Tromboflebitis superficial

Tromboflebitis superficial
Especialidad cardiología

La tromboflebitis superficial es la inflamación de una vena superficial por un coágulo de sangre. También se le conoce como trombosis venosa superficial.

Etiología

La tromboflebitis superficial suele ocurrir después de utilizar una vía intravenosa o un traumatismo de una vena.

Factores de riesgo

Son factores de riesgo los embarazos y el uso de anticonceptivos orales. Otros factores de riesgo son infecciones, irritación química del área, inmovilidad por mucho tiempo, venas varicosas.

Cuadro clínico

Los síntomas más frecuentes de una trombosis superficial son:[1]

  • Enrojecimiento o inflamación de la piel a lo largo de una vena superficial
  • Calor en el tejido alrededor de una vena superficial
  • Sensibilidad o dolor a lo largo de una vena superficial, que empeora cuando se aplica presión sobre la vena
  • Endurecimiento de una vena superficial, la vena se siente como un tendón

Los síntomas, en general, son de corta duración (1 a 2 semanas), aunque el endurecimiento de la vena puede permanecer por un tiempo mayor.

Diagnóstico diferencial

La tromboflebitis superficial se parece mucho a una celulitis, aunque a diferencia de ésta, habitualmente no hay fiebre y responde favorablemente al uso de antiinflamatorios no esteroidales, sin necesidad de utilizar antimicrobianos.[2]

Pronóstico

La tromboflebitis superficial es usualmente una afección generalmente benigna y de corta duración.

Complicaciones

Las complicaciones de la tromboflebitis superficial son poco comunes y los posibles problemas pueden ser: infecciones, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar. En estos dos últimos casos vale señalar que la tromboflebitis superficial si bien se considera una entidad de bajo potencial embolígeno este puede verse aumentado en situaciones especiales: inmovilización, neoplasias, ancianidad, trombosis de afluentes directas hacia el sistema venoso profundo, trombofilias, etc.

Tratamiento

Los tratamientos buscan reducir el dolor e inflamación, así como la prevención de complicaciones posteriores. Para reducir el dolor y la hinchazón, generalmente se recomienda el uso de medias de compresión graduada y la elevación de la extremidad afectada. Se suelen recetar analgésicos para el dolor, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) para reducir la inflamación. Excepcionalmente se usan anticoagulantes.

Véase también

Referencias

  1. por MedlinePlus (mayo de 2010). «Tromboflebitis». Enciclopedia médica en español. Consultado el 6 de agosto de 2010. 
  2. FICA C, ALBERTO. Celulitis y erisipela: Manejo en atención primaria. Rev. chil. infectol. [online]. 2003, vol.20, n.2 [citado 2010-08-06], pp. 104-110. ISSN 0716-1018. doi: 10.4067/S0716-10182003000200004.