Larga cordobesaEn tauromaquia, la larga cordobesa es un lance o suerte que se realiza con el capote. Suele ser un recurso de remate utilizado tras una serie de verónicas y se le atribuye su creación a Rafael Molina "Lagartijo", natural de Córdoba. Se trata de una variante de las largas, en las que el torero lanza el capote a una mano en toda su longitud para recoger la embestida del toro.[1] La larga cordobesa se trata de una larga natural realizada por alto, en la que el torero se echa el capote sobre el hombro correspondiente.[2] Para realizar una larga cordobesa correctamente se debe sujetar el capote como para iniciar una verónica, lanzándolo para citar al toro y esperar su embestida. Cuando el toro se encuentra embebido en el capote se suelta la mano de dentro que sujeta la capa y se conduce la embestida. La larga cordobesa se remata llevando y apoyando la mano que torea sobre el hombro correspondiente.[3] La larga cordobesa es una de las suertes que encierra los peligros más difícilmente superados por los diestros, ya que aúna el temple y la estética que se recogen en el toreo.[4] También es muy utilizada como recurso para poner en suerte al toro en el tercio de varas, como Curro Romero realizó en varias ocasiones.[5]
Referencias
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