En la segunda mitad del siglo XIX, algunos países del hemisferio Norte, experimentaron la necesidad de crear sus propias oficinas meteorológicas. Argentina, dada la muy temprana preocupación por los problemas relacionados con el tiempo y el clima, fue pionera en la materia, en el hemisferio Sur.
Es así que el 4 de octubre de 1872, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, el Honorable Congreso de la Nación votó la Ley 559, por la cual se creó la Oficina Meteorológica Argentina (OMA), predecesora del actual Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La OMA fue la tercera fundada en el orden mundial, solo precedida por la Oficina Meteorológica de Hungría en 1870, y la de los Estados Unidos de América, en 1871.[3]
A partir del 1 de enero de 2007, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el SMN pasó a depender de la Secretaría de Planificación del Ministerio de Defensa, volviendo al ámbito civil, perdiendo así injerencia militar.
Sobre la base del resultado de minuciosos estudios realizados en distintos centros mundiales de investigación, es posible afirmar que el dinero que se invierte en un Servicio Meteorológico, genera además de sustanciales ventajas en materia de bienestar, salud, confort y seguridad, importantes beneficios económicos, los que llegan a ser hasta diez veces superiores al monto de la inversión original.
Es muy probable que el público usuario conozca a este organismo sólo a través de sus pronósticos, pero son muchos más y de no menor importancia, los servicios que brinda a la comunidad, como el de generar "Alertas meteorológicas", suministrar información del estado del tiempo en todo el país, máximas, mínimas, precipitación, tendencias climáticas, realizar la vigilancia de la ocurrrencia de cenizas volcánicas, realizar mediciones de ozono, etc.
Además de ello, el Servicio Meteorológico Nacional es el asesor oficial del Gobierno Argentino en todo lo que atañe a la meteorología y actividades conexas. Por otra parte, la Argentina, a través del SMN, es Estado Miembro de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Observación meteorológica
La observación meteorológica consiste en la medición y determinación de todos los elementos que en su conjunto representan las condiciones del estado de la atmósfera en un momento dado y en un determinado lugar utilizando instrumental adecuado. Estas observaciones realizadas con métodos y en forma sistemática, uniforme, ininterrumpida y a horas establecidas, permiten conocer las características y variaciones de los elementos atmosféricos, los cuales constituyen los datos básicos que utilizan los servicios meteorológicos, tanto en tiempo real como diferido.