Longinos (Palencia)
Longinos, también conocido como La Lanzada, es una obra realizada por José de Rozas y Antonio Vázquez entre 1691 y 1692. Portado el Viernes Santo por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, el grupo escultórico está ubicado en una dependencia anexa a la Capilla de Jesús Nazareno de Palencia (Castilla y León, España).[1][2] HistoriaLa idea de elaborar un conjunto escultórico sobre este episodio evangélico surgió el 22 de abril de 1691; en aquel entonces la cofradía gozaba de una buena situación económica, por lo que se discutió acerca de en qué invertir el dinero que había en las arcas. Tras varias propuestas, el cofrade Juan García tuvo éxito al solicitar la hechura de un paso con una representación de Longinos al momento de clavar la Lanza Sagrada en el costado de Cristo durante su crucifixión:
Una vez aprobada la propuesta se encomendó a José de Rozas la elaboración de la obra (en la que también participó Antonio Vázquez), efectuando una delegación de la hermandad una visita el 3 de junio al taller, situado en Valladolid, para verificar el diseño realizado por el escultor:
Al año siguiente, el 25 de febrero de 1692, otra comisión regresó al taller para comprobar el avance de la obra, dando finalmente su visto bueno con el asesoramiento de expertos en arte:
La cofradía, satisfecha con la labor de Rozas y Vázquez, acordó un presente de 100 reales para los escultores:
Poco después de la segunda visita al taller, el 27 de marzo, Juan de Lozares se ofreció a trasladar el paso a Palencia, corriendo los gastos del transporte por su cuenta y quedando el grupo escultórico instalado en el palacio de la cofradía el 30 de marzo:
Rozas y Vázquez percibieron finalmente una suma total de 4600 reales por la hechura de la obra (precio previamente acordado) más 50 reales a modo de obsequio y otros 100 una vez realizada la entrega del grupo escultórico, desconociéndose qué cantidad cobró Rozas y qué suma recibió Vázquez, pues en las escrituras no consta cuánto se pagó a cada escultor ni qué tallas corresponden a cada uno:
Hay constancia así mismo entre 1692 y 1693 de un pago al escultor Bartolomé Sánchez por una intervención menor en el paso:
Por último, consta en 1696 una obra efectuada por Bernardo López de Frías consistente en cambiar el movimiento de uno de los brazos del sayón emplazado a la izquierda de Longinos:[3]: 87
DescripciónCopia del conjunto vallisoletano tallado por Gregorio Fernández entre 1610 y 1617[2][4][5] y actualmente desaparecido a excepción de tres imágenes (Longinos, la Dolorosa y San Juan), conservadas todas ellas en el Museo Nacional de Escultura,[6] el conjunto de Palencia se compone de un total de siete imágenes, lo que lo convierte en uno de los grupos escultóricos más numerosos en desfilar en Semana Santa:[7] Cristo, la Dolorosa, San Juan, Longinos y tres sayones. Las imágenes de la Dolorosa y San Juan se disponen simétricamente a ambos lados de la cruz, aumentando el grado de simetría con los dos sayones que cierran la escena,[7] los cuales dotan de cierto carácter majestuoso y teatral a la obra. Relacionado con La Crucifixión,[2] paso de idéntica temática en Medina de Rioseco, a diferencia de este el conjunto de Palencia carece de una representación de María Magdalena, recayendo la carga emocional de la pieza únicamente en San Juan y la Dolorosa: CristoLa imagen, de escaso patetismo y con la anatomía levemente insinuada, muestra a Jesús muerto en la cruz con la cabeza caída sobre el pecho, lo que junto con la relajación de la musculatura del vientre y de las piernas dota de naturalidad a la pieza, caracterizada por una actitud totalmente relajada, sin la menor torsión o contracción como muestra de dolor. Posee carnaciones mate y apenas se divisan regueros de sangre, teniendo el paño de pureza suaves pliegues. Timoteo García Cuesta asignó la talla a Rozas en base a diversas características tales como la barba partida en el mentón, el rostro alargado y la boca entreabierta, todo ello idéntico al Cristo elaborado por el entallador en 1694 para el paso Jesús camino del Calvario, en el que también trabajaron Vázquez y López de Frías. En ambas no se dibujan gesticulaciones exageradas sino expresiones relajadas y naturales dotadas de dignidad, todo ello en pos de una mayor calidad, si bien la talla del Longinos posee un menor modelado.[3]: 87–88 LonginosLa imagen, de escaso valor artístico,[3]: 88 se halla a lomos de un caballo y posee un rostro en el que sobresalen una boca abierta y una larga y espesa barba de marcadas ondulaciones. En la mano derecha porta la lanza con la que perfora el costado de Cristo, apreciándose en los párpados inferiores las gotas de sangre que según Santiago de la Vorágine cayeron sobre sus ojos y le curaron de sus problemas de visión.[8] Viste un sayo en color oliva con botonadura dorada frontal (acorde a la moda del siglo XVII), camisa interior naranja, calzón azul, botas altas de color negro, turbante blanco con franjas azules y rojas, y una capa bermellón artísticamente recogida en el brazo izquierdo. Por su parte, el caballo posee un elevado grado de realismo y, al igual que Longinos, dirige su mirada al crucificado. DolorosaLa Dolorosa aparece representada mostrando un rostro afligido y suplicante, con el dolor acentuado por la posición de los brazos, extendidos como si se dispusiese a abrazar el cadáver de su hijo. Viste túnica roja, manto azul recogido sobre el hombro derecho y cubierto de pliegues acartonados, toca blanca y zapatos negros. Fue asignada por García Cuesta a la producción de Vázquez en base a las similitudes de la imagen con una de sus obras: la Verónica del paso Jesús camino del Calvario. Ambas lucen pliegues angulosos y profundos además de mangas y ceñidores muy similares, destacando particularmente la semejanza en el número y la trayectoria de las líneas de las palmas de las manos en ambas piezas, si bien la característica que más apoya esta adjudicación es la gesticulación tanto de la Dolorosa como de la Verónica, ya que las dos reflejan una mezcla de incertidumbre, quebranto y piedad.[3]: 88 San JuanSan Juan figura con el rostro compungido y al borde del llanto, todo ello acentuado por una boca entreabierta y unas cejas arqueadas. Los brazos están doblados a imagen y semejanza de las Piedades, estando el cabello dotado de espesos rizos, rasgo propio del barroco pleno. Viste túnica verde oscuro y manto bermellón recogido sobre el hombro derecho, todo él cubierto de angulosos drapeados. García Cuesta asignó su hechura a Vázquez en base a las mismas características que la Dolorosa.[3]: 88 SayonesLos tres sayones cierran el conjunto y, junto con Longinos, son las únicas piezas que no pueden ser atribuidas con seguridad a ninguno de los dos entalladores,[3]: 88 aunque al menos una fuente las considera obra de Rozas junto con San Juan, nombrando por otro lado a Rozas y Vázquez idistintamente como ejecutores de las tallas de Cristo y la Dolorosa.[9] El sayón posicionado a la izquierda de Longinos muestra ambos brazos erguidos y rostro de asombro, sin rasgos grotescos como era costumbre en la época representar a los verdugos en los pasos. Viste camisa roja con botonadura dorada en el frente, jubón verde oscuro con acuchillado en las mangas, calzón de idéntico color también con acuchillado y sujeto a la cintura con cintas del mismo tono que la camisa, botas marrones y gorro rojo. Los dos sayones restantes se hallan posicionados detrás del caballo y cierran la composición. El de la derecha muestra un rostro sereno caracterizado por una perilla y un bigote con las puntas hacia arriba (semejante al centurión del paso homónimo riosecano), teniendo el brazo derecho alzado para sostener una lanza y el izquierdo flexionado. Viste sayo color calabaza con hilera de botones en el frente, camisa interior grisácea, calzones ocre con franjas del mismo color que el sayo, mangas anchas desde el hombro hasta el codo idénticas a nivel cromático al calzón y ceñidas en el antebrazo (donde son enteramente de color calabaza), botas marrones y casco. Por último, el de la izquierda, con una pose invertida en comparación con su compañero y con cierto aspecto grotesco, luce una coraza en tono metalizado, mangas y calzones en verde oscuro con botonadura lateral en dorado, medias bermellón, un cinturón del que pende una espada, zapatos marrones y casco. Referencias
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