José Antonio nació el 6 de febrero de 1968, en la localidad española de Huesca. Hijo de Estanislao Satué († 1988) y de Joaquina Huerto († 1991). Vivió su infancia en localidad oscense de Sesa, concurriendo en la parroquia San Juan Bautista, en la que fue bautizado el 18 de febrero de 1968. Fue confirmado en Sesa, el 29 de junio de 1982.[1]
Realizó su formación primaria en la escuela de Sesa (EGB) y en el colegio público de Grañén, concluyéndolos en 1982. En 1987, tras realizar estudios en el Instituto Politécnico de Huesca, obtuvo el título de Técnico especialista (FPII) en Electrónica industrial.[1]
Realiza sus estudios eclesiásticos en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA), donde obtuvo el bachillerato en Teología.[2]En 2002, fue enviado a estudiar en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde consiguió la licenciatura en Derecho canónico, en 2004.[3]
Fue ordenado diácono el 18 de abril de 1993, en Sesa.[1] Su ordenación sacerdotal fue el 4 de septiembre del mismo año, en la Catedral de Huesca, a manos del obispo Javier Osés Flamarique; incardinándose en la diócesis de Huesca.[4]
Como sacerdote desempeñó los siguientes ministerios:
Miembro en la Subcomisión de Migraciones de la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana de la Conferencia Episcopal Española, desde 2021.[10]
Presidente del Consejo Regional de la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón (OFICIA), desde mayo de 2023.
En septiembre de 2022, el papa Francisco ordenó volver a juzgar al antiguo profesor del colegio Gaztelueta José María Martínez, quien ya había sido juzgado y absuelto por el cardenal Luis Ladaria en 2015.[13][14] La repetición del juicio fue ordenada por el papa a petición de la víctima, formulada en un programa de televisión.[13] Satué fue nombrado presidente-delegado del Papa (juez) en el nuevo proceso canónico.[14]
Dicho proceso ha sido ampliamente criticado tanto por el acusado como por distintos expertos en Derecho canónico y en Derechos humanos, quienes alertan de que se están vulnerando principios tan elementales en un proceso justo como la imparcialidad del juez, la igualdad de las partes procesales en la práctica de pruebas, la presunción de inocencia, la irretroactividad de las leyes penales o el principio "non bis in idem" que impide juzgar unos mismos hechos por segunda vez.[14][15]
En febrero de 2024, el obispo Satué volvió a la imagen pública al no tomar la declaración del testigo Silverio Nieto, quién realizó la investigación preliminar por la Congregación para la Doctrina de la Fe, y la que concluyó con el archivo del caso en esa institución y la indicación de que se restaurara el buen nombre del profesor Martínez.[16]
Referencias
↑ abcd«El Obispo». Diócesis Teruel. Consultado el 21 de febrero de 2024.