Patronato de Protección a la Mujer
El Patronato de Protección a la Mujer, originalmente Patronato Real para la Represión de la Trata de Blancas, fue una institución pública activa entre 1902 y 1985 y dependiente del Ministerio de Justicia. En origen, fue un organismo bajo la protección de la Corona y presidido por la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena que tenía como objetivo organizar la lucha contra la trata de personas,[1] principalmente de mujeres, pero la institución fue modificada sustancialmente durante la dictadura de Francisco Franco, centrándose en el internamiento de adolescentes que no comulgaran con la moral del régimen y fue un elemento destacado de la represión franquista contra las mujeres y de control de la sexualidad, si bien se mantuvo activo hasta el final de la Transición.[2] Durante el periodo franquista, esta institución disponía de centros de internamiento de carácter cerrado y regentado generalmente por órdenes religiosas que podían encerrar a quienes se encontraban «caídas o en riesgo de caer»,[3] es decir, disidentes del estereotipo de mujer nacionalcatólica, como fueron niñas rebeldes, con problemas de salud mental o lesbianas.[4][5] Las jóvenes podían ingresar en estos centros llevadas allí por redadas de la policía en prostíbulos, por «conducta inmoral», denuncias de familiares y particulares, a petición de las autoridades civiles y religiosas colaboradoras o a solicitud de la propia interesada o sus padres.[6] El patronato se estructuraba en una Junta Nacional cuya presidenta de honor era la esposa de Franco, Carmen Polo, y en cincuenta Juntas Provinciales.[7]El vicepresidente de la Junta de Pontevedra fue varios años Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, hasta su traslado a Madrid en 1974.[8] HistoriaEn 1902, un Real Decreto de 11 de julio creó en el Ministerio de Justicia el «Patronato Real para la Represión de la Trata de Blancas», entidad abolicionista de la prostitución que fue después reformado en 1904 y 1909. Con la llegada de la Segunda República española se reorganizó en 1931 con el nombre de «Patronato de Protección a la Mujer», de carácter laico y con fines de empoderamiento femenino,[9] que fue disuelto en 1935, encomendando sus facultades al Consejo Superior de Protección de Menores.[10]Instalada la dictadura franquista tras la victoria del bando sublevado en la guerra civil española, por Decreto de 6 de noviembre de 1941, se volvió a crear el Patronato de Protección a la Mujer, siendo su presidenta de honor Carmen Polo.[5][11] En septiembre de 1983, la adolescente de 15 años Inmaculada Valderrama falleció presuntamente al intentar escapar del reformatorio de San Fernando de Henares en Madrid.[9] Lo intentó descolgándose con unas sábanas atadas a través de una ventana de uno de los centros del Patronato dirigido por las Cruzadas Evangélicas. Tras el hecho, el presidente del Consejo Superior de Menores, Enrique Miret, visitó el lugar y emitió un informe sobre las malas condiciones de las adolescentes recluidas. A partir de entonces, las competencias en materia de protección a la mujer fueron transfiriéndose a las comunidades autónomas.[12] El Patronato desapareció definitivamente en 1984.[11] Fue la escritora Consuelo García del Cid Guerra quien sacó a la luz la historia de abusos, torturas, robo de bebés y violaciones de los derechos humanos[2] cometidos por el Patronato de Protección a la Mujer con su ensayo publicado en 2012 Las desterradas hijas de Eva. La autora pasó por reformatorios franquistas dependientes del Patronato. En mayo de 2023, la escritora, en representación del movimiento Justicia para las Represaliadas del Patronato, conferenció en el Parlament de Catalunya sobre el Patronato, solicitando una comisión específica de investigación al respecto y el perdón público de las congregaciones religiosas que operaban los centros de la institución.[13] La doctora en historia contemporánea Carmen Guillén Lorente realizó su tesis doctoral El Patronato de Protección a la Mujer: prostitución, moralidad e intervención estatal durante el franquismo (2018), y continúa dando a conocer esta institución y la represión que sufrieron las mujeres durante el franquismo.[14]En 2024 se estrenó el corto documental Els buits, que ganó el premio al mejor cortometraje documental en el Festival de Málaga.[15] FuncionesSegún el artículo 4 del Decreto de 6 de noviembre de 1941, la finalidad del Patronato era la dignificación moral de la mujer, especialmente de las jóvenes, para impedir su explotación, apartarlas del vicio y educarlas con arreglo a las enseñanzas de la religión católica.[10]Sin embargo, dicha educación era en realidad mínima o inexistente.[2] Véase tambiénReferencias
Bibliografía
Novelizada
Enlaces externos
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