El matrimonio tuvo nueve hijos: la cantante Ana Torroja,[4] Celia, Yago, Laura, Javier, Carlos, Sandra, Silvia y Álvaro.[5] José Antonio decía de sí mismo con gran modestia y orgullo: «He pasado de ser el hijo de mi padre al padre de mi hija»[6] Su hijo Yago es profesor de electrónica en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales.
Contrajo nuevamente matrimonio con Charo Fernández-Villa Escudero.
Colaboró en la creación de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona, de la que fue el primer director (1973-1979); Posteriormente fue nombrado director de la ETSICCP (1981-1989). Durante su paso por la Universidad, contribuyó en la elaboración del nuevo plan de estudios que se emplearía en los años ochenta.[7]
En 1960, entró a trabajar en el estudio de su padre, Torroja Ingeniería.
Su obra, considerada por los expertos como útil, original y estética[6] es amplia. Entre sus trabajos destacan los puentes proyectados por su originalidad, belleza e innovación en el mundo ingenieril, como son el puente internacional sobre el río Miño o el viaducto de Tamaraceite de Las Palmas de Gran Canaria.[9] Su obra civil favorita es el Camino de Santiago. Se refería a su trabajo, describiéndolo en plural: «Siempre intentamos trabajar con esa sensibilidad en contra de las ataduras técnicas...».[6]
Fundación Eduardo Torroja
Torroja Cabanillas presidió la fundación que lleva el nombre de su padre Eduardo.[10] Dicha Fundación tiene los siguientes fines:
El desarrollo de actividades relacionadas con la Arquitectura y Civil como vehículo de potenciación mutua de ambos sectores.
La identificación y promoción de temas de investigación en estos campos.
La difusión de las nuevas tendencias y conocimientos de estas disciplinas; todo ello de una forma integradora y multidisciplinar, apoyándose en el ejemplo de Eduardo Torroja.
La actualización, el mantenimiento y la difusión del inventario detallado de todos los documentos que componen el legado científico y técnico de Eduardo Torroja, con independencia de su ubicación.
La difusión del conocimiento y aprendizaje del atemporal modelo de pensamiento y actuación con el que Eduardo Torroja creó su escuela internacional y multidisciplinar. Un específico camino destinado a alcanzar la innovación que demanda la cambiante sociedad para su progreso en cada momento de su Historia.