Todo para el puebloTodo para el pueblo es una expresión aplicada con distintos sentidos a los sistemas políticos desde el siglo XVIII. La frase originaria es Tout pour le peuple, rien par le peuple (en francés, ‘Todo para el pueblo, nada por el pueblo’); y suele citarse en castellano como «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo».[1] Su uso se extiende desde finales del siglo XVIII como lema del despotismo ilustrado, caracterizado por el paternalismo, en oposición a la opinión extendida desde los enciclopedistas que veía necesario el protagonismo y la intervención del pueblo en los asuntos políticos, incluso asignándole el papel de sujeto de la soberanía (principio de soberanía popular de Rousseau); para Kant la Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad.[2] No es segura la atribución de la frase a alguno de los reyes del siglo XVIII a los que se ha atribuido la condición de déspotas ilustrados como Federico II el Grande,[3] José II de Habsburgo ("josefismo"),[4] Catalina II de Rusia, José I de Portugal (particularmente, por su principal ministro, el Marqués de Pombal) o Carlos III de España (a quien, en cambio, sí que se relaciona con la frase "mis vasallos [o los madrileños] son como los niños, que lloran cuando se les lava").[5] Usos posterioresLa frase fue parafraseada por los jacobinos durante la Revolución francesa: Tout pour le peuple et par le peuple ("Todo para el pueblo y por el pueblo")[6] y posteriormente por Abraham Lincoln (en el Discurso de Gettysburg, 1863) para definir el sistema democrático: Government of the people, by the people, and for the people ("Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo"). Aparece en la carta a Fernando VII firmada por su padre Carlos IV, con fecha 2 de mayo de 1808 (simultánea al levantamiento de Madrid, sin conocerlo, pues ambos personajes se encontraban en Francia), refiriéndose a su renuncia al trono forzada por el motín de Aranjuez: "Todo debe hacerse para el pueblo, y nada por él: olvidar esta máxima es hacerse cómplice de todos los delitos que le son consiguientes". Se ha identificado "la mano de Napoleón" en esta frase.[7] Para Karl Marx, "la emancipación de la clase obrera será obra de los trabajadores mismos" (Estatutos de la Asociación Internacional de Trabajadores, 1864).[8] Durante la Revolución rusa (1917) se utilizó el lema "Todo el poder para los soviets".[9] La expresión power to the people ("el poder al pueblo" o "poder para el pueblo", en inglés) está vinculada a movimientos de la segunda mitad del siglo XX. Véase también
Notas
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