La teología de la gracia gratuita es un punto de vista soteriológico cristiano que sostiene que la única condición de la salvación es la fe, excluyendo las buenas obras y la perseverancia, sosteniendo la seguridad eterna. Los defensores de la gracia gratuita creen que las buenas obras no son la condición para merecer (como los católicos), mantener (como los arminianos) o probar (como la mayoría de los calvinistas) la salvación, sino que son parte del discipulado y la base para recibir recompensas eternas Este punto de vista distingue entre salvación y discipulado: la llamada a creer en Cristo como Salvador y a recibir el don de la vida eterna, y la llamada a seguir a Cristo y a convertirse en un discípulo obediente, respectivamente.[1][2][3][4][5]
Entre los defensores modernos prominentes de la teología de la gracia gratuita se encuentran: Zane Hodges, Charles Ryrie, Ken Wilson, Robert Wilkin y Joseph Dillow.[6][7]