José María Gibernau Bertrán
José María Gibernau Bertrán (Masnou, 3 de noviembre de 1916[1]-Barcelona, 18 de julio de 1995) fue un abogado y político español. BiografíaMilitante carlista, durante la Segunda República formó parte de la junta directiva de las Juventudes Tradicionalistas de Barcelona y de la Agrupación Escolar Tradicionalista de Cataluña y Baleares.[2] Estallada la guerra civil española, en abril de 1937 huyó de Barcelona y pasó a la zona nacional, donde ingresó en el Tercio de Requetés de la Virgen Blanca.[2] Posteriormente siguió combatiendo en la Milicia de FET y de las JONS, con el grado de alférez provisional de Infantería. En 1938 resultó herido y trasladado al hospital de Pamplona, hasta que fue dado de alta y puesto a disposición del General Jefe del Ejército del Norte.[3] Formó parte de la unidad de Tiradores de Ifni[4] y terminó la campaña con el grado de teniente.[5] Abogado de profesión,[1] ocupó distintos cargos políticos en Barcelona durante la postguerra.[4] Con solo 25 años de edad fue secretario particular del gobernador de Barcelona Antonio Correa Veglison, procedente, al igual que él, de la Comunión Tradicionalista. Fue asimismo diputado de Beneficencia de la Diputación de Barcelona.[2] Al fallecer Correa Veglison en 1971, diría en un «Epitafio a Antonio Correa Veglison» publicado en La Vanguardia Española,[6] que los tres años en que había sido secretario suyo habían sido «inolvidables» y que había sido «su secretario, su amigo, casi su hermano».[7][8] Perteneció también a la junta directiva del Fútbol Club Barcelona, de la que llegó a ser vicepresidente. Destacó por resaltar los principios católicos en el club. Por ejemplo, en 1965, año santo jacobeo, acudió a Santiago de Compostela con el equipo y, tras realizar una ofrenda al apóstol Santiago, declaró:
En 1967 fue designado consejero nacional en Cortes por el Jefe del Estado,[10] cargo que desempeñó hasta 1971.[1] Intervino en la sesión del pleno extraordinario del Consejo Nacional del 18 de febrero de 1971 para puntualizar las diferencias entre el separatismo y el regionalismo, pronunciándose en el mismo sentido que él los procuradores catalanes Juan Antonio Samaranch, Mariano Calviño y José María de Muller. A propósito de esta intervención, fue entrevistado por Manuel Vigil y Vázquez para el diario Ya.[4] Se declaraba «carlista de lealtad y sin treguas» y «hombre del Movimiento Nacional».[4] Tras la Ley de Asociaciones Políticas, fue, junto con José María Valiente, uno de los tradicionalistas fundadores de Unión Nacional Española.[11] Falleció el 18 de julio de 1995 en Barcelona[12] y fue enterrado en el cementerio de Montjuic.[13] Referencias
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