le valió la elección al trono papal el 5 de diciembre de 1590.[8]
Entre finales del siglo XVI y principios del XVII la diócesis tuvo que ceder una gran parte de su territorio: el 11 de abril de 1580 perdió 21 parroquias tras la erección de la diócesis de Crema mediante la bula Super universas del papa Gregorio XIII;[9] el 12 de febrero de 1601, las 25 parroquias de Oltrepò (en el área entre Monticelli d'Ongina, Zibello y Busseto) ingresaron en la nueva diócesis de Borgo San Donnino (hoy diócesis de Fidenza) mediante la bula Super universas del papa Clemente VII.[10]
Durante la ocupación francesa, el obispo Homobono Offredi obtuvo de Napoleón Bonaparte el cáliz de oro utilizado por san Carlos Borromeo y posteriormente del virrey de Italia la restitución de cuatro iglesias que querían demoler.[11]
El 16 de febrero de 1820, mediante la bula Paternae charitatis del papa Pío VII, Cremona adquirió las parroquias de las diócesis de Parma y Borgo San Donnino que estaban situadas al norte del Po.[12]
Entre los siglos XIX y XX destacó especialmente la figura del obispo Geremia Bonomelli, que impulsó la renovación espiritual y pastoral de la diócesis y que en la cuestión romana «representó durante años el punto de referencia del ala liberal moderada, con sus numerosos escritos y, en particular, con sus intensas y clarividentes cartas pastorales".[13] Giovanni Cazzani fue el obispo que gobernó la diócesis durante las dos guerras mundiales: en su largo episcopado celebró tres sínodos diocesanos.[13] Otra figura importante en el panorama de la Iglesia italiana del siglo XX es el sacerdote y párroco de Bozzolo, Primo Mazzolari, «considerado uno de los precursores o anticipadores del espíritu del Concilio Vaticano II».[13]
En 1975 se dispuso una reorganización territorial de la diócesis, con la abolición de los vicariatos y el establecimiento de unidades pastorales.[14]
El 13 de mayo de 2006 cedió la parroquia de Sant'Antonio abate de Salvirola a la diócesis de Crema.[15]
El capítulo
En la catedral se encuentra el capítulo perenne, oficialmente llamado "Capitolo dei canonici della Beata Vergine Assunta nella chiesa cattedrale di Cremona", el colegio más antiguo e ilustre de la ciudad. Su existencia está atestiguada por el historiador Giuseppe Bresciani ya en el siglo VIII.[16]
A lo largo de la historia, numerosos poderes, propiedades y privilegios han pertenecido al capítulo, cuyos miembros, generalmente cadetes del patriciado, en el siglo IX eran llamados "hermanos canónicos" o "cardenales de la Santa Iglesia de Cremona". Hoy el único privilegio es el uso de la cruz patriarcal (concedida en 1414 por el antipapaJuan XXIII por la hospitalidad recibida).[16]
En cuanto al hábito, tras el Concilio Vaticano II el capítulo renunció al uso del armiño heráldico, la capa magna (concedidos en 1591 por el papa Gregorio XIV, que había sido obispo de Cremona durante treinta años y también entregó al capítulo la reliquia de la Sacra Spina), del manto de hilo rojo con banda de púrpura y lazos, del manto de púrpura y del lazo rojo sobre el tricornio, así como del capa morada, además de las confirmadas por el papa Pío XI en 1923 (los privilegios de los protonotarios apostólicosad instar participantium, con el privilegio de los pontificales, de la mitra y de la cruz pectoral, con el anillo gemado).[16]
Los canónigos, que hoy han conservado el título de monseñor y con derecho a llevar la muceta púrpura, siempre han ejercido un papel importante en el gobierno de la diócesis, con derecho a elegir obispos (hasta las bulas contrarias del papa Bonifacio VIII). Hoy han perdido toda esta relevancia, incluido el nombramiento del administrador diocesano en una sede vacante y el examen de las prácticas administrativas más importantes, actualmente delegadas en el Colegio de Consultores. Desde 1990 el capítulo ya ni siquiera se ocupa de la administración de la catedral: sólo un canónigo forma parte, por derecho, del Consejo Catedralicio, nombrado por el obispo.[16]
Rito oferdiano
A lo largo de los siglos la diócesis de Cremona ha desarrollado su propio rito litúrgico, llamado rito ofrediano, en honor al obispo Offredo degli Offredi, quien lo restauró en el siglo XII. En 1297 el obispo Ranieri impuso la observancia del rito en todas las parroquias: prescripción que tuvo que caer en el olvido, ya que a finales del siglo XV sólo se observaba en la catedral y en las iglesias del Oltrepò. En 1458, gracias a un indulto del papa Calixto III, la diócesis adoptó el rito romano: el rito ofrediano desapareció por completo, aunque algunas costumbres permanecieron hasta el siglo XIX en las liturgias de la catedral y en algunas iglesias de la diócesis de Fidenza.[17]
La información sobre el rito es muy escasa, dado que todos los libros litúrgicos, a excepción del Martirologio, fueron destruidos en un incendio en el Archivo Capitular.[18]
Durante la misa se invocaba frecuentemente (en el Confíteor, el Ofertorio y en el Canon) san Bernabé, llamado Padre nostro y considerado el primer evangelizador de la zona de Cremona. Antes del Introito, se cantaban tropos de la Epístola y durante la Consagración. Los santos venerados en la Iglesia cremonesa fueron nombrados en el canon.[19]
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2022 la diócesis tenía a fines de 2021 un total de 312 400 fieles bautizados.
En 1599 el eclesiástico Biagio Rossi (Blasius Rubeus) compiló el primer catálogo de los obispos cremoneses, cada uno acompañado de una cronología exacta y notas biográficas, a partir de principios del siglo IV. Posteriormente se fueron añadiendo a este catálogo otros nombres hasta completar la lista de obispos hasta san Bernabé (siglo I), considerado el fundador de la diócesis. Posteriormente surgieron muchas dudas sobre la autenticidad de este catálogo, dado que sólo hay tres obispos documentados históricamente hasta Stefano II (fines del siglo VIII).[nota 1]
↑La presente cronología relata el catálogo a partir del siglo IV con exclusión de los datos cronológicos que, según Lanzoni, son resultado de puras conjeturas con errores cronológicos evidentes y «contaminados por fábulas» (op. cit., p. 947); para la lista de presuntos obispos anteriores ver cfr. Lanzoni, op. cit., p. 946; y Sanclemente, op. cit., pp. 1-2. El sitio web de la diócesis informa sólo los nombres de los obispos documentados históricamente, con exclusión de todos los demás.
↑Prueba de la criticidad del catálogo episcopal cremonese, según Lanzoni, es la presencia de este obispo, de nombre germánico, impensable en la Italia siglo IV.
↑Excomulgado y depuesto por simonía por el papa Gregorio VII el 13 de marzo de 1078 permaneció en su sede con el apoyo del emperador.
↑Después de Arnolfo, Gams agrega al obispo Usberto (o Oberto, 1087-1095), confundido con el obispo del mismo nombre del siglo XII. Fedele Savio, Gli antichi vescovi d'Italia dalle origini al 1300. La Lombardia. Parte II. Vol. II: Cremona-Lodi-Mantua-Pavía, Bérgamo, 1932, p. 69.
↑(en italiano) Le origine en el sitio de la diócesis.
↑ abc«Diocesi di Cremona»(en italiano). 17 de noviembre de 2021. Consultado el 17 de noviembre de 2021.
↑El texto del diploma imperial, que contiene los nombres de todas las posesiones sobre las que el obispo ejercía su jurisdicción, en Cappelletti, op. cit., pp. 132-134.
↑Texto de la bula en Cappelletti, op. cit., pp. 181-184.
↑Véase Francesco Piantelli, Folclore Cremasco, Crema, 2ª edic. Arti Grafiche Cremasche, 1985, p. 103 y Cappelletti, op. cit., pp. 247-251 para la bula de erección de la diócesis de Crema que proporcionó una solución a la complicada situación eclesiástica de Crema. Véase también G. Zucchelli, La Cattedrale di Crema, Cremona, edizioni Il Nuovo Torrazzo, 2003, p. 64 (la construcción de la Catedral de Crema fue interrumpida debido al regreso de Crema a la diócesis cremonesa durante el siglo XIII).
↑Decreto de la Congregación para los Obispos del 13 de mayo de 2006 mencionado en el decreto del presidente de la República, que reconoce a los efectos civiles este cambio, publicado en la Gazzetta UfficialeSerie General n. 176 del 31 de julio de 2007, p. 18.
↑Antonio Dragoni, Sulla storia ecclesiastica Cremonese nei primi tre secoli del Cristianesimo. Discorsi, Cremona, 1838, pp. 245 y siguientes.
↑interesantes fragmentos de un Sacramentario episcopal de la época de Offredo, o de poco posterior, están actualmente conservados en el Archivio di Stato di Cremona, recientemente reorganizado y estudiado por Simone Manfredini, Scheda n. 37, en Cremona: una Cattedrale, una città, Cinisello Balsamo, Silvana Editore, 2007, pp. 133-137.
↑En los communicantes se invocaba a los santos venerados en la Iglesia cremonesa, fueran obispos o no; Se creía que muchos de ellos eran obispos de la ciudad y fueron incluidos por Biagio Rossi en el catálogo episcopal cremonés elaborado por él a finales del siglo XVI.
↑ abcdefghiFedele Savio, Gli antichi vescovi d'Italia dalle origini al 1300. La Lombardia. Parte II. Vol. II: Cremona-Lodi-Mantua-Pavía, Bérgamo, 1932, pp. 1-145.