Sopa tarasca
La sopa tarasca es una sopa caliente típica de la gastronomía de Michoacán, México. Para elaborarla, se asan las verduras (jitomates, cebolla y ajo) en un comal, luego se licúan y se cuecen en una cazuela por unos minutos, para después agregar una salsa de frijoles, que han sido cocidos y licuados con epazote. Se cortan en tiras y se fríen tortillas y chile seco (pasilla o ancho), los cuales se añaden a la hora de servir junto con crema, queso y aguacate (opcionales).[1] HistoriaLa sopa tarasca tiene su origen en 1966 en Pátzcuaro, cuando Felipe Oseguera Iturbide deseaba un platillo único para la inauguración de su Hostería de San Felipe.[2] Con su hermana Luz crearon el platillo, y fue su esposa Pamela quien le propuso el nombre de «sopa de los tarascos» en honor a los pueblos indígenas del área, los purépechas o tarascos.[3] Finalmente, quedó en «sopa tarasca». El día de la inauguración, a la cual acudió el exgobernador de Michoacán, Agustín Arriaga Rivera,[4] se sirvió sopa tarasca en un banquete de platillos michoacanos: corundas, pescado blanco del lago de Pátzcuaro y chongos zamoranos. Por aquella época, importantes caravanas de tráileres paraban tras un largo viaje en Pátzcuaro (particularmente en el área Los Nogales, al norte de la villa, cercana a la Hostería) de camino a Estados Unidos o proviniendo de allí. La Hostería y su sopa fueron publicadas en varias revistas americanas, como Better Home and Gardens.[4] Casi de inmediato, la sopa tarasca se convirtió en el alimento preferido de estos conductores, que se acercaban en masa a la Hostería para solicitar el plato. El boca-a-boca hizo que la sopa tarasca alcanzara fama en toda la región, convirtiéndose en uno de los platillos más representativos de la cocina michoacana. Véase tambiénReferencias
Enlaces externos
|
Portal di Ensiklopedia Dunia