Reacondicionamiento (electrónica)El reacondicionamiento es el proceso de distribución de productos, normalmente de carácter eléctrico o electrónico, que por diferentes razones no han sido vendidos por los canales habituales de venta. Entre ellos se engloban todo tipo de productos que han necesitado algún tipo de inspección, y si fuera necesario, mantenimiento o menor reparación con la finalidad de restaurar su funcionamiento y/o apariencia originales para poder venderlos al público. El proceso de inspección y reparación puede ser realizado por el propio fabricante o por terceros.[1] La mayor diferencia entre un equipo reacondicionado o un equipo usado es que los equipos reacondicionados han sido probados para verificar su funcionamiento correcto, mientras que un equipo usado puede o no contener defectos. Por otro lado un equipo reacondicionado puede estar sin usar dependiendo de la procedencia de los productos.[2] El reacondicionamiento es muy común con los dispositivos electrónicos más caros, como las consolas de videojuegos y los monitores de computadora, especialmente porque esos objetos tienen una alta tasa de devolución (debido al remordimiento del comprador y al hecho de que las categorías de dispositivos electrónicos tienen un costo directamente relacionado con su nivel de complejidad; los elementos complejos tienen más probabilidades que uno sencillo de tener uno o dos componentes defectuosos) y beneficia más a la "venta sabia", el precio proporcional a los descuentos de los objetos más baratos.[3] Hoy día, son muchas las marcas que ofrecen directamente y de manera oficial sus productos "refurbished", entre ellos, Acer,[4] Apple,[5] Dell,[6] Sony,[7] por mencionar algunos. ProcedenciaLos productos reacondicionados pueden tener diversos orígenes:[8]
GarantíasDerivado del esfuerzo en certificar el correcto funcionamiento de los equipos, las empresas a menudo con la intención de ganar la confianza del comprador e impulsar la venta suelen ofrecer diferentes periodos de garantía que podrán variar de una a otra.[9] ClasificaciónA pesar de que existe la normativa ISO 20245:2017 en la práctica, diferentes compañías e industrias pueden tener diferentes formas de categorizar el estado de sus productos ya que no existe un criterio firme y ampliamente adoptado por todos esta caracterización debería comprobarse con cada comerciante para minimizar confusiones. Aún no hay un criterio unificado en la industria se suele hablar de las siguientes clasificaciones:[10]
En ocasiones esta graduación se subdivide añadiendo el símbolo + o - (p. ej. A+) para poder diferenciar estados de conservación dentro de un mismo grado, de igual modo los productos más económicos son los grado C seguidos de los grado B y seguidos de los grado A. Beneficios
Véase tambiénReferencias
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