Orogénesis
Se denomina orogénesis u orogenia al proceso geológico por el cual una zona alargada de la corteza terrestre se acorta y engrosa por deformación y fracturación como consecuencia de esfuerzos tectónicos laterales.[1] Normalmente las orogenias son acompañadas por la formación de cabalgamientos y plegamientos.[2] La palabra orogénesis proviene del idioma griego (oros significa "montaña" y génesis significa "creación" u "origen"),[3] y es el mecanismo principal mediante el cual las cordilleras se forman en los continentes. Los orógenos o cordilleras se crean cuando una placa tectónica con corteza continental es "arrugada" y fracturada y los fragmentos se apilan, aumentando el grosor original de la corteza. Además también suelen producirse procesos de magmatismo, que aportan nuevos materiales graníticos que se incorporan a la corteza. Todo esto implica una gran cantidad de procesos geológicos que en conjunto se llaman orogénesis.[4][5] Comúnmente la orogénesis produce estructuras alargadas y levemente arqueadas que se conocen como cinturones orogénicos. Los cinturones orogénicos consisten generalmente en franjas alargadas y paralelas de rocas de características similares en toda su longitud. Los cinturones orogénicos están asociados a zonas de subducción, las cuales consumen corteza terrestre, y arcos volcánicos.[6] La altura topográfica de cordilleras potogenea está relacionada con el principio de isostasia,[7] que es el equilibrio de la fuerza gravitacional sobre la cordillera (compuesta normalmente de material de corteza continental relativamente ligero) y las fuerzas involucradas en la flotabilidad de la cordillera que descansa sobre el denso manto.[8] Véase tambiénReferencias
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