La trama IdiotaEn crítica literaria, una trama idiota es aquella que "sigue avanzando solo porqué todos los involucrados son idiotas " en la cual la historia terminaría rápido, o ni siquiera ocurriría, si este no fuera el caso. [1] Es una narrativa dónde su conflicto nace de que los personajes no son capaces de reconocer, o no se les hace saber, información clave que resolvería el conflicto, muchas a veces a conveniencia del guion.[2] Lo único que previene que el conflicto se resuelva es que los personajes constantemente evitan u olvidan información crucial a través de la trama, incluso si es muy obvio para el espectador, así que los personajes son todos "Idiotas" en su incapacidad de resolver el conflicto de inmediato. En su colección de 1956; En busca del asombro, el autor y crítico de ciencia ficción Damon Knight, dice que el término pudo haberse originado con el autor James Blish.[1] Knight acuñó el término trama idiota de segunda como una narrativa “en la que no solo los personajes principales, pero la sociedad completa son idiotas de primera categoría, o la historia no ocurriría”. En 2005 el crítico Roger Ebert escribió: “Puedo dejar pasar una Trama Idiota si es llevada a cabo correctamente (Tomen en cuenta Astaire y Rogers en Sombrero de Copa). Pero cuando los personajes tienen un trasfondo y sus decisiones consecuencias, me termina hastiando que sus malentendidos puedan terminar con palabras sencillas que el guion no los deja formular.”[3] En un escenario distinto, solo el protagonista es un idiota. En un escrito del 2013 David Brin explora una variante de la trama idiota. En la mayoría de novelas y películas de aventura los autores y directores tienden a mantener a sus protagonistas en peligro. Esto sería peligroso si estos estuvieran rodeados de profesionales capacitados, que podrían intervenir y ayudar de ser necesario. Entonces, la narrativa separa a los personajes de cualquier ayuda significativa, de manera que cualquier asistencia real, llega tarde, o esta por debajo del nivel de amenaza de los antagonistas. Entre más poderosos los villanos, más competente es la ayuda que les es permitida a los personajes. “Pero en su mayoría, las instituciones y los compañeros son mostrados como ovejas, de modo que solo las acciones del héroe importan”.[4] Ejemplos
Véase tambiénReferencias
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