Bach compuso esta obra durante su tercer año como Thomaskantor en Leipzig para el Día de la Reforma. La cantata fue interpretada por primera vez el 31 de octubre de 1725.[1][2] Una nueva interpretación tuvo lugar probablemente en 1730, cuando Bach reelaboró la orquestación de la pieza, doblando los oboes mediante las flautas y asignando a una flauta como instrumento obbligato en el aria para alto. La música del coro inicial y del dúo fueron utilizadas de nuevo en su Misa en sol mayor, BWV 236, y la música del aria para alto en su Misa en la mayor, BWV 234.[7]
Recitativo (bajo): Gottlob! Wir wissen den rechten Weg zur Seligkeit
Dúo (soprano, bajo): Gott, ach Gott, verlaß die Deinen nimmermehr
Coral: Erhalt uns in der Wahrheit
John Eliot Gardiner, que dirigió las cantatas para la reforma en la Schlosskirche de Wittenberg, donde comenzó la reforma, describe el coro de apertura como una procesión ceremonial, and escucha el "insistente ritmo de la percusión" que va junto con las "fanfarrias de las trompas agudas" como si fuese el "martilleo de las tesis de Lutero en la puerta de roble en la parte trasera de la iglesia".[11] El ritornello instrumental introduce dos temas: "un tema festivo, similar a una marcha para trompas y timbales, y un contra-tema más animado que desarrolla a partir de una nota que se escucha siete veces. La siguiente aria expresa ideas similares de una manera personal, "tranquila e individual".[10] En el movimiento 3, el primer coral, Bach utiliza el primer tema del comienzo de nuevo, simultáneamente con la melodía del coral.[7] Helmuth Rilling señala la unidad del tema, la alabanza y agradecimiento a Dios, durante los tres primeros movimientos.[12] Gardiner asume que el sermón pudo haber seguido el coral.
El único recitativo, cantado por el bajo, menciona la razón para el agradecimiento en esta ocasión. "Du hast uns durch dein Wort gewiesen" (Nos has instruido a través de tu palabra), aborda "las cuestiones fundamentales de la Reforma", como indica Rilling.[12] Gardiner escucha en el "inocente" dúo de la segunda parte "un pre-eco … de Papageno y Papagena, una impresión mozartiana, reforzada por la insinuación de Eine kleine Nachtmusik en los ritornelli del violín".[11] La cantata concluye con una arreglo a cuatro voces del segundo coral,[13] solicitando los dones de la verdad y la libertad.[10][12]
Discografía selecta
De esta pieza se han realizado una serie de grabaciones entre las que destacan las siguientes.[3][4]