Magdalena Gutiérrez
María Magdalena Gutiérrez (La Paz, Bolivia, 27 de marzo de 1934-23 de septiembre de 2019)[1] conocida como la Cuca (QK), fue una arquitecta chilena, nacida en Bolivia, egresada de la Universidad de Chile en 1977, ganadora del Premio Manuel Moreno Guerrero en 2018.[2][1] BiografíaMagdalena no conoció a su padre, ya que él falleció en la guerra del Chaco. Su madre estuvo casada dos veces, de su primer matrimonio tuvo tres hijos. Luego de un tiempo fallecido el padre de Magdalena, su madre conoció a un militar chileno que se encontraba haciendo un trabajo en Bolivia relacionado con la guerra. Producto de esta relación, Magdalena y su familia se trasladaron a Chile donde establecieron su residencia. Una vez siendo residentes en Chile, sus hermanos se dedicaron a la política y ella, por otro lado, enfocó sus intereses en la arquitectura.[3] Comenzó sus estudios en la Universidad de Chile y en el cuarto año de la carrera, decidió casarse y emprender su proyecto de familia con un fuerte interés de ser madre, destinando esta etapa de su vida a la crianza de siete niños en la ciudad de Concepción.[4] Trayectoria académica y profesionalCuando tenía 38 años retomó sus estudios e inició su carrera profesional a los 42 años como académica de la Universidad de Chile en la escuela de construcción, donde creó un grupo mixto entre alumnos y profesores llamado Grupo Tierra, destinado a discutir temas relacionados con la construcción en tierra, mostrar ideas y generar instancias de debate. Más tarde abandonó la Universidad de Chile al sentirse coartada de posibilidades para desarrollar su creatividad y se trasladó a la Universidad Católica del Norte en Antofagasta donde trabajó durante diez años. Su primera visita al llegar a la Región de Antofagasta fue a San Pedro de Atacama, tierra en la cual decidió quedarse y donde especializó su trabajo en arquitectura cruda. En busca de algo que realmente le apasionaba y donde se sintiera cómoda, llega hasta San Pedro y allí Magdalena trabaja en el rescate de la tierra cruda mediante una labor comunitaria y la creación en 2006 de la Fundación Patrimonio Vivo, cuyos integrantes en un principio fueron de aproximadamente 30 personas (en el que según ella misma cuenta eran mitad atacameños y la otra mitad provenía de afuera) cuyo objetivo era perseguir el resguardo de todas las ramas del arte que se dan en la zona de San Pedro.[3] Desde San Pedro de Atacama fue promotora y gestora de proyectos constructivos y culturales para la revalorización del patrimonio del desierto de Atacama. Esas fueron razones suficientes para denominar a Magdalena Gutiérrez como el alma de Red ARCOT por su trabajo consecuente en el rescate de las culturas constructivas.[4] Técnica constructiva: “la cultura de la tierra”El tapial (técnica constructiva), se traduce en compactos moldajes cuya materia prima se obtiene del mismo oasis, como ripio, piedrecilla, arena gruesa y tierra arcillosa, logrando “un excelente comportamiento térmico y sólida estructura que se mantiene en el tiempo”, afirma, al tiempo que explica que el adobe es fabricado en el terreno mismo, algo muy usado en la zona atacameña y que constituye muros de buena calidad. ¿Cuál es tu visión sobre las Culturas de Tierra?
ObrasEn el ámbito de la arquitectura y construcción en tierra cruda, se destacó en especial sus numerosas obras en San Pedro de Atacama (1991-2013). Su experiencia en obras construidas en este material, dieron paso a su visión frente a la arquitectura, y puso de manifiesto la necesidad de proponer vinculación de lo vernáculo con lo contemporáneo. Desde esta realidad se dedicó a investigar, estudiar y utilizar la identidad constructiva de la arquitectura atacameña en tierra, lo que es posible visualizar a través de sus obras. Una de sus obras más conocidas es el diseño Hotel Kimal, patrimonio vivo del desierto de Atacama.
Premios y reconocimientos
Referencias
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