Potencial de disparidadEl potencial de disparidad (en inglés Mismatch negativity, MMN) provee una medición fisiológica de la información sensorial procesada por el cerebro, suele aparecer como a los 100 ms y termina como a los 250 ms; es una respuesta eléctrica cerebral negativa de los potenciales relacionados con eventos, que se presenta al haber un cambio discriminable en una estimulación auditiva repetitiva y que puede ser iniciada aun a falta de atención por parte del sujeto que está siendo sometido a prueba.[1] Se aisló a finales de la década de los 70[2] postulándose como reflejo del funcionamiento de un mecanismo automático y preatencional del procesamiento de estímulos.[3] Se basa en la formación de una huella o representación neuronal de las características físicas de los estímulos repetidos en la corteza auditiva primaria, con la que se comparan los nuevos estímulos, de manera que si coincide la huella, se mantiene, mientras que, si no lo hace, se genera la MMN.[4][5] Su obtención se consigue con un paradigma oddball pasivo, en el que se presentan a los sujetos secuencias de estímulos repetidos estándares, encargados de generar la huella, en las que se intercalan estímulos diferentes, que, por su desigualdad con la huella, generan la MMN. La tarea de los sujetos consiste en ignorar la estimulación auditiva y dirigir la atención a otra situación.[6] Este componente se obtiene al restarle a la onda causada por el estímulo estándar la del estímulo infrecuente y resulta un componente negativo con un pico entre los 100 y los 200 milisegundos después de la presentación del estímulo.[7] Se han descrito dos subcomponentes de la MMN:[8] -El primero tiene su origen en la corteza auditiva primaria y es el resultado del proceso automático de comparación entre el nuevo estímulo diferente y la representación neuronal del estímulo estándar. Esta representación se localizaría en diferentes poblaciones neuronales de la corteza auditiva primaria, dependiendo de si el tipo de desviación se basa en la frecuencia, intensidad y duración del estímulo, en su complejidad o en su estructura fonética. -El segundo se origina en la corteza frontal derecha y se relacionaría con la refocalización de la atención hacia el estímulo diferente, causada por la detección de un cambio en la memoria sensorial auditiva; se interpreta como la señal de aviso del mecanismo preatencional de la focalización de la atención. La MMN es iniciada solo cuando ocurre un cambio en un estímulo perteneciente a una secuencia de estímulos. ¿Qué tipos de cambios son los que inician la MMN?; los siguientes son los determinantes descritos de la MMN:[9]
Uno de los grandes debates sobre la MMN ha sido qué tan ligada está o no a la atención; la conclusión a la que se ha llegado es que la MMN depende de un proceso automático que no obedece a que el sujeto esté presentando atención a una tarea; además el decaimiento de la representación sensorial del estímulo en la memoria sensorial no depende de la atención.[10] Por otro lado, la MMN se puede generar cuando los sujetos están dormidos y cuando están anestesiados y en tareas de escucha dicótica, se presenta tanto en el oído que se está atendiendo como en el ignorado.[11] A pesar de lo anterior se ha concluido que hay modificaciones de la intensidad y la frecuencia de la MMN cuando el sujeto presta atención a los estímulos que la generan, por lo tanto se dice que la MMN ciertamente no depende de la atención, pero sí que está modulada por esta.[12] A manera de síntesis,[13] se propuso la siguiente figura para explicar la dinámica de la evaluación auditiva temprana y las bases neurales de la MMN (ver Figura 1). En relación con esto, nuestro cerebro está continuamente analizando el entorno que nos rodea, un proceso esencial para nuestra supervivencia. A través de este análisis, el cerebro auditivo identifica patrones regulares en la entrada sensorial y clasifica los estímulos en dos categorías: habituales o diferentes. La detección de estímulos diferentes es crucial, ya que suelen alertarnos sobre situaciones de peligro. Para lograr esto, el cerebro extrae regularidades del entorno para generar predicciones y construir un modelo interno. Posteriormente, estas predicciones se comparan con la entrada sensorial y cualquier discrepancia se utiliza para actualizar y refinar el modelo existente. Cuando el cerebro anticipa un alto nivel de precisión, las señales de error de predicción se amplifican, lo que influye significativamente en la actualización del modelo. Por el contrario, cuando se espera una baja precisión, las señales de error se atenúan para evitar imprecisiones y fortalecer el modelo existente. En nuestro estudio, hemos observado cómo el sistema colinérgico desempeña un papel fundamental en la modulación de estos errores de predicción en la corteza auditiva de ratas anestesiadas, lo que es crucial para un procesamiento auditivo adecuado. (David Pérez-González Ana B. Lao-Rodríguez Cristian Aedo-Sánchez Manuel S Malmierca (2024) Acetylcholine modulates the precision of prediction error in the auditory cortex eLife 12:RP91475.)[14] Referencias
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