Los dúos instrumentales no son frecuentes en la música popular del siglo XX, sobre todo porque la mayoría de los géneros musicales requieren un instrumento principal y una sección rítmica con dos o más instrumentistas. Esta necesidad rítmica implicaba que los dúos tenían que incluir un instrumento rítmico, por lo general una guitarra o un banjo.
En jazz la asociación entre el guitarristaEddie Lang y el violinistaJoe Venuti obtuvo un gran reconocimiento en la década de 1920. En las siguientes décadas sobresalieron dúos formados por guitarra y bajo como Jim Hall y Pat Metheny. Más adelante, el virtuosismo alcanzado con el órgano Hammond hizo posible la formación de dúos de órgano y batería.
En blues destacan dúos como Scrapper Blackwell y Leroy Carr que combinaban piano y guitarra; o Brownie McGhee y Sonny Terry cuya fórmula guitarra-armónica sirvió de inspiración a muchos otros músicos.[6]
En el ámbito country fueron pioneros Tom Darby y Jimmie Tarlton tocando guitarras gemelas. La música country posterior a 1945 favoreció agrupaciones con un mayor número de integrantes, salvo en el subgénero conocido como bluegrass en el que destacaban figuras como Lester Flatt y Earl Scruggs con su dúo de guitarra y banjo.[6]
Los nuevos géneros de música dance que surgieron a partir de finales de la década de 1980 introdujeron un nuevo tipo de dúo cuyos miembros llevan a cabo la producción o remezcla de las grabaciones y en ocasiones también son intérpretes. Algunos ejemplos de este tipo de agrupación son los estadounidenses C+C Music Factory, los británicos The Chemical Brothers, así como los franceses Air y Daft Punk.[6]
Agrupación vocal
Un dúo vocal suele adoptar una de las siguientes combinaciones:
Los tropos y conductus floridos a dos voces del siglo XIII seguramente cantados por solistas son los primeros ejemplos de verdaderos dúos en la historia de la música clásica.[7] En los motetes y misas del siglo XV estos pasajes menudo se alternan con secciones corales, como ocurre en el Credo de Guillaume Legrant.[8] Muchas fuentes de la música de John Dunstable llevan la rúbrica "dúo". En el primer libro de madrigales a dos voces de 1541 de Jhan Gero y las canzonets de Thomas Morley el dúo pasa a ser una pieza independiente.[3]
En el Renacimiento el bicinium vocal e instrumental ejemplifica los inicios de una literatura de dúos de intención didáctica. Este tipo de literatura persiste a través de composiciones como los Aires para dos violines hechos a propósito para la mejora de los practicantes en consort (1709) de Johann Christoph Pepusch y el dúo para piano Il maestro e lo scolare de Haydn hasta piezas del siglo XX como los dúos para violín de Bartók o los n.º 43 y 55 de su Mikrokosmos.[3]
En la ópera el dúo se empleó casi desde el principio. El Orfeo y L'incoronazione di Poppea de Monteverdi contienen dúos como elementos vocales finales, siendo este último -un dúo de amor para Poppea y Nerón. Este fue el primer ejemplo significativo de un género que persistió hasta que se fundió en la continuidad general de la música (como en Verdi o Puccini) o se disolvió en un diálogo musical en el que las voces ya no cantaban simultáneamente (como en Wagner o Richard Strauss más tarde).[3]
El término "dueto" se empleó escasamente en la óperabarroca y metastasiana. En la segunda mitad del siglo XVIII y sobre todo en el XIX, el dueto fue sustituyendo al aria como composición principal de la ópera. Se prefería el dueto gracias a su dinamismo, consecuencia del enfrentamiento y contraste entre dos personajes. Su estructura varía según la época histórica y las escuelas operísticas. En el caso de duetos breves y sin articulación interna se habla de duettino (duetinos).[5]