Un prospecto es la información escrita dirigida al consumidor o usuario, que acompaña al medicamento. Para la elaboración de este documento deben seguirse ciertas normas, elaboradas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea.[1]
Interacciones farmacológicas o de otros tipos (por ejemplo con alcohol, tabaco o alimentos) que puedan afectar a la acción del medicamento
Advertencias especiales, cuando sea necesario tener en cuenta:
La situación particular de ciertas categorías de usuarios (niños, mujeres embarazadas o durante la lactancia, ancianos, deportistas, personas con ciertas patologías específicas)
Los posibles efectos del tratamiento sobre la capacidad para conducir un vehículo o manipular determinadas máquinas
Los excipientes que tengan acción o efecto conocidos, cuyo conocimiento sea importante para una utilización eficaz y sin riesgos del medicamento
Instrucciones necesarias y habituales para una buena utilización, en particular:
Frecuencia de administración (o tomas), precisando, si fuera necesario, el momento en que deba o pueda administrarse el medicamento (en especial, en relación con las comidas)
En caso necesario, cuando la naturaleza del medicamento lo requiera:
Duración del tratamiento, cuando tenga que ser limitada
Medidas que deban tomarse en caso de sobredosis (por ejemplo, síntomas, tratamiento de urgencia)
Actitud que debe tomarse en caso de que se hay omitido la administración de una o varias dosis
Instrucciones, en caso necesario, para la preparación extemporánea del medicamento, con objeto de una correcta administración
Descripción de las reacciones adversas que puedan observarse durante el uso normal del medicamento y, en su caso, medidas que deban adoptarse. Se indicará al consumidor expresamente que debe comunicar a su médico o farmacéutico o enfermero cualquier reacción adversa que no estuviese descrita en el prospecto.
Referencia a la fecha de caducidad que figure en el envase con:
Una advertencia para no sobrepasar esta fecha
Si procediere, las precauciones especiales de conservación.
En su caso, una advertencia con respecto a ciertos signos visibles al deterioro.
Al final del texto, y debidamente separado de él, pueden aparecer advertencias adicionales, como Los medicamentos deben mantenerse fuera del alcance de los niños.