Segundo Tratado del Gran Set
El Segundo Tratado del Gran Set (Deuteros logos tou megalos Seth en griego)[1] es un manuscrito gnóstico y extracanónico, descubierto en el Códice VII de la biblioteca de Nag Hammadi, que data de alrededor del siglo III. El autor es desconocido, y el Seth al que se hace referencia en el título no aparece en ninguna parte del texto.
Algunos creen que Set puede hacer referencia al tercer hijo de Adán y Eva,[3] a quien se reveló la gnosis por primera vez, según algunos gnósticos. El autor parece pertenecer a un grupo de gnósticos que sostienen que Jesucristo no fue crucificado en la cruz. En cambio, el texto dice que Simón de Cirene fue crucificado en su lugar. Cristo es descrito como que estaba de pie, 'riéndose de la ignorancia de ellos'. Se dice que aquellos que creen que Jesús murió en la cruz creen en 'una doctrina de un hombre muerto'. Todos los que no tienen gnosis, incluidos aquellos que tenían lo que se convertiría en creencias ortodoxas, así como los personajes de Adán, Abraham, Isaac, Jacob, David, Salomón, los profetas o Moisés, son referidos como "objetos de risa". El texto muestra la burla que los gnósticos sintieron hacia aquellos que no se dieron cuenta de su verdad afirmada, que el texto bíblico era falso (al menos en determinados aspectos importantes) y que el Dios de los judíos no era el Dios verdadero. RevelaciónEl Segundo Tratado del Gran Set es un 'diálogo revelador' o revelación divina por Jesucristo, a una audiencia perfecta e incorruptible como son los gnósticos.[2][4] El texto presenta de modo simple la historia del mandato del Salvador por la asamblea celestial, su descenso a la tierra, su encuentro con los poderes terrenales, su aparente crucifixión, y posteriormente su regreso al Pléroma.[2] A esta versión de la historia, se agregó una exhortación a sus seguidores con una promesa de bendición futura, cuando al final de su discurso dice: 'Descansa conmigo, mis espíritus y mis hermanos, para siempre'.[2] El Tratado del Gran Seth está escrito en primera persona desde la perspectiva de el Cristo. Para los gnósticos Seth es la manifestación espiritual más elevada del Cristo.[5]
Inicio del textoAl inicio del libro, el Cristo en primera persona declara:
Esta declaración indica que el Cristo, habitó en un cuerpo humano que anteriormente había pertenecido a otra persona; lo que significa que el cuerpo no era suyo. El cuerpo como entidad física, no era el Cristo que es una entidad espiritual.
La teología de Clemente de Alejandría, reflejaba una visión cuasi-docética de la naturaleza de Cristo, sosteniendo que el "Logos", la "Palabra" no estaba encarnada sino que solamente lo parecía. Creación del mundoEl Segundo Tratado del Gran Set también explica que el ser que creó el mundo no es el llamado "Único Dios Verdadero". Cristo en primera persona proclama:
Esto demuestra la visión gnóstica de que el Dios de la Biblia hebrea no era el Único Dios Verdadero, sino más bien un ser inferior llamado Demiurgo, que fue creado por Sofía. Cristo también hace sentencias afirmando que Adán, Moisés y Juan el Bautista también fueron "objeto de risa". Él dice:
Él dice que estas figuras prominentes eran objeto de risa, porque creían que el Demiurgo era "el Único Dios Verdadero", y desconocían la verdad gnóstica. Véase tambiénReferencias
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