Saludo de pazEl saludo de la paz o el beso de la paz es un rito litúrgico que se realiza durante las celebraciones de la Eucaristía en iglesias cristianas. En la Iglesia primitivaAl parecer un texto de la Carta a los romanos se refiere a este rito:
Bien pronto se introdujo en la liturgia aunque con diversas modalidades y en distintos momentos de las celebraciones. Esta forma también fue usada en la iglesia de Roma en los primeros siglos: así atestigua, por ejemplo, Justino: «Concluidas las oraciones, nos saludamos con el beso».[1] También es llamada por Tertuliano signaculum orationis queriendo indicar con ello que el gesto debía ser la conclusión de las oraciones comunes.[2] Dado que se trataba de un símbolo que denota alegría, el beso de la paz se suprimía los días de ayuno.[3] E Hipólito de Roma en su Tradición apostólica, comenta la situación de los catecúmenos:
En tiempos de Inocencio I (a inicios del siglo V) se cambió el lugar del saludo. Se trasladó al momento tras el Padrenuestro[4] y se limitó solo a quienes podían recibir la comunión.[5] La realización del gesto inmediatamente antes de la comunión, tras la mencionada reforma, está confirmada por diversos misales como el Sacramentario de Ratoldo (del siglo X) que afirma:
Dada la creciente disminución de la práctica de comulgar, en algunos lugares el gesto fue sustituyendo progresivamente a la comunión. Sin embargo, con el tiempo y hasta la última reforma litúrgica se fue abandonando progresivamente. Quedó sí para las ocasiones más solemnes, un saludo de paz que se daban los presbíteros entre sí o con el obispo y una forma de «transportar» el saludo a los fieles a través de un portapaz, relicario que podía contener también alguna imagen sagrada. En la liturgia católica actualSegún la Instrucción general del misal romano, el saludo de paz es un gesto:
En el rito romano, se da tras el Padrenuestro precedido por una oración que explica el sentido de la paz que los cristianos se intercambian y desean en ese momento. En el rito mozárabe hispánico y en el rito ambrosiano el saludo de paz se da tras la oración de los fieles que concluye la así llamada liturgia de la palabra (con las lecturas).[6] Notas
Bibliografía
Abreviaciones usadas
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