Maniobra de SemontLa maniobra de Sermont es una técnica de posicionamiento del paciente, que permite aliviar el vértigo posicional paroxístico benigno. Esta maniobra tiene por finalidad provocar el reposicionamiento de los otolitos u otoconias que se encuentran flotando en el canal semicircular posterior, para que vuelvan a su posición normal que es en el utrículo. DefiniciónTambién conocida como maniobra de liberación, se encuentra basada en la teoría de cupulolitiasis, y consiste en liberar los otolítos de la cúpula y facilitar su migración por el conducto semicircular hasta la cruz común[1] La maniobra de Semont, utilizada en conjunto con la maniobra de Epley, es una serie de ejercicios que se usan para tratar el vértigo posicional paroxístico benigno (BPPV, por sus siglas en inglés). Se hace con la ayuda de un médico, enfermera o fisioterapeuta. Una sola sesión de 10 a 15 minutos suele ser suficiente. El movimiento de la cabeza del paciente hacia diferentes posiciones, provoca que los residuos de carbonato de calcio que flotan en la endolinfa del laberinto óseo del oído interno, salgan del conducto semicircular y pasen a una zona donde ya no provocan síntomas.[2] Realización de la maniobra
Manejo del paciente posterior al tratamiento1. Esperar 10 minutos después de la maniobra antes de ir a casa:
2. Dormir semitumbado durante las dos noches siguientes:
3. Durante por lo menos una semana, evitar las posiciones que puedan provocar un vértigo:
4. Una semana después del tratamiento, empezar con mucho cuidado a ponerse en la posición que generalmente produce el vértigo.[3] PronósticoLas maniobras de Epley y de Semont pueden mejorar o curar el vértigo posicional paroxístico benigno (BPPV) con un solo tratamiento. Algunas personas necesitan tratamientos múltiples.[4] EficaciaEl procedimiento de Epley es seguro y funciona bien para tratar el vértigo posicional paroxístico benigno (BPPV, por sus siglas en inglés).[5] La maniobra de Semont puede funcionar para detener los síntomas de BPPV. Pero la evidencia no es tan buena como lo es para el procedimiento de Epley RiesgosEstas maniobras no deberían hacerse en personas con problemas o lesiones de espalda o de columna. A veces, la maniobra puede hacer desplazar los residuos de un conducto auditivo interno a otro. Esto puede causar una clase distinta de vértigo.[6] Referencias
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