Este artículo trata sobre el salmo 28 según la numeración hebrea. Para el salmo número 28 según la numeración griega y latina, véase
Salmo 29.
El salmo 28 es, según la numeración hebrea, el vigesimoctavo salmo del Libro de los salmos de la Biblia. Corresponde al salmo 27 según la numeración de la Biblia Septuaginta griega, empleada también en la Vulgata latina. Por este motivo, recogiendo la doble numeración, a este salmo también se le refiere como el salmo 28 (27).
Charles y Emilie Briggs sugieren que debe datarse del "período babilónico tardío poco antes del exilio" que ocurrió en 587 o 586 a. C.[1][2]
Revelación general
En el Salmo 28: 5, la mano de Dios se ve claramente en la naturaleza y la historia según la exégesis de Charles Spurgeon, un ejemplo de revelación general .
- Versículo 5. Porque no consideran las obras del Señor, ni la operación de sus manos.Dios obra en la creación: la naturaleza está llena de pruebas de su sabiduría y bondad, pero a la vez ciega los ateos se niegan a verlo: él trabaja en la providencia, gobernando y anulando, y su mano es muy manifiesto en la historia humana[3]
Texto
Versión de Biblia hebrea
El siguiente es el texto hebreo del Salmo 28:[4]
Verso
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Hebreo
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1
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לְדָוִ֡ד אֵ֘לֶ֚יךָ יְהֹוָ֨ה | אֶקְרָ֗א צוּרִי֘ אַל־תֶּֽחֱרַ֪שׁ מִ֫מֶּ֥נִּי פֶּן־תֶּֽחֱשֶׁ֥ה מִמֶּ֑נִּי וְ֜נִמְשַׁ֗לְתִּי עִם־י֥וֹרְדֵי בֽוֹר
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2
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שְׁמַ֚ע ק֣וֹל תַּֽ֖חֲנוּנַי בְּשַׁוְּעִ֣י אֵלֶ֑יךָ בְּנָשְׂאִ֥י יָ֜דַ֗י אֶל־דְּבִ֥יר קָדְשֶֽׁךָ
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3
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אַל־תִּמְשְׁכֵ֣נִי עִם־רְשָׁעִים֘ וְעִם־פֹּ֪עֲלֵ֫י אָ֥וֶן דֹּֽבְרֵ֣י שָׁ֖לוֹם עִם־רֵֽעֵיהֶ֑ם וְ֜רָעָ֗ה בִּלְבָבָֽם
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4
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תֶּן־לָהֶ֣ם כְּפָֽעֳלָם֘ וּכְרֹ֪עַ מַֽעַלְלֵ֫יהֶ֥ם כְּמַֽעֲשֵׂ֣ה יְ֖דֵיהֶם תֵּ֥ן לָהֶ֑ם הָשֵׁ֖ב גְּמוּלָ֣ם לָהֶֽם
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5
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כִּ֚י לֹ֪א יָבִ֡ינוּ אֶל־פְּעֻלֹּ֣ת יְ֖הֹוָה וְאֶל־מַֽעֲשֵׂ֣ה יָ֣דָיו יֶֽ֜הֶרְסֵ֗ם וְלֹ֣א יִבְנֵֽם
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6
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בָּר֥וּךְ יְהֹוָ֑ה כִּ֥י שָׁ֜מַע ק֣וֹל תַּֽחֲנוּנָֽי
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7
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יְהֹוָ֚ה | עֻזִּ֥י וּמָֽגִנִּי֘ בּ֚וֹ בָטַ֥ח לִבִּ֗י וְנֶֽ֫עֱזָ֥רְתִּי וַיַּֽעֲלֹ֥ז לִבִּ֑י וּמִשִּׁירִ֥י אֲהוֹדֶֽנּוּ
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8
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יְהֹוָ֥ה עֹֽז־לָ֑מוֹ וּמָ֘ע֚וֹז יְשׁוּע֖וֹת מְשִׁיח֣וֹ הֽוּא
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9
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הוֹשִׁ֚יעָה אֶת־עַמֶּ֗ךָ וּבָרֵ֥ךְ אֶת־נַֽחֲלָתֶ֑ךָ וּֽרְעֵ֥ם וְ֜נַשְּׂאֵ֗ם עַד־הָעוֹלָֽם
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Versión de la Biblia del Rey Jacobo
- Sobre ti clamaré, oh señor, roca mía; no te quedes callado; no sea que si te quedes callado, me convierto como los que descienden al pozo.
- Escucha la voz de mis súplicas cuando te lloro, cuando levanto mis manos hacia tu santo oráculo.
- No me alejes de los malvados y de los trabajadores de la iniquidad, que hablan paz a sus vecinos, pero la maldad está en sus corazones.
- Dales de acuerdo con sus obras, y de acuerdo con la maldad de sus esfuerzos: dales después del trabajo de sus manos; hazles su desierto.
- Como no consideran las obras de Jehová, ni la operación de sus manos, las destruirá y no las edificará.
- Bendito sea el señor, porque ha escuchado la voz de mis súplicas.
- El señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón confiaba en él, y me ayudan: por lo tanto, mi corazón se regocija mucho; y con mi canción lo alabaré.
- El señor es su fuerza, y él es la fuerza salvadora de su ungido.
- Salva a tu pueblo y bendice tu herencia: aliméntalos también y levántalos para siempre.
Usos
Judaísmo
El verso 9 es el primer verso del párrafo Hoshia Et Amecha de Pesukei Dezimra. Este versículo, debido a sus 10 palabras, a menudo se usa para contar las diez personas necesarias para un Minyan, ya que la ley judía prohíbe el conteo numérico de personas.[5]
Referencias
Enlaces externos