TríasEn la mitología griega, las Trías (en griego antiguo Θριαί; Thriaí) eran las tres doncellas aladas que vivían en el Parnaso y que presidían la adivinación mediante guijarros (ϑριαί, thiaí) que se arrojaban a una urna. Calímaco dice que «las Trías inspiraron al viejo cuervo».[1] Las Trías aparecen en muy pocas fuentes. La narración más extensa aparece en uno de los Himnos homéricos, en donde se nos narra cómo Apolo le enseñó a Hermes el arte de la profecía aunque no se las denomina como Trías. El himno nos presenta a Apolo charlando con Hermes, a saber:
Se atribuye tanto a las Trías como a las «doncellas-abeja» el haber ayudado a Apolo a desarrollar sus poderes proféticos de adulto, pero la adivinación que Apolo aprendió de las Trías difiere de la de las doncellas-abeja. El tipo de adivinación enseñado por las Trías a Apolo era el de los guijarros mánticos, el lanzamiento de piedrecillas, más que el tipo de adivinación asociado con las doncellas-abeja y Hermes: el echar a suertes con la cleromancia.[3] El mito las sitúa viviendo al pie del Parnaso, monte consagrado a Apolo y a las Musas, en cuya ladera brotaba la fuente Castalia, aquella que concedía la inspiración a los poetas, de la que se tomaba agua para limpiar el templo de Delfos, y donde la Pitia solía purificarse antes de entrar en el templo, y según algunos beber de ella antes de profetizar, aunque otros autores indican que tomaba el agua de inspiración de la cercana fuente Casótide. Un pasaje de Platón conecta la miel con las fuentes que dan inspiración poética:
Estas palabras de Platón no pueden dejar de recordarnos a las muchachas-abejas del Himno a Hermes, que revoloteaban nutriéndose de los panales del Parnaso, y sólo cuando éstas ninfas han tomado miel entran en trance profético, mientras que cuando no se han nutrido de miel sus profecías son engañosas, lo que parece indicar que la miel tiene el poder profético.[5] Conjeturalmente las Trías pudieran estar relacionadas con las ninfas Coricias, ninfas proféticas e hijas del río Pleísto, aunque no se haya indicado en ninguna fuente. Las ninfas Coricias eran al menos Melena, Cleodora y Coricia.[6] Calímaco también nos habla de la relación entre la crianza de Zeus y las abejas, a saber:
Referencias
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