Hostería La Pirámide
La Hostería La Pirámide fue un restaurante ubicado al interior del Parque Metropolitano de Santiago, en un montículo del cerro La Pirámide.[1] Fue construido en los años 1960 y destruido en noviembre de 1980 producto de un atentado explosivo. HistoriaEn 1961 se otorgó una concesión de 600 metros de terreno del Parque Metropolitano de Santiago a Pablo Uliantzeff, dueño de Tourservice, que proyectaba construir una hostería en el sector de La Pirámide.[2] El edificio fue diseñado por los arquitectos Carlos Martner y Montserrat Palmer,[1] y su construcción se realizó entre 1963 y 1964.[3] Uliantzeff no alcanzó a ver el edificio construido y tuvo que deshacerse de la concesión, entregándola a la familia Purcell, dueños del hotel Portillo, quienes en 1972 entregaron el local a Sergio Said, que no pudo pagar los costos del arriendo, obligando a su desalojo por la fuerza pública. "La Pirámide" permaneció cerrada durante un año.[2] En 1975 se le entregó la concesión a la firma Rivera y Vilaplana, quienes no atendieron el establecimiento y recurrieron al experto Louis Bernard, que había trabajado en una cadena de restaurantes en Sudáfrica, sin embargo posteriormente también se retiró. Con su alejamiento, el establecimiento volvió a decaer y en diciembre de 1979 se licitó de nuevo la concesión, obteniéndola la Sociedad Portada Colonial, encabezada por Felipe Rabat, por cinco años.[2] El restaurante fue renombrado como «Camino Real» y redecorado por Luis Fernando Moro, quien lo alhajó con muebles antiguos, plantas y finos detalles, como por ejemplo las bandejas de bronce puestas debajo de cada plato de porcelana en las mesas.[4] El interior también fue decorado con 16 pinturas, que tenían un valor aproximado de cien mil dólares; la más importante era una de las versiones de La zamacueca, de Manuel Antonio Caro.[2] En 1980 el programa Vamos a ver de Televisión Nacional de Chile se realizaba desde el restaurante «Camino Real». El 4 de noviembre de dicho año el restaurante sufrió un incendio, generado por una bomba puesta en uno de los baños por un comando del Movimiento de Izquierda Revolucionaria —opositor a la dictadura militar—, dada la proximidad de Raúl Matas con dicho régimen;[5][6] resultó completamente destruido, incluidas las pinturas que se encontraban en el interior.[2] Tras el incendio de «Camino Real», el programa se realizó desde un estudio de Chilefilms que replicaba de manera exacta el restaurante.[7] La antigua hostería no fue reconstruida, y posteriormente el restaurante de la Enoteca del cerro San Cristóbal —también administrado por la familia Rabat— fue renombrado como «Camino Real».[2] Referencias
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