Según la tradición, san Mederico, abad de la Abadía de San Martin de Autun, vivía como ermitaño en una choza cercana al oratorio de Saint-Pierre-des-Bois. San Mederico falleció el 29 de agosto del año 700 y, actualmente, sus restos descansan allí. Posteriormente, este oratorio se convirtió en una capilla bajo el nombre de «Capilla de Saint-Pierre-des-Bois» o, de forma más simple, «Capilla Saint-Pierre».
Ya en el año 884, el obispo de París, en ese entonces Gozlín, hizo que los restos de san Mederico fuesen exhumados y colocados en un santuario con su nombre, considerados como reliquia. En ese momento, San Mederico fue elegido como santo patrón del margen derecha y la capilla, a partir de ahora, estaría bajo su nombre.