Teatro totalEl Teatro Total fue un proyecto artístico y arquitectónico desarrollado durante la República de Weimar (1918-1933) por Erwin Piscator y Walter Gropius, fundador de la reputada escuela artística Bauhaus. Aunque el proyecto nunca llegó a construirse, el objetivo de este era el de crear un teatro que juntase las nuevas innovaciones técnicas que el proceso industrial traía con el fin de integrar al espectador en la escena. Dicha construcción se ideó con la capacidad -entre otras- de cambiar al mismo tiempo que la representación teatral lo hacía. Contexto históricoEl teatro en la Alemania de principios de siglo XXEs necesario entender primeramente la modificación del ámbito cultural y social producido por la Revolución Industrial del siglo XIX. La introducción de las máquinas a la vida humana aumentó el ritmo de los desarrollos —más allá de los técnicos— artísticos y culturales. Con el inicio del que parecía el esperanzador siglo XX, las tendencias artísticas —sobre todo, las pictóricas— fueron abandonando progresivamente la representación de la realidad perceptible para dar paso a conceptos abstractos con las vanguardias artísticas. Del mismo modo, la arquitectura también adquirió tendencias innovadoras provenientes de la industrialización como el dinamismo, las líneas diagonales, espirales y helicoides, asimetría i, lo que más se relaciona con el teatro, la incorporación de la maquinaria a las nuevas estructuras provocó tendencias que renovaran el teatro europeo. Las renovaciones teatrales del siglo XX pasarán por una modernización de éste a través del cambio en los códigos para incorporar nuevos elementos. Mientras que las diversas tendencias artísticas europeas se complejizaban en busca de nuevas vías de expresión y representación, el teatro se ayudará de las nuevas creaciones tecnológicas para alejarse del siglo pasado. El “nuevo” teatro se apoyará en los medios técnicos, los objetos, las composiciones, instalaciones, luces, colores y proyecciones con un mismo objetivo: sumergir al espectador en la representación, involucrarlo sensorial y físicamente, conseguir una experiencia total. El Teatro Proletario de PiscatorLa manifestación cultural de la clase popular en Alemania se dio a mediados del siglo XIX con el nacimiento del movimiento obrero gracias a organizaciones como la Asociación General de Trabajadores de Alemania (1863) o el Partido Socialdemócrata obrero de Alemania. Con estas, se generó una conciencia de clase que llevó a la clase proletaria “demandar su propia cultura”.[1] Al acabar la Primera Guerra Mundial, el final de la Monarquía provocó un desequilibrio en las tradiciones y en aquello asentado, un desequilibrio que las vanguardias culturales aprovecharon para proponer nuevos lenguajes y formas. Así pues, se empezó a configurar en los márgenes un nuevo Teatro Ploretario a manos de Erwin Piscator y Hermann Schüll el objetivo primordial del cual era romper con la estructura teatral burguesa y hacer el teatro accesible a las masas populares de las grandes ciudades.
Centrarse en el mensaje traerá como consecuencia un lenguaje simple y conciso que se acerque al de las masas obreras el cual no se centrará en las emociones sino en los planteamientos políticos con el fin de educar moralmente a los espectadores.
Así pues, los objetivos de Piscator cada vez se acercaban más a la fusión entre el público y la escena. Con el desarrollo de su Teatro Proletario, este observó la disposición de los teatros berlineses como un obstáculo para el cumplimiento de su fin propagandístico. Consideraba que la disposición obsoleta del auditorio, con un patio de butacas estratificado por clases sociales dificultaban tal finalidad.
El cine en el teatro de PiscatorEl cine había llegado a unas cotas de popularidad inimaginables, era el nuevo medio de entretenimiento de las masas debido a la novedad que suponía y las innovaciones técnicas que trajo consigo el cinematógrafo. Erwin Piscator supo ver este potencial y decidió incorporarlo en sus montajes escénicos, lo usaba como decorado escénico o ambientación histórica y documental.[1] Sin embargo, pese a los instrumentos tecnológicos, la finalidad seguía sin cambiar, el cine en la escena no se usaba como un fin sino como un medio para involucrar al espectador en la escena y seguir trasmitiendo un mensaje propagandístico fiel a los ideales del proletariado.
Proyecto del Teatro TotalLas necesidades en puesta escénica que propone Piscator obligaban a remodelar la estructura arquitectónica del teatro casi al completo. Sus intentos de renovación en los teatros que alquilaba eran insuficientes así que decidió encargar el proyecto a uno de los arquitectos Alemanes más importantes del principio de siglo, el creador de la escuela Bauhaus, Walter Gropius. La intención de Piscator era la de construir un dispositivo con funciones móviles capaz de albergar, en un mismo espacio y edificio, cualquiera de las formas del teatro clásico: tanto el teatro central como el circular y el de proscenio[6]. Toda esta infraestructura debía estar repleta de sistemas audiovisuales que ayudasen, de la mano de la estructura móvil, al objetivo primordial: eliminar las barreras entre el público y el actor; incorporar a este en la puesta en escena. El proyecto se desarrolló en el estudio de Gropius entre el 12 de marzo y el 20 de octubre de 1927.[1] El desarrollo del proyecto, que nunca llegó a ver la luz, se puede agrupar en cuatro fases tal y como Prieto López[1] expone en su estudio. Primera faseLa primera fase parte del proyecto parte de influencias de Poelzig y Van del Velde y se empezó por fusionar las escaleras a la planta circular. El escenario se forma a partir de una serie de plataformas hidráulicas circulares capaces de rotar y desplazarse.[1] Del mismo modo, y de nuevo para conseguir aquello que el teatro proletario se proponía, se amplía la capacidad estándar de las graderías. Segunda faseLa segunda fase del proyecto fue la más importante ya que recogió la mayoría de innovaciones que se acabarían recogiendo en el proyecto definitivo y que definirían la identidad y características de este. En esta etapa los esfuerzos se centran en definir y mejorar el funcionamiento de la escena circular que debía ser móvil. La escena se plantea a partir de dos figuras geométricas básicas como la elipse y la circunferencia y en esta fase se plantea la relación entre ambas figuras para darle al proyecto la flexibilidad total mediante una ingeniosa rotación mecánica del círculo central del auditorio.[1] De este modo, mediante un sencillo movimiento, se consigue cualquiera de las tres disposiciones teatrales anteriormente enunciadas: el teatro central, el circular y el de proscenio. Dicho mecanismo se presentó como una plataforma circular elevable. Estos movimientos de ascensión y descenso, junto a la rotación de la plataforma circular, se conseguían todas las configuraciones espaciales necesarias, que implicaban a ambas partes, tanto actores como público.
En esta fase se define también la disposición de la gradería del auditorio. Con espacio para unas dos mil personas, representantes todas ellas de las clases populares. Las butacas se organizan en filas concéntricas dentro de la elipse. Y aunque se conforma como un graderío inclinado único, el objetivo no reside en la estratificación social (característica que Piscator quería eliminar) sino en conseguir similares condiciones acústicas y visuales para todos los asistentes.
Tercera faseEn la tercera fase se profundizó en los aspectos audiovisuales relacionados con la proyección total que Piscator había solicitado. Destacará uno de los colaboradores del estudio de Walter Gropius: Stefan Sebök. En esta fase se incorporaran figuras como la del ingeniero de la compañía Zeiss, Walther Bauersfeld, el también ingeniero Dischinger y el astrónomo Max Wolf. Los tres construyeron entre 1922 y 1923 el primer planetario, el Zeiss I, la cúpula de éste, que empleaba la última tecnología de la compañía, resultó de interés para Gropius dadas las exigencias de Piscator referentes a la multiproyección.[1] Se diseñó como un espacio único elíptico que acoge el escenario y el auditorio sustentado por 12 pilares de hormigón armado, de los que parte una cúpula abierta en su parte superior. A la cúpula, ideada para la proyección cenital, se le añadió la proyección perimetral a modo de ciclorama en pantallas enrollarles dispuestas entre los pilares.[1] Estas pantallas recibían proyecciones desde las cajas cinematográficas situadas a lo largo del perímetro del edificio. El objetivo del sistema de multiproyección era, de nuevo, activar la percepción del espectador sumergido en una experiencia que superaba visión unidireccional y focal del teatro clásico y el cine; activando así una tercera e incluso una cuarta dimensión espacial.[1] Cuarta faseEn esta última fase se acabaran de perfeccionar los elementos técnicos de la cúpula. La maqueta y los planos últimos fueron presentados a Piscator el 20 de octubre de 1927. En esta última versión se incorpora un aumento de la definición y una mejor precisión en los trazados. La cúpula metálica triangulada, apoyada sobre los doce pilares, no había sido concebida tan solo como un techo, sino que se pretendía que también participase artística y técnicamente. A través de la apertura que se dejó en un principio se introdujo un cilindro descolgado que alojaría elementos de apoyo escénico y técnico. Las pasarelas que antes colgaban de la cúpula y que se usaban a alojar medios, personal, o a ser empleadas como parte de los montajes, reducen su trazado a la mitad La cúpula se recubre con lienzos blancos sobre los que se pretendía proyectar como si de una pantalla cóncava se tratase. Se conseguía sí una envolvente virtual completa.[1]
Walter Gropius decidió cambiar el nombre del proyecto de Teatro Piscator a Teatro Total, dado que las soluciones que daba el proyecto también coincidían con los estudios que la Bauhaus llevaba tiempo investigando.
Referencias
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