Hipótesis EICALa hipótesis de la evolución del incremento de la habilidad competitiva o hipótesis EICA (por sus siglas en inglés Evolution or Increaser Competitive Ability) es una hipótesis de la biología que explica el éxito de las especies de plantas invasoras no autóctonas.[1] HistoriaEsta hipótesis fue propuesta por primera vez por Bernd Blossey y Rolf Nötzold en el año 1995 como una forma de explicar el éxito de las especies invasoras no autóctonas (en particular, las plantas).[1] SignificadoLa idea de la hipótesis EICA se basa en que una vez que la planta invasora deja de ser atacada por sus enemigos específicos nativos, puede invertir más recursos en crecer y menos en defenderse, lo que le da una ventaja competitiva contra las especies nativas.[1] Observando que:
Debido a la falta de depredadores nativos, las plantas introducidas pueden reasignar recursos de los mecanismos de defensa al crecimiento y desarrollo. Las plantas introducidas pueden así evolucionar para crecer más altas, producir más biomasa y producir una descendencia más viable que sus contrapartes nativas, según la hipótesis.[1] ![]() ![]() ![]() PostuladoLa hipótesis de la EICA postula que una especie invasora no es tan adecuada al momento de su introducción, ya que en ese instante se considera invasora. Como sugiere el nombre de la hipótesis (Evolución del aumento de la capacidad competitiva),esta predice que gran parte del potencial invasor de una especie invasora se deriva de su capacidad para evolucionar y reasignar sus recursos.[1] EICA predice que las especies de plantas invasoras pueden escapar de sus enemigos naturales especializados en su área de distribución introducida y, posteriormente, evolucionar con una disminución de la inversión en defensas químicas anti-herbívoros en relación con especies nativas.[2]
AlelopatíaLa alelopatía es definida como la influencia directa de un compuesto químico liberado por una planta sobre el desarrollo y crecimiento de otra planta. Es un hecho conocido que sustancias alelopáticas son inducidas por estreses ambientales.[3] Esta teoría está amparada por estudios biogeográficos de especies invasoras en los que se demuestra que las especies invasoras producen más efectos sobre las comunidades nativas del área invadida que sobre los congéneres de estas especies nativas en el área original. Parece, por tanto, que la alelopatía desempeña un papel importante en los procesos invasivos de aquellas especies de plantas que consiguen dominar en los ecosistemas en que son introducidas. De hecho, el fenómeno de la alelopatía ha sido ampliamente estudiado en las últimas décadas dentro del contexto de la hipótesis de nuevas armas, debido a las numerosas invasiones de plantas originadas por diferentes causas.[1] Citas de la hipótesisEl artículo de Bernd Blossey y Rolf Nötzold de la hipótesis EICA en 1995, ha sido citado en más de 368 artículos en revistas científicas , incluidos artículos de revisión, pruebas de hipótesis utilizando diferentes especies de modelos y expansiones o reformulaciones de la hipótesis. Pese a que algunos proyectos de investigación han afirmado la veracidad de la hipótesis, otras pruebas no coinciden con el postulado. Sin embargo, la mayoría de los estudios realizados sobre la Hipótesis EICA, sostiene que las poblaciones introducidas de especies de plantas invasoras son menos capaces de hacer frente a las presiones de los herbívoros especializados que las poblaciones nativas de la misma especie, lo que sugiere que las especies invasoras responden, acelerando el proceso de selección natural después de haber sido liberado la presión selectiva de los herbívoros especializados y hacer que tengan un potencial de recursos. Sin embargo, no todas las poblaciones introducidas producen significativamente más biomasa que las poblaciones nativas de la misma especie en condiciones de laboratorio.[1]
Referencias
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