Bajo los regímenes de los presidentes Anwar Sadat y Hosni Mubarak el nuevo PCE se enfrentó a la represión estatal, y se le prohibió participar en las elecciones. El Partido, sin embargo, continuó operando en la clandestinidad hasta el derrocamiento de Mubarak en 2011.[2] Desde entonces, los comunistas egipcios se han involucrado en la movilización de los trabajadores.[3]
El 10 de mayo de 2011 el Partido Comunista Egipcio acordó incorporarse junto con otros cuatro partidos de izquierda en un frente socialista llamado Coalición de Fuerzas Socialistas.[4]