Formó un gran centro de trabajo familiar con varios de sus hijos que se dedicaron a la escultura, policromía o ensamblaje de retablos, entre los que destacó Pedro de Sierra, notable arquitecto y escultor del periodo Rococó. También figuran entre ellos y dedicados al mundo del arte Francisco de Sierra Oviedo (sacerdote y escultor, nacido en octubre de 1681 y fallecido en un accidente en octubre de 1760, Medina de Rioseco), Tomás de Sierra Oviedo (pintor-dorador), José Joaquín de Sierra Oviedo (también conocido como José de Sierra Oviedo, escultor) y Jacinto de Sierra Oviedo (ensamblador).[1] Una de sus hijas, Águeda, se casó con el artista Simón Gavilán Tomé.
Falleció en Medina de Rioseco, siendo enterrado el 24 de enero de 1725 en la iglesia de Santa María de esta ciudad. En el registro de su entierro se afirma que el artista "no testó", lo que indica que la muerte debió de ocurrir de manera repentina.
Obra
Artista extraordinariamente prolífico, su catálogo de obras está todavía por precisar, si bien se encuentran documentadas, al menos, las siguientes:
Retablo de la ermita de la cofradía de la Quinta Angustia de Medina de Rioseco (1692). Obra realizada con el ensamblador Alonso del Manzano.
Paso de Longinos, Medina de Rioseco (1696). Retocó varias esculturas, aligerando el paso y haciendo las esculturas de Nuestra Señora, san Juan, la Magdalena y un soldado.
Niño de Pasión, Villagarcía de Campos (1694). Por este niño cobró 370 reales: 200 de madera y peana, 110 de encarnación y 60 de ojos, lágrimas, cabellera, camisa y cintas.
Esculturas del retablo de Villalón de Campos (San Pedro, San Andrés y San Pablo, Asunción y ángeles) (1696).