Un hombre regresa al pueblo después de un largo tiempo y se encuentra con su exnovia, que se está casada con un esposo en situación económica desesperada.
"excelente historia de ocultamientos y sacrificios, contada desde cierto costumbrismo pueblerino y cínico. Filmada en un mes, su narración y su tempo todavía consiguen atrapar en uno de los nejores títulos de su director".
El crítico Di Núbila destaca a Pedro López Lagar en su interpretación de un cínico querible que, aunque incurrió en cierta afectada acidez, fue inteligente y personal, así como las excelentes actuaciones de Santiago Arrieta, Sabina Olmos, Felisa Mary y Sebastián Chiola. Sobre el filme agrega que
"el talento de Saslavsky se patentizó en el ensamble de componentes narrativos previamente valorizados por un tratamiento bastante adulto. Esa probidad y equilibrio, más el empleo funcional de una fotografía calidad Etchebehere, le permitió obtener verosimilitud, drama, humor, suspenso y toques poéticos. O, para decirlo más redondamente, la película que él se propuso".
"Como indica Abel Posadas, una zona importante del film se anticipa notoriamente al Puig de Boquitas pintadas (y desde luego a la versión que dirigió Torre Nilsson) en la descripción impiadosa de los prejuicios y rituales de la vida social provinciana. En una trama donde nadie es exactamente lo que parece, se destaca el personaje que interpreta López Lagar, uno de esos solitarios y marginales que se dejan llevar por la vida y que reaparecen con frecuencia en la filmografía del realizador. En ese sentido, aunque el contexto no es policial, el personaje de López Lagar prefigura ciertos elementos del film noir en su aceptación resignada de los caprichos del destino y en su voluntad de desaparecer de la vida de los demás sin dejar ni siquiera un buen recuerdo....Saslavsky...logró por primera vez esa rara combinación de satisfacción artística y repercusión comercial.[1]
Premios
Entre los premios otorgados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina en 1941, la película recibió el de mejor actor para Sebastián Chiola, la mejor adaptación para Saslavsky y Adén, la mejor fotografía para Etchebehere y la de mejor director para Saslavsky.
Pérdida y recuperación de la copia
El negativo original de la película se perdió pero una copia original en 35mm. fue conservada por la Filmoteca Buenos Aires y a partir de ella el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales realizó un nuevo negativo.[1]
Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2001). Un diccionario de films argentinos (1930-1995). Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 278. ISBN950-05-0896-6.
Di Núbila, Domingo (1998). La época de oro. Historia del cine argentino I. Buenos Aires: Ediciones del Jilguero. ISBN987-95786-5-1.