Paciente huérfanoEn el ámbito sanitario, un paciente huérfano es la persona que se "pierde" dentro del sistema, es decir, no tiene médico de cabecera que supervise sus cuidados. Cuando se habla de un médico de cabecera se hace referencia a un médico de atención primaria o médico de familia que se encarga de las necesidades básicas de salud del paciente y lo deriva a un especialista para consultar los problemas de salud más complejos, asesorando al paciente y guiándolo dentro del sistema sanitario. Así, los pacientes huérfanos a veces son conocidos como pacientes "sin médico de cabecera". Los pacientes huérfanos suelen recibir cuidados menos adecuados que las personas que por el contrario tienen un médico de atención primaria que supervise y vigile su estado de salud.[1][2][3][4] Factores condicionantesHay muchos factores que contribuyen a la aparición de pacientes huérfanos. Algunos de ellos son:
SolucionesLas soluciones a este problema son complejas, debido a que en su origen intervienen numerosos factores. No es posible que la población disminuya, ni tampoco es fácil aumentar el número de médicos o profesionales de salud, ya que tardan mucho tiempo en formarse. Algunas de las soluciones provisionales se basan en un cambio en la forma en la que se provee de servicios médicos, y que se pueden conseguir mediante:
Otros conceptos de paciente huérfanoLas referencias médicas más antiguas mencionan el término "paciente huérfano" usando una definición diferente, concretamente para pacientes con una enfermedad huérfana. Por ejemplo, la revista New England Journal of Medicina habla en 1988 de pacientes con enfermedades huérfanas como pacientes huérfanos.[5][6] Véase tambiénReferencias
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