María Leopoldina de Austria-Este
María Leopoldina de Austria-Este (Milán, 10 de diciembre de 1776-Wasserburg am Inn, 23 de junio de 1848) fue una archiduquesa de Austria, hija del archiduque Fernando Carlos de Austria y de la duquesa María Beatriz de Este. Fue princesa electora de Baviera por su matrimonio con Carlos Teodoro del Palatinado y Baviera. Primeros añosMaría Leopoldina nació en Milán, el 10 de diciembre de 1776. Era la tercera hija del archiduque Fernando Carlos de Austria y de la duquesa María Beatriz de Este. MatrimoniosPrimer matrimonioEn agosto de 1795, María Leopoldina fue obligada a casarse con Carlos Teodoro del Palatinado y Baviera, quien era 52 años mayor que ella. El matrimonio fue arreglado con la esperanza de que daría un hijo y heredero de la línea principal a la Casa de Wittelsbach, pero María Leopoldina rechazó todo contacto físico con su marido, le humilló en público, y comenzó a tener amantes, entre ellos Maximiliano I de Baviera y Maximiliano von Montgelas. Ella se eligió a sí misma para formar una alianza con la Casa del Palatinado-Zweibrücken, en oposición a la alianza que su marido había forjado con su propia familia, los Habsburgo. Cuando su esposo se estaba muriendo en 1799, ayudó a su heredero, Maximiliano de Palatinado-Zweibrücken, a hacer los arreglos para su sucesión y se retiró al castillo de Berg, en el lago de Starnberg, donde fue pronto conocida por llevar un estilo de vida libertino con sus amantes. Quedó embarazada, y para huir del escándalo, fue exiliada a Liubliana durante un periodo de tiempo, donde dio a luz. Más tarde llegó a ser muy rica a través de la gestión de las tierras de su mansión de Baviera en Stepperg. Segundo matrimonioEl 14 de noviembre de 1804, María Leopoldina casó en Múnich con el conde Luis de Arco. Tuvieron tres hijos:
MuerteEn 1848, María Leopoldina viajaba en carruaje desde Múnich a Viena. Su carruaje volcó cerca de Wasserburg am Inn y murió aplastada. Dejó una fortuna de 15 millones de florines a sus dos hijos. PersonalidadMaría Leopoldina ya era considerada una destacada personalidad entre sus contemporáneos. Durante el resto de su vida fue venerada por los bávaros y la familia Wittelsbach, por permitir su ascenso al trono, de hecho se le agradeció oficialmente en 1845 con un reconocimiento. Ella misma demostró ser un ser así, una cosmopolita de mente aguda y amplios horizontes, una provocadora con un juicio independiente, incorruptible y un comportamiento poco convencional. Estos rasgos de carácter se combinaron con un espíritu dinámico y emprendedor y un estilo de vida sociable y amante de la diversión. En su biografía, María Leopoldina anticipó muchas de las demandas y logros del movimiento de mujeres de fines del siglo XIX. El historiador Heinz Gollwitzer la describe como un ejemplo temprano de la emancipación de la mujer en los círculos más altos. Distinciones honoríficas
AncestrosReferencias
Bibliografía
|