Nacido en Alba de Tormes, provincia de Salamanca, el 19 de abril de 1885,[2] estudió el bachillerato en un colegio de Ciudad Rodrigo. En el año 1900 empieza la carrera de Derecho en la Universidad de Salamanca donde conoce al rector Miguel de Unamuno con el que mantuvo una estrecha relación hasta su muerte. Durante su estancia en la capital salmantina se integra en ambientes intelectuales de la época, con figuras como Filiberto Villalobos, Fernando Íscar Peyra, Federico de Onís y Cándido Rodríguez Pinilla. Más adelante se desplaza a Madrid para realizar su doctorado y posteriormente a Bolonia como becado donde permanece un año. A su vuelta, transcurre periodos en Madrid, su Alba de Tormes natal y Barcelona. En 1926, debido a su defensa pública de Unamuno, es desterrado por el gobierno de Miguel Primo de Rivera a Huesca[3], ciudad en la que participa en la vida pública, colabora con periódicos locales y continúa con la vida bohemia que le caracterizaba. Falleció el 31 de diciembre de 1931[4] en el hotel Términus de Salamanca, justamente la noche anterior a la que iba a pronunciar un discurso elogiando la figura de Unamuno.
Pensamiento
Sánchez hacia 1913
Dentro de la época regeneracionista en la que vivió, José Sánchez Rojas destacó dentro de los ambientes que frecuentaba como republicano y socialista. Además se pronunció en numerosas ocasiones como defensor de su tierra. En varios de sus artículos en diferentes periódicos nacionales y locales habló de los problemas que afectaban a su región. Escribió textos en los que trataba sobre Salamanca y León:
"Salamanca no es Castilla: es León. Y León tiene la blandura de Galicia, la zorrería lusitana y la sequedad, ya un poco apagada, del suelo de Castilla. Y León en lo urbano produce al salmantino y en el campo al charro. Así, las piedras, que no son más que proyección del espíritu de la ciudad en la ciudad, despista á esos espíritus curiosos que, como mi amigo Pedro de Répide, han ido a Salamanca es busca de la austeridad, de la secura, de la llaneza castellanas. Y Salamanca no es eso. Salamanca es la floración, la eterna floración del espíritu, que no se concreta nunca porque si madurase se agostaría y es el anhelo de la posibilidad, frente a otras ciudades que son ya el fruto y la decadencia de una raza que vive de sus recuerdos."[5]
Y sobre Castilla y los castellanos:
“Cuando hablamos de castellanos no nos referimos a los españoles nacidos en las seis o siete provincias de Castilla la Vieja, ni las de Castilla la Nueva, ni en las del viejo reino de León. Hablamos también del aragonés y del extremeño, y del andaluz y del murciano, y hasta del alavés dentro de las provincias vascas. En general, cuando decimos Castilla casi queremos decir España. Incluimos en la palabra Castilla algo más que una faja más o menos extensa de nuestra geografía peninsular: incluimos una cultura.”[6]
Obras
Tratado de la perfecta novia
Paisajes y cosas de Castilla
Sensaciones de Salamanca
Las mujeres de Cervantes (obra que los editores Montaner y Simón le encargaron y que él no llegó a terminar).
Moreiro Prieto, Julián (1985). «José Sánchez Rojas – Crónica de un cronista». Salamanca, Centro de estudios salmantinos. ISBN84-00-05890-9.
Sánchez Rojas, José (1986). «El encanto de la vega y otros artículos». Edición de Julián Moreiro. Salamanca, Ediciones de la Diputación de Salamanca.
Iglesias Fraile, Manuel (1998). «Unamuno y Sánchez Rojas». Salamanca, Revista de Estudios41: 195-212. ISSN0211-9730. Archivado desde el original el 6 de enero de 2017. Consultado el 17 de mayo de 2015.
Sánchez Rojas, José (2016). «Sol entre nieblas» (Antología). Edición de Gerardo Nieto Arias. Alba de Tormes, Biblioteca de Temas Albenses.
Sánchez Rojas, José (2022). «Obras completas (Tomo I)». Edición de Gerardo Nieto Arias y Jesús María García García. Salamanca,Ediciones de la Diputación de Salamanca. ISBN 978-84-7797-689-9