Ácido oleico
El ácido oleico es un ácido graso monoinsaturado de la serie omega 9 típico de los aceites vegetales como el aceite de oliva, cártamo, Aguacate, etc. Ejerce una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.[2] Su fórmula química molecular es C18H34O2 (o bien, desarrollada, CH3(CH2)7CH=CH(CH2)7COOH).[3] Su nombre IUPAC es ácido cis-9-octadecenoico, y su nombre de taquigrafía de lípido es 18:1 cis-9 (también existe el isómero trans-9, el ácido elaídico). La forma saturada de este ácido es el ácido esteárico.[4] Fuentes de ácido oleicoEl ácido oleico se encuentra en la mayoría de las grasas y aceites naturales como el aceite de cártamo, aceite de oliva, palta, aceite de semilla de uvas, aceite de girasol, en de girasol convencional y la carne de cerdo. También en las nueces que son más comunes, las nueces de Brasil,el açaí blanco (Açai Tinga), la castaña de cajú, las avellanas, las almendras, las nueces de pecán, nueces de macadamia, pistachos y también cacahuates.[5][6]
UsosEl ácido oleico se incluye en la dieta humana normal a través del consumo de grasa animal o aceites vegetales. El ácido oleico como su sal de sodio es un componente importante del jabón como un agente emulsionante. También se utiliza como emoliente.[7] Pequeñas cantidades de ácido oleico se utilizan como excipiente en productos farmacéuticos, y como un emulsionante o agente solubilizante de productos en aerosol. BeneficiosEl ácido oleico es una grasa monoinsaturada común en la dieta humana. El consumo de grasas monoinsaturadas se ha asociado con una disminución de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), el colesterol y, posiblemente, el aumento de las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Sin embargo, su capacidad para aumentar el HDL es todavía objeto de debate. El ácido oleico puede ser hipotensor (reducción de la presión arterial) uno de los tantos efectos positivos que conlleva su consumo. Previene el desarrollo de padecimientos cardiovasculares, ayuda a disminuir el colesterol malo o LDL y también los triglicéridos en la sangre. Reduce la resistencia a la insulina Minimiza el riesgo de padecer artritis reumatoide Beneficia al aumento de las defensas porque hay mayor desarrollo de los linfocitos y aumenta la activación de los mismos. Referencias
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