Luis López Ballesteros
Luis López Ballesteros Varela, Señor de la Golpilleira (Villagarcía de Arosa; 21 de junio de 1782-Madrid; 13 de octubre de 1853) fue un militar y político español.[1] BiografíaPrimeros años y Guerra de IndependenciaSe quedó huérfano de padre a los cuatro años. Su madre, al igual que toda su familia materna, era de Dodro. Estudió leyes en la Universidad de Santiago de Compostela.[1] Con la ocupación francesa de España, proclamó la independencia de la comarca de Villagarcía el 8 de mayo de 1808, iniciando la resistencia en la zona al ejército napoleónico, primer levantamiento en Galicia.[2] Fue vocal de la Junta Suprema del Reino de Galicia y, con la represión napoleónica, hubo de huir en una nave inglesa. En 1813 fue procurador síndico del Ayuntamiento de Villagarcía de Arosa. Durante la Guerra de la Independencia ejercería como comisario de guerra. Restauración absolutistaEn 1814 ingresa como oficial duodécimo en la Secretaría de Hacienda y en 1818 Fernando VII le nombra director general de Rentas. En 1820, tras el pronunciamiento de Riego, solicita la jubilación por su fidelidad al monarca. El 24 de enero de 1822 fue nombrado ministro de Hacienda, pero cesó a los seis días. Finalizado el Trienio Liberal, fue nombrado ministro de Hacienda el 2 de diciembre de 1823.[1] Fue ministro de Hacienda durante la década ominosa con Fernando VII durante nueve años, que representa un periodo de tiempo considerable para un cargo ministeriales del siglo xix, y adoptará medidas de importancia, como la creación de la Bolsa de Madrid, la aprobación del Código de comercio, la Ley de Enjuiciamiento de los Negocios y Causas Comerciales y la creación por primera vez en la historia de España de un presupuesto anual con el que pretendía paliar la deuda. También crea las Intendencias de Guerra y de Marina, la Junta de Fomento de Riqueza Pública y la Caja de Amortización de la Deuda. Negoció con Francia e Inglaterra para liquidar la deuda. Fundó el Banco Español de San Fernando, sobre los restos del Banco de San Carlos. También estableció en Madrid el Conservatorio de Artes. Creará también la Inspección Fiscal de Aduanas y el expediente de responsabilidades de los funcionarios. Asimismo, llevó a cabo una profunda reforma orgánica de la Hacienda pública, creando la Dirección General del Tesoro y estableciendo las bases del Tribunal de Cuentas moderno.[3] Por todo ello, se considera el fundador de la hacienda moderna en España.[1] Últimos años y descendenciaEn 1832 se le nombra consejero de Estado pero una vez muerto Fernando VII se retira de la política. Fue director de la Real Academia de la Historia y senador en tres ocasiones: por la provincia de Pontevedra, por la de La Coruña en 1844 y es nombrado por Narváez senador vitalicio en 1845.[4] Bravo Murillo le nombra presidente del Consejo de Ultramar. En 1846 Isabel II le ofrece la cartera de Hacienda, pero no la acepta.[1] Estaba en posesión de la gran cruz de la Orden de Carlos III, y era caballero de la Orden de San Jenaro, de Nápoles, de la Legión de Honor, de Francia, y de la Orden de la Torre y la Espada, de Portugal. Fue padre de Diego López Ballesteros, presidente del Congreso de los Diputados de 1862 a 1863 y ministro de Ultramar. Su hija Teresa, casada Salvador María Quiroga y Puga, le dio un nieto que también hizo carrera política, Benigno Quiroga y López Ballesteros, que llegó a ser ministro de Gobernación. Murió el 13 de octubre de 1853 víctima de una pulmonía.[1] DistincionesÓrdenes
Empleos
ReferenciasCitas
Bibliografía
Enlaces externos
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