TonantzinTonantzin (del náhuatl: Tonantsin ‘nuestra venerable madre’‘to-, nuestro; nantli, madre; -tsin, diminutivo reverencial’) en la cultura y mitología mexica es el término con que se designaba a distintas deidades femeninas, principalmente Coatlicue, Cihuacóatl y Tocih (madre de los dioses o Teteoh Innan).[1][2][3] El caso de Tonantzin repite el de otras mitologías, donde una divinidad recibe distintos nombres. Otra posibilidad es la integración del culto a varios dioses en uno solo que adquiere las características y nombres de sus antecesores. Esto es posible en el caso de Tonantzin. Algunos investigadores, como Jacques Lafaye, identifican abiertamente a Tonantzin como Cihuacóatl, según las descripciones del cronista Bernardino de Sahagún, y con Centéotl, siguiendo al cronista Francisco Javier Clavijero. Sahagún se refiere a Cihuacóatl como la diosa principal de los mexicas, y en dos ocasiones afirma que la llaman con el nombre de Tonantzin.[4][3][5] Para Lafaye, para Jacques Soustelle y para otros investigadores,[3] hay una superposición de ritos de adoración e iconografía de distintas diosas en la que también puede ubicarse a Tonantzin.[4] En ocasiones, se identifica a Tonantzin como madre de Quetzalcóatl, y en otras como su esposa y parte de su dualidad, especialmente en su forma de Cihuacóatl.
Tonantzin y la Virgen de GuadalupeDesde épocas prehispánicas existía un templo de adoración a Toci-Tonantzin en el Tepeyac, ubicado en la actual delegación Gustavo A. Madero, a seis kilómetros del centro de la Ciudad de México. Dicho templo fue destruido durante la Conquista de México. Los frailes franciscanos mantuvieron una pequeña capilla en este lugar dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe.[2] Bernardino de Sahagún (1499-1590) expresó su preocupación que podría generar el culto en Tepeyac y el uso del nombre Tonantzin para llamar así a «Nuestra Señora de Guadalupe»:[5]
Existe debate entre los historiadores acerca de si los conquistadores españoles decidieron utilizar el culto a Tonantzin como base para desarrollar el culto a la Virgen de Guadalupe o si los indígenas camuflaron su culto a Tonantzin adorando a Guadalupe. Muchos indígenas usaron el nombre de Tonantzin-Guadalupe, que consideraban una misma deidad.[2][4][3] Sin embargo, el culto a Tonantzin-Guadalupe lo siguen practicando muchos indígenas de México y también otros practicantes de religiones mesoamericanas.[6] Mito prehispánico y el cristianoDentro del mito prehispánico en el nacimiento de Huitzilopochtli se rescatan tres símbolos importantes; es el sol, la luna, las estrellas y coatlicue la madre de ellos que pasa a ser la madre tierra. Por otro lado en la cosmogonía cristiana, la Virgen María queda embaraza por obra del Espíritu Santo y nace Jesús. Ambos son diferente tiempo, una más vieja la otra más reciente, coatlicue y la virgen ambas son madre de un hijo salvador, pero las dos son interpretadas de diferente manera. Coatlicue conserva rasgos indígenas y la Virgen, una tez más clara. Ambas representan la fertilidad. Huitzilopochtli nace un 24 de diciembre[cita requerida] y de misma manera, Jesús nace esa misma fecha, solo que en diferente año. El cerro de Tepeyac era el lugar donde los Mexicas veneraban Tonantzin y el día festivo de la Diosa era 12 de diciembre[cita requerida], la misma fecha que celebran la aparición de la virgen. En la imagen aparecida en 1531 se retoman símbolos para la creación de esta una nueva imagen (Virgen de Guadalupe) mismos símbolos que son retomados del nacimiento de Huitzilopochtli; el sol, la luna y las estrellas. La supuesta aparición fue en los años de la conquista Española, y el nombre de la Virgen de Guadalupe no era nueva, era el nombre de la virgen de la tierra natal de Hernán Cortés, Virgen de Guadalupe de Extremadura. Véase tambiénReferencias
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