Joaquín Miranda González
Joaquín Miranda González (c. 1894-1961) fue un político, empresario y torero español. Miembro fundador de la Falange sevillana, tuvo un papel relevante durante los primeros años de la dictadura franquista. Llegaría a ser gobernador civil de Huelva, así como miembro del Consejo Nacional de FET y de las JONS y procurador en las Cortes franquistas. BiografíaOriundo del barrio sevillano de Triana,[1] fue torero[2] en sus primeros tiempos, formando parte de la cuadrilla de José García Carranza «el Algabeño».[3] De orígenes humildes, tras contraer matrimonio pasó a controlar una fábrica y con el tiempo llegaría a convertirse en un rico empresario.[3] Llegaría a ser presidente de la patronal sevillana de la construcción.[1] En 1933 fue uno de los fundadores de Falange en Sevilla, formando parte del triunvirato directivo junto a Martín Ruiz Arenado y José María Cañadas.[4][5] En 1934, José Antonio Primo de Rivera le nombró jefe provincial de la Falange sevillana, cargo que ocuparía hasta 1937.[6] Tras la detención de Sancho Dávila en abril de 1936 sustituyó a este como jefe territorial de la Falange en Andalucía,[3] si bien para esas fechas Miranda se encontraba en la cárcel.[6][n. 1] Guerra civilTras el triunfo en Sevilla del golpe de Estado de julio de 1936 fue liberado de la prisión provincial de Sevilla junto al resto de falangistas encarcelados, pasando a formar parte de los grupos de voluntarios falangistas que apoyaron a los militares rebeldes.[8] Miranda asumió las riendas de la Falange sevillana —en sustitución de Sancho Dávila—; sus poderes también se extendían sobre la Falange onubense.[9] Acabaría consolidándose como jefe regional de Falange en Andalucía, donde dispuso de un auténtico feudo territorial.[10] Acabaría siendo una de las principales figuras del momento en el seno de la Falange,[11] gravemente afectada por la detención o muerte de muchos de sus antiguos líderes anteriores a la contienda. Formó parte de la Junta de Mando provisional de Falange, a la cabeza de la cual estaba el «camisa vieja» Manuel Hedilla.[11] Aliado incondicional del general Gonzalo Queipo de Llano,[12][13] éste le habría propuesto asumir la alcaldía de Sevilla,[2] propuesta que Miranda declinó.[14] En abril de 1937, tras la promulgación del Decreto de Unificación y el establecimiento de FET y de las JONS, Franco nombró a González-Bueno miembro del secretariado político[n. 2] del nuevo partido. Miranda González tuvo un papel muy activo en el seno de este secretariado, y de hecho llegaría a sustituir a Ladislao López Bassa cuando este abandonó el cargo por enfermedad.[18] Intercedió ante Franco en favor de Sancho Dávila, que había sido detenido tras los enfrentamientos con los «hedillistas».[19] En esta época también ocuparía los cargos de Inspector nacional de Falange así como miembro del Consejo Nacional de FET y de las JONS.[9] Dictadura franquistaA finales de marzo de 1938 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Huelva.[20] El 11 de octubre de 1939 también asumió la jefatura provincial de FET y de las JONS en Huelva, y de hecho a partir de ese momento el cargo de jefe provincial se unificaría con el de gobernador civil, siendo ejercido por una misma persona.[21] A su llegada la provincia, Joaquín Miranda, que encontró a la organización del partido muy desmovilizada y desmoralizada, intentó volver a insuflar los principios joseantonianos a la Falange onubense.[22] Abiertamente germanófilo,[23] en el contexto de la Segunda Guerra Mundial mantuvo excelentes relaciones con el cónsul alemán de Huelva, Ludwig Clauss, al tiempo que mantenía una profunda antipatía hacia las autoridades británicas.[24] Cesó en el cargo en octubre de 1943, siendo sustituido por Heliodoro Fernández Canepa.[20] Durante el periodo de la dictadura fue procurador en las Cortes franquistas, cargo que compaginó con el de miembro del Consejo Nacional de FET y de las JONS.[2] Falleció en Sevilla en abril de 1961,[25] prácticamente sumido en la pobreza.[26] Notas
Referencias
Bibliografía
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