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Teatro de Vitoria
El teatro de Vitoria, también conocido como teatro municipal y Teatro Principal,[1] fue una sala sita en aquella ciudad española.[2] Historia y descripciónEl teatro, al que se le dio su nombre para distinguirlo de un pequeño teatro-salón de propiedad particular situado en la calle del Mercado, se construyó en 1821, en unos terrenos que había ocupado el hospital de Santiago y siguiendo los planos del arquitecto epilense Silvestre Pérez.[3] El coste original del teatro fue de cerca de cien mil pesetas, a las que se sumaron otras cincuenta mil alrededor del año 1845 con el arreglo de la maquinaria, las decoraciones nuevas, las pinturas del interior y la reforma de las medidas de seguridad verificada con arreglo al nuevo reglamento de teatros que se aprobó por entonces.[4] La fachada daba a la cuesta del Teatro y estaba compuesta de un primer cuerpo con cinco puertas, con las tres centrales avanzando algunos pies de la línea de construcción y formando un gran resalto.[3] Sobre él, tres grandes balcones con cuatro columnas aisladas de piedra soportaban un ancho conrnisamento, y, sobre él, un sotabanco.[3] Toda la fachada era de orden jónico.[3] De la pintura original se encargó un italiano apellidado Mazonesqui, si bien luego se sustituyó por otras, obras estas de artistas oriundos de la ciudad como Epifanio Díaz de Arcaute.[3] Constaba el edificio de tres órdenes de palcos y paraíso, mientras que el salón había sido ideado en forma de herradura, rematada en ambos lados por proscenios.[3] En el fondo de la curva y frente a la escena se encontraba, en el piso principal, el palco destinado al ayuntamiento, uno de cuyos individuos acostumbraba a presidir la función, tal y como dictaba la costumbre.[2] En el mismo piso principal, y frente a la puerta del palco, se abría la entrada de una sencilla sala de descanso amueblada.[4] El conjunto del edificio estaba alumbrado por gas y provisto de caloríferos.[4] El cronista José Colá y Goiti, en su obra La ciudad de Vitoria bajo los puntos de vista artístico, literario y mercantil, seguida del indicador del viajero, aportó más pasajes descriptivos sobre el escenario y otros elementos de la sala:[4]
El edificio fue pasto de las llamas en 1914, y pasaría a albergar la sede del Banco de España en la ciudad.[1] En la actualidad, está allí el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.[5] Referencias
Bibliografía
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