Juan Galo Leguizamón
Juan Galo de Leguizamón y Salinas (Salta, 16 de octubre de 1785 – San Miguel de Tucumán, 29 de noviembre de 1868)[1] fue un político, comerciante y militar argentino que participó en la Guerra de la Independencia, en la Guerra Gaucha y en las guerras civiles argentinas. La casa de su vivienda en Salta fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1979 y es actualmente el Museo Casa de Leguizamón. BiografíaFamiliaContrajo matrimonio (por poder) en Córdoba en 1830 con Mercedes Goycoechea y Grimau, quien falleció en 1833 como consecuencia del parto de su hijo Juan Martín Leguizamón Goycoechea. Segundas nupcias en 1839 en Salta con Carlota Cobo de Ugarteche[2] (Salta, 1821-1900; hija de Manuela Josefa de Ugarteche y Posadas y del Sgto. Mayor Juan Manuel López Cobo), siendo padres de Asunción, Delfín, Ángela, Juan José, Mercedes, Manuela y Carlota Leguizamón Cobo.[3] Además, fueron sus hijos extramatrimoniales, posiblemente entre otros: Felipe Santiago Leguizamón Gauna, Francisco y José Leguizamón Castellanos.[3] Comerciante, militar y políticoCursó sus primeros estudios en el claustro franciscano, y luego inició los de humanidades,[4] que abandonó para dedicarse a los negocios, como comerciante mayorista para el comercio interior del país. En 1809 fue alcalde de primer voto. A fines de 1811 se incorporó al Ejército del Norte, en el escuadrón de Decididos de la Patria (según relata el general José María Paz, en sus Memorias, los "decididos" eran un grupo de jóvenes decentes, diestros y arrogantes jinetes) del coronel Apolinario Figueroa; a sus órdenes combatió con el grado de teniente graduado[3] en las batallas de Las Piedras, Tucumán y Salta, integrados a la caballería comandada por Juan Ramón Balcarce. En esta última batalla fue seriamente herido en una pierna, por lo que volvió a sus negocios. Durante los años siguientes, hizo importantes contribuciones en dinero a las cajas del Ejército. En 1820 tuvo un entredicho con el gobernador Güemes, a quien acusó por no preparar la defensa de la ciudad de Salta ante la proximidad de los realistas, que Leguizamón afirmaba que habían ocupado la Quebrada de Humahuaca, lo que Güemes no creía posible. Para probar su afirmación, Güemes lo envió al frente de una partida a Humahuaca, donde Leguizamón encontró efectivamente al coronel José María Valdez ("el Barbarucho"), a quien derrotó. Cuando llegó a Salta con la bandera del regimiento enemigo, Güemes lo ascendió al grado de capitán. Participó en las últimas acciones de la Guerra Gaucha, la defensa de la provincia de Salta contra las invasiones realistas provenientes del Alto Perú. En 1822, terminadas las invasiones, el gobernador José Ignacio Gorriti lo ascendió al grado de coronel de milicias. Durante los años siguientes se dedicó nuevamente al comercio. Había heredado un importante capital de su padre, y lo aumentó hasta llegar a poseer la fortuna más importante del noroeste argentino.[4] En 1823 la Asamblea electoral de Salta lo eligió Regidor y Fiel Ejecutor del Cabildo local funciones a las que renunció posteriormente. En 1829 fue alcalde de la Santa Hermandad. En 1831 fue miembro de la Sala de Representantes de Salta, y apoyó la Liga del Interior, de inspiración unitaria.[5] En 1833 fue juez de primera nominación y en 1834 se reincorporó al ejército provincial, como Jefe del Batallón de Cívicos, a pedido del gobernador federal Pablo Latorre. Participó en la Batalla de Castañares, que causó la caída de Latorre y permitió la autonomía de la provincia de Jujuy. Su fortuna le permitió no ser perseguido por los federales ni los unitarios, aunque de todos modos en la provincia de Salta las persecuciones políticas fueron menos sanguinarias que en otras provincias. Tuvo una participación modesta en la guerra civil de los años de la Coalición del Norte. De estos años es la descripción que hace Ambrosio Romero Carranza, en su biografía de Félix Frías:
En 1842 fue nombrado comandante de las milicias de la provincia de Salta por el gobernador Manuel Alejandro Saravia, y conservó el cargo con su sucesor, José Manuel Saravia. Durante la segunda mitad de la década de 1840 creó una empresa de carretas para el transporte de cargas y de correos hacia Jujuy y Tucumán. En 1853 dirigió una revolución de los unitarios contra el gobernador Miguel Arias, que era considerado un federal moderado. Por decreto de fecha 28 de julio de 1858 el presidente Urquiza lo confirmó como coronel de infantería de la Confederación Argentina, dándole el título de Guerrero de la Independencia.[3][5] Fue nuevamente diputado provincial entre 1859 y 1860; aunque fue elegido como candidato de una lista federal, apoyó a su amigo el general Anselmo Rojo – importante dirigente unitario – en el gobierno provincial. Falleció en San Miguel de Tucumán el 29 de noviembre de 1868, en casa del exgobernador Anselmo Rojo.[1] PersonalidadEl periodista Arturo Gambolini dijo de él:
Casa de Juan Galo LeguizamónLa casa de su vivienda fue construida en 1806, y está ubicada en la esquina de peatonal La Florida y Caseros, a una cuadra de la plaza 9 de julio. Constituye uno de los más valiosos testimonios de la arquitectura doméstica de transición al siglo XIX. Ella y sus habitantes fueron testigos de la historia republicana local, la Guerra de la Independencia, el período Rosista, la Organización Nacional y el progreso en todas sus manifestaciones.[7] El valor del edificio no se debe solamente a su importancia histórica o por la apariencia de sus elementos individuales, sino también por la integridad de todos sus componentes, su tecnología de muros portantes de adobe, su ubicación dentro del centro salteño, la relación con los edificios patrimoniales circundantes, a lo que debe añadirse los miles de muebles y objetos con que cuenta, conformándose así un conjunto único.[8] En 1968, Manuel Mujica Láinez publicó un comentario sobre esta casa:
Monumento Histórico NacionalEsta residencia fue declarada Monumento Histórico Nacional el 19 de julio de 1979, mediante el decreto 1739/79.[10] La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos expresa en su ficha lo siguiente:
Mientras estuvo en poder de sus descendientes, por una decisión familiar respetada a ultranza, se conservaron intactos la estructura, la decoración, el mobiliario y la vajilla originales, habiendo sido un testimonio único del estilo de vida de las elites salteñas en el siglo XIX. Fueron siete las generaciones de la familia Leguizamón que habitaron la casa. Museo Casa de LeguizamónEn 2008, dos siglos después de su construcción, se concretó su expropiación, pasando a depender de la Secretaría de Cultura de la provincia de Salta, siendo actualmente el Museo Casa de Leguizamón.[12] Referencias
Bibliografía
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