El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) fue creado el 10 de diciembre de 1964 mediante la Declaración de Lima y posteriormente institucionalizado el 16 de noviembre de 1987, en la ciudad de Lima, Perú. Es un organismo intergubernamental de ámbito regional, permanente y unicameral. Sus idiomas oficiales son el español, el portugués y el neerlandés. Su sede permanente está en Panamá.
Según uno de los párrafos de la declaración de Lima, es una «institución democrática de carácter permanente, representativa de todas las tendencias políticas existentes en nuestros cuerpos legislativos; y está encargada de promover, armonizar y canalizar el movimiento hacia la integración».
Organismo
La Asamblea
La Junta Directiva. integrada por Presidente, un Presidente Alterno, un Secretario General, un Secretario General Alterno, un Secretario de Comisiones, un Secretario de Relaciones Interparlamentarias y un Secretario de Relaciones Interinstitucionales y por veintidós Vicepresidentes, cada uno de ellos por país miembro.
Las Comisiones Permanentes
La Secretaría General.
Principios del Parlatino
El Parlamento tiene los siguientes principios permanentes e inalterables:[1]
La pluralidad política e ideológica como base de una comunidad latinoamericana democráticamente organizada;
La igualdad jurídica de los Estados;
La condena a la amenaza y al uso de la fuerza contra la independencia política y la integridad territorial de cualquier Estado;
La solución pacífica, justa y negociada de las controversias internacionales;
La prevalencia de los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados.
Propósitos
El Parlamento tiene, entre otros, los siguientes propósitos:[2]
Fomentar el desarrollo económico y social de la comunidad latinoamericana y pugnar porque alcance la plena integración económica, política, social y cultural de sus pueblos;
Defender la plena vigencia de la libertad, la justicia social, la independencia económica y el ejercicio de la democracia representativa y participativa, con estricto apego a los principios de la no intervención y de la libre autodeterminación de los pueblos;
Velar por el estricto respeto a los derechos humanos;
Luchar por la supresión de toda forma de colonialismo, neocolonialismo, racismo y cualquier otra clase de discriminación en América Latina;
Oponerse a la acción imperialista en América Latina, recomendando la adecuada legislación normativa y programática que permita a los pueblos latinoamericanos el pleno ejercicio de la soberanía sobre su sistema económico y sus recursos naturales;
Estudiar, debatir y formular políticas de solución a los problemas sociales, económicos, culturales y de política exterior de la comunidad latinoamericana;
Contribuir a la afirmación de la paz, la seguridad y el orden jurídico internacionales, denunciando y combatiendo el armamentismo y la agresión de quienes sustenten la política de la fuerza, que son incompatibles con el desarrollo económico, social, cultural y tecnológico de los pueblos de América Latina;
Canalizar y apoyar las exigencias de los pueblos de América Latina, en el ámbito internacional, respecto al justo reconocimiento de sus derechos;
Propugnar el fortalecimiento de los Parlamentos de América Latina, garantizando así la vida constitucional y democrática de los Estados, como también propiciar, sin perjuicio del principio de la no intervención, el restablecimiento de aquellos que hayan sido disueltos;
Mantener estrechas relaciones con los Parlamentos subregionales de América Latina;
Mantener relaciones con Parlamentos de todas las regiones geográficas, así como con Organismos internacionales;
Difundir la actividad legislativa de sus miembros;
Luchar en favor de la cooperación internacional, como medio para instrumentar y fomentar el desarrollo armónico de la comunidad latinoamericana, en términos de bienestar general;
Promover el estudio y desarrollo del proceso de integración de América Latina hacia la constitución de la Comunidad Latinoamericana de Naciones; y,
Promover, en consecuencia, el sistema de sufragio universal directo y secreto, como manera de elegir a los representantes que integren, por cada país, el Parlamento Latinoamericano.
Los estados integrantes eligen, por medio de sus asambleas o congresos legislativos, a sus representantes ante el Parlatino, o en algunos casos por elección directa de los ciudadanos mediante el voto; cada delegación nacional tiene un máximo de 12 integrantes. Si lo eligen los parlamentos, su integración debe ser proporcional a los partidos políticos o grupos parlamentarios de sus respectivas asambleas legislativas.