Sebastián Alfonso
Sebastián Alfonso (Hecho, 1616 - Zaragoza, 7 de junio de 1692) fue un compositor español, maestro de capilla en distintas catedrales.[1][2] VidaParece que estudió con Sebastián Romero, maestro de capilla de las catedrales de Tarazona y Zaragoza. No se debe confundir con un tal Alfonso Romano que el musicólogo Robert Eitner menciona en la iglesia de San Pablo de Zaragoza en 1628. Sebastián Alfonso sería demasiado joven para ser la misma persona.[2] Magisterio en JacaA los 18 años, en 1634, ya era maestro de capilla de la Catedral de Jaca:[2]
Aunque las actas no vuelven a mencionarlo por su nombre, parece que estuvo activo en Jaca hasta 1635, cuando en enero pidió licencia para ir a Zaragoza o en marzo y junio se le dieran dineros por diversos servicios. En diciembre de 1635 se confirma la partida de Alfonso:
Mantuvo el cargo de forma oficial hasta el 24 de mayo de 1636, cuando fue sustituido por el jaqués Feliciano Castillo.[2] Magisterio en Albarracín y TeruelEs posible que Alfonso pasara por Huesca y se licenciase en la Universidad Sertoriana, ya que en la documentación de la catedral de Albarracín se le menciona como «procedente de Huesca» y «licenciado». Así, a los 21 años, en 1637, ocupó en Albarracín el magisterio que había dejado vacante Diego Fernández con la observación de que «hizo buen examen y que tenía suficiencia y buena habilidad».[2] Durante su magisterio en Albarracín estuvo en contacto con el cabildo turolense en verano de 1640 para ocupar la plaza en la Catedral de Teruel. Parece que las negociaciones llegaran a buen fin y los turolenses decidieron que «se recibirá al Mtro. de Capilla de Albarracín atendiendo a la mucha necesidad y la persona es buena y honrada y apta para el ministerio». A mitad de mayo de 1641 ya ocupaba Matías Antonio Díaz (corneta) el magisterio de Albarracín de forma interina.[2][3] Magisterio en HuescaComenzó su magisterio en la Catedral de Huesca el 24 de octubre de 1641. El 29 de octubre de 1649 el cabildo metropolitano de Huesca el concedió permiso para presentarse a oposiciones al mismo cargo en la Catedral de Zaragoza, que perdió a favor de Diego de Pontac.[4] La actas del cabildo de Zaragoza del 13 de septiembre relatan el examen:[5]
En Huesca pasó tiempos difíciles, tanto en cuestiones musicales, introduciéndose por primera vez el arpa entre los instrumentos de la catedral —se contrató al arpista Valero Vergara para ello—, como en el social, ya que en 1651 una grave peste asoló la ciudad, diezmando a la catedral, que tuvo que recomponerse una vez pasada la peste y la crisis económica asociada.[2] Magisterio en CuencaEl 5 de marzo de 1653 dejó el cargo para trasladarse a Cuenca y ocupar el puesto del maestro Juan Padilla en la catedral de Cuenca.[4][1] Llegó a Cuenca con dos infantes el 1 de febrero de 1653 para realizar una «probanza» antes de ser admitido. Se le entregaron 600 reales para traer su casa, 200 por los niños del coro, y un sueldo de 40 fanegas de trigo y 3000 reales.[2] En 1655 coincidió en Cuenca con el organista Francisco Sáez y su coro contaba con doce infantes. Alfonso se despidió poco después, el 20 de marzo de 1656, sucediéndole el maestro aragonés José de Alcalá en el cargo.[2] Magisterio en ZaragozaNo hay noticias de que el maestro Alfonso pasara por una oposición para ocupar el cargo de maestro de capilla en La Seo, pero se sabe que el 9 de febrero de 1656 «por maestro de capilla se votó por el de Cuenca, maestro Alfonso, con una ración y cien escudos, y quedó admitido.»[5] Desde época del maestro Gaspar Cueto, los maestros de capilla ya no eran responsables de la educación de los infantes, que estaban bajo la responsabilidad de otra persona. En 1663 se contrataba un «portugués, músico, con la obligación de enseñar música a los infantes y tener todos los días pláticas de Canto». Lo primero que hizo fue despedir a los que no servían y buscar nuevos, «hacer elección de capones y de voces que den esperanza que serán de utilidad en la capilla de música de esta Santa Iglesia». Pero tres años después se le despide por causas desconocidas y la responsabilidad vuelve al maestro de capilla, «al maestro de capilla se le diga que en adelante enseñe a los infantes todos los días, como tiene obligación, de solfa; y que si no lo hace, tomará el Cabildo forma para que se haga y hará hacer a costa de su salario».[5] Durante su magisterio, Alfonso contó con importantes músicos en La Seo, entre ellos con los organistas Joseph Ximénez, Andrés de Sola, Jerónimo La Torre; el organero Jusepe Sesma; los maestro de infantes Joseph Blanco y Simón Martínez; los cornetas Juan Luis Clamudí, Bruno Falqués y Custodio Agullón; los bajonistas Francisco Lorente y Domingo García; los bajonistas Pedro Fernández y Manuel Lorente; los arpistas Pedro Ferrer, Carlos Escuder, Thomás Forcada, Pablo Forcada y Felipe Roca; además de numerosos sochantres y cantores e infantes.[2] Por las actas del cabildo se conocen enfermedades de Alfonso en 1669, 1677 y 1679, lo que llevó al cabildo a buscar a un sustituto durante las ausencias del maestro. El 18 de abril de 1687 el cabildo solicitó al maestro que se jubilase, debido a sus muchos achaques. Ya desde hacía un año que la educación de los infantes estaba siendo descuidaba y se había preguntado si el maestro del Pilar podía ocuparse de ello, «para que no se malogre la educación de estos muchachos». No está claro que la jubilación fue del todo voluntaria, ya que hubo que reclamarle que devolviera los libros de música:[5]
Falleció en 1692, cinco años después de su jubilación:[5]
ObraFue un compositor variado, más cercano a la tradicional música polifónica que a las nuevas corrientes de la época. Entre sus piezas, destacan los romances y los villancicos, sin faltar los obligados misas y motetes. Se conservan obras suyas en el archivo musical de la Seo en Zaragoza, en el archivo musical de la Catedral de Jaca, en Alquézar y en la Biblioteca de Cataluña, en Barcelona.[5] Véase tambiénReferencias
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